El Enigma de Isaar

Capítulo 2: La nota

Raven 
 

La noche llego mientras terminaba de bañarme para poder ir con Isla al club de la cuidad, y entre en un dilema al momento de escoger mi atuendo. Si bien el clima era frío quería lucir algo más que un abrigo y pantalones largos. 

 

Miro el armario pasando prenda por prenda durante unos diez minutos hasta que me rindo y decido tomar una camisa negra, una chaqueta de cuero azul rey y unos pantalones negros. 
 


 

Dejo caer la toalla en el suelo comenzando a vestirme, cinco minutos después me calzo unos botines bajos y al terminar me dirijo hacia el tocador para maquillarme un poco. En el momento que termino de aplicar un poco de brillo labial en el piso de abajo escucho el sonido del timbre. 
 


 

Me miro al espejo quedando encantada con el resultado. 
 


 

—No está mal. —murmuro para mí misma antes de tomar mi bolso y la identificación falsa que Stephen nos consiguió hace meses. 
 


 

Bajo al primer piso tarareando una canción de Ariana Grande y al abrir la puerta principal me encuentro con una muy sexy Isla. 
 


 

Viste un vestido gris que le llega por arriba de las rodillas acompañado de un abrigo negro. Calza unos botines altos color negro que la hacen ver más alta de lo que ya es. 
 


 

—Te ves hermosa. —admito. 
 


 

Ella se da la vuelta con coquetería. 
 


 

—Gracias. —responde. —Tú también te ves hermosa. 
 


 

Deja un beso en mi mejilla. 
 


 

—Tengo que llamar a otro taxi. —avisa. —En el que vine se negó a esperar que salieras. 
 


 

Me hago aun lado para que ella entre. 
 


 

—De acuerdo. —respondo. —Así tengo tiempo de prepararme un sándwich. 
 


 

—¿No has comido? 
 


 

Niego con la cabeza. 
 


 

—¿Por qué no? 
 


 

—Me quede haciendo tarea y el proyecto del profesor Patt. 
 


 

Entro en la cocina siendo seguida por Isla. 
 


 

—Ah, claro. —responde. —Ya sabía yo que un fin de semana no podía ser tan libre para mí. Gracias por recordármelo. 
 


 

—De nada. —abro la gaveta de la alacena sacando el pan integral. 
 


 

—¿Tienes nuevos vecinos o algo así? —cuestiona. —O porque las ventanas de la casa de al lado cambiaron de cortinas y ahora hay una camioneta frente a ella. 
 


 

Muerdo mi labio inferior al recordar al chico alto de cabello castaño. 
 


 

—Isaar. 
 


 

—¿Qué? 
 


 

Mierda, lo dije en voz alta. 
 


 

—Son nuevos vecinos. —aclaro. —Creo que es una madre soltera. Su hijo es el chico que vimos en la cafetería de tu tío. 
 


 

—¿El alto de cabello oscuro? 
 


 

—Si. 
 


 

—Vaya vecino sexy tienes ahora. —me doy la vuelta viéndola comer una manzana que supongo agarro del frutero. —¿Isaar es el nombre del chico? 
 


 

Asiento. 
 


 

—Pensé que estabas por platicarme sobre otro crush literario. —dice. —No me veas así, sigo sin acostumbrarme a tus repentinos momentos de charla sobre nuevos amores literarios. 
 


 

Pongo el segundo pan sobre los demás ingredientes y comienzo a guardar todo lo que saque. 
 


 

—Además, es un nombre un poco extraño. 
 


 

Es cierto, nunca había escuchado ese nombre hasta esta mañana y eso que yo pasaba la mayor parte del tiempo leyendo libros en dónde los protagonistas también tenían extraños nombres. 
 


 

—Por cierto, —habla. —puedes prestarme ese libro que en la portada tiene el número 57 en rosa. 
 


 

Me doy la vuelta demasiado rápido que ella retrocede un poco. 
 


 

—¿Punk 57? 
 


 

—¿Tiene un 57 en rosa en la portada? 
 


 

Asiento. 
 


 

—Entonces sí, ese. 
 


 

—¿Lo vas a leer? 
 


 

—Encontré en Pinterest una imagen con alguna frase del libro, la portada estaba de fondo y creí ver que tu lo tienes en tu estantería. La frase me gusto y me dieron ganas de leerlo. 
 


 

—¿Me podrías pasar la imagen? 
 


 

Ella asiente. Segundos después mi celular suena en mi bolso. 
 


 

—Ya está. 
 


 

Estoy por tomarlo cuando el sonido de un claxon suena afuera. 
 


 

—Nuestro taxi llego. —se levanta y se cuelga su bolso en el hombro. 
 


 

¿Cuándo llamo un taxi? 
 


 

—Pero aún no me como mi sándwich. 
 


 

—Pues ni modo, lo comes al llegar. 
 


 

—Pero yo lo quiero co… 
 


 

—Mueve el culo Raven. 
 


 

Sale de la cocina y a regañadientes la sigo después de guardar el sándwich en el refrigerador. Antes de salir logro escuchar algo parecido a una ventana siendo abierta. 
 


 

—¡Raven! 
 


 

Decido restarle importancia y cierro la puerta dirigiéndome al taxi. 
 


 

×|×|×|×|×
 


 


La canción que suena mientras entramos en el lugar es Baby, I'm Jealous de Bebe Rexha y no puedo evitar tararearla. El lugar está inundado de gente pasándosela en grande. 
 


 

Ambas nos dirigimos hacía la barra y tomamos asiento los dos únicos taburetes que están libres. 
 


 

Isla pide nuestra primera ronda de bebidas mientras yo miro a la gente moverse al ritmo de la música. 
 




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