Regrese a mi habitación triste y con muchas dudas de que quizás esta idea no fuera la mejor como el planeaba volver y si era así que pasaría después, tengo mil dudas en mi cabeza nose que hacer ni en que distraerme si todo es triste y frio a mi alrededor.
A las tres de la tarde llego la peluquera una chica muy amable a decir verdad no tendría mas de veinticinco y su sonrisa hizo menos trágico el hecho de que una hora después me mire al espejo y este pelada, voy a contarles la verdad mi mamá estaba ahí le grite, llore, pedí que me dejaran sola me acosté en mi cama y solo llore, mi pelo ya no lo tengo, ni siquiera sabia si lo iba a recuperar no podía mirarme al espejo otra vez, así trascurrió mi día.
Al fin llego la noche ya estaba acostada, mas tranquila y agotada por el hecho de haber llorado todo el día, me sentía muy exhausta asique sin darme cuenta me dormí.
El ya se encontraba a mi lado me miraba su mirada era fría y rara mas bien triste, pero no sabia cual era el hecho de que me viera así.
—Rían, ¿ que te sucede?.
—Nada, Esperanza —empieza a acariciar mi rostro con mucho cuidado el toque de sus dedos en mi piel me hacia sentirme débil ante el.
—Es por mi pelo, me vez rara?— aun estaba acostada en la cama, no se porque a pesar de estar aquí seguía muy cansada.
—Que dices , eres muy hermosa ,dime bella cuando será?—su voz era tan cautelosa.
—Mañana a las doce en punto—Sin darme cuenta tome su mano y le di un beso.
—Hay algo que no te dije, mañana si despierto que es gracias a ti—vi como una lagrima corrió por su mejilla —Cuando vuelva no voy a recordarte.
—¿Nada?, no te acordaras nada.
—No lo mas seguro es que no.
— Y que pasara entonces?.
— Yo no se bella, creía que solo saliendo de aquí voy a ser feliz, pero me niego a olvidarme de ti.
—Rían es lo que tienes que hacer, no vas a quedarte aquí, vas a despertar por que yo quiero que lo hagas tu familia esta destruida, por favor ahora solo dime que hago exactamente —mi voz se quebraba, al decir aquellas palabras una parte de mi quería verlo y que me recuerde, pero la otra quería que saliera lo mas pronto de este lugar.
—Bien, lo hare , pero prométeme que me harás recordarte, que saldremos juntos de todo esto, que te debo un helado, una cena, una noches desvelándonos hablando de cosas sin sentido, solo recuérdamelo— Se acomoda a mi lado y me abraza.
—Si prometo que lo hare.
— Mañana, cuando este solo en ese cuarto, sin vida tu entras y el viejo estará ahí el me devolverá, luego antes que despierte vete a tu cuarto y espera, no se que hagan conmigo, pero no me pierdas, búscame, ten toma esta es la pulsera—Me coloca la pulsera en mi muñeca— Y cuando me encuentres cuéntame todo.
— ¿Como te la devolvió?.
—Eso no importa, ahora importa el hecho de que me salvaste la vida Esperanza. Tu y yo nos volveremos a encontrar.
Sin añadir mas palabras nos quedamos acostados y abrazados, cerré los ojos y con el me sentía segura y completa.
Al despertar sentía una tristeza en mi pecho, la disimulé frente a mi mamá como pude, ella no podía darse cuenta, me llevaron a mi rutina, pero esta vez el doctor dijo que estaba muy débil, la horas pasaron muy rápido ya eran casi las doce, estaba muy nerviosa, mi madre se había quedado hablando con la enfermera a mi cargo, ahí empezaron los gritos desesperados de esa familia, lloraban y gritaban su nombre, el se había ido.
Después de unos minutos ya estaba lista para irme a su habitación, abrí la puerta y me escabullí hasta la siguiente . Voy a admitir que me resulto raro que no se encontrara nadie en el pasillo, mi manos temblaban, al entrar lo vi todo oscuro, todo en absoluto silencio, no estaba conectado a nada, una voz me saco de mi estupefacción.
—El esta luchando por regresar, nadie vuelve sabes es difícil lograrlo aun así con mi ayuda podría quedarse ahí para siempre, quizás condenado o perdonado no lo sabremos hasta que despierte.
—Por favor ayúdalo ¿ por que no te puedo ver?.
—No es necesario que lo hagas, ahora ponte a su lado, coloca una mano en su pecho y háblale guíalo de vuelta, cuando veas que su respiración vuelve, vete de aquí, lo demás no lo puedo saber.
No lo dude me acerque a su cuerpo y coloque mis manos en su pecho, no se sentía nada, pero empecé a hablarle tenia que guiarlo a mi.
— Por favor Rían, vuelve aquí estoy tu familia te espera, regresa aquí, yo quiero verte, escucharte aunque no me recuerdes, por qué si no lo haces me quitaras la fe de que aun hay motivos para vivir—
Pero nada sucedió el no hizo nada, las lagrimas llenaron mis ojos y varias empezaron a caer sobre su cuerpo, me acerque a su cara y le di un beso en sus labios, este seria el ultimo , ya sin fe a punto de marcharme, su pecho se elevo levemente y comenzó a respirar.
Supe que pude cumplir con el que pude ayudarlo, quizás era inevitable no sentir lo que el me hizo sentir , nunca pensé que esto fuera real al comienzo dude de todo , pero ahora el esta volviendo . A su lado se encontraba el mismo botón que tenia yo para llamar a las enfermeras, asique lo presioné varias veces y Salí corriendo de ahí una vez en mi habitación, escuche como los doctores y enfermeras corrían en su dirección , luego se escucharon gritos de felicidad al parecer los padres ya habían entrado.