Suena la alarma a las seis de la mañana para iniciar mi día, cambiarme, desayunar, tomar el trasporte público, llegar a la maldita escuela que ya bien cansada me tiene.
otras chicas tendrán motivos para pintarse arreglarse lo mejor posible yo no, solo me ató el pelo con una colita así nomás y el uniforme, listó así sencilla no quiero impresionar a nadie no lo veo importante de hecho me molesta que la gente me diga que debería de tener novio con la edad que tengo pues saben que no es así estoy sola no habló con ningún chico, tampoco me consideró la chica más fea del mundo, pero vamos no soy ninguna modelo ya este tema del amor me da náuseas ver a todas esas chicas siempre tratando de impresionar a los chicos, para que! eso es perder el tiempo.
Por que saben que el amor no se encuentra buscándolo el amor aparece solo, uno se debe dar cuenta cuando eso está pasando, pues yo no lo he visto ni pasar, asique sigo con mi vida normal y mi rutina. Piensan que soy una amargada pues vamos la vida es así!.
Me siento en el mismo lugar de siempre, clase tras clase.
Aburrida habló con mis amigos, pero internamente quiero levantarme e irme a dormir a mi casa, pero no puedo tengo que esperar a que las clases terminen.
De pronto a solo diez minutos de salir notó algo raro mis manos empiezan a temblar, me falta el aire trato de tranquilizarme, pero nada cada vez es peor mi amiga esta en el banco de adelante, entonces estiró el brazo para tocarle la espalda cuando lo hago ella enseguida se da vuelta.
— Que te pasa por que esa cara? — me pregunta.
Yo no puedo hablarle, no puedo
Siquiera respirar.
—He me asustas Esperanza que té pasa habla?—.
Observó como mi amiga se altera y de pronto todo mis compañeros me miran con curiosidad.
Trato de ponerme de pie para ir al baño no se que me está pasando, pero todo de pronto se vuelve oscuro siento que golpeó contra algo escuchó el ruido de una silla caer gente gritando cosas que no logró entender y luego todo se pierde.
Abro los ojos estoy confundida esté no es mi cuarto una voz me habla es una señora parece una enfermera .
—Tranquila mi niña no hables, estas en el hospital todo está bien tu no te preocupes tu madre esta afuera —.
Eso no me tranquilizaba nada todo lo contrario, tenía mi boca seca por más que quisiera hablar no podía emitir sonido alguno.
De pronto mi madre entra a la habitación todavía no entiendo que sucedió.
—hija tranquila todo está bien—.
Se acercó y me dio un abrazo tan fuerte ,parece que no se quería alejar de mi.
La mire vi que corrían unas pequeñas lágrimas por su mejillas levante el brazo, pero noté que tenía un suero me dolió hacer el movimiento no pude secarle las lágrimas me sentí horrible por eso, pero ella me miró y me dio un besó en la frente.
—Mi corazón, será mejor que por ahora descanses no intentes hablar—.
Me siento agotada no puedo mantener los ojos abiertos.