El es mi Koreano

Capítulo 26:

Adios a la paciencia.

 

Ese día al llegar al apartamento Yang Mi había decorado las paredes con fotos de ella y Shin.

Algunas besándose, en Paris, Italia, Estados Unidos y bueno, otras más hot en la que algún par de prendas faltaban.

—¿Qué significa esto? —Shin gritó al llegar al comedor.

Tape mi boca asombrada y me dediqué a ver una por una esas fotos.

—Amor, ¿cuántas así tienes con esta americana?

—Ninguna —hablé —Pero ahora tengo esta —arranque una foto de Shin de aquella pared.

—No puedes tomarla —Yang mi grito.

—Claro que si —reí —Si tu puedes decorar las paredes yo puedo tomar lo que me guste —Oh ¡Yang mi! —exclamé sorprendida —¿Eso es celulitis?

—¡Qué! ¿Dónde?

Ella corrió para ver la foto que estaba señalando.

Seguí caminando divertida y robe otra foto de Shin, pero en esta no tenía camiseta.

—Mm, está también me la quedo.

Mientras todo eso ocurría Shin no podía creer las fotos que Yang mi guardaba.

—No puedes quedarte con esa —se acercó a mi —No puedes quedarte con ninguna.

—Lo siento —Suspire —Pero tu las expusiste y las dejaste a mi alcance. Ahora jodete.

—¿Eh? —realmente estaba confundida.

—Me quedare con todas —sonreí —más tarde haré un poco de manualidades y te cortaré de cada una de ellas. Shin me ayudas a guardarlas.

—S-Si —tartamudeó.

—¡Esto no se quedará así! —ella chilló y se fue a la habitación.

Si llega a volver a hacer algo le arrancare cada una de esas pestañas postizas.

—Gracias por no perder los estribos.

Oh créeme estoy apunto.

Sonreí.

Al rato yo comencé a preparar la cena y Shin entro a bañarse.

Ni creas que cocinaré para ti Yang mi, morirás de hambre si es que no sabes prepararte algo.

Se escuchó como una puerta se cerró con un gran estruendo.

Me acerqué al cuarto pero, la puerta estaba abierta y Yang mi no estaba.

—¡¿Pero qué?! —Shin gritó desde el baño.

Abrí la puerta sin pudor y allí estaba ella, parada frente al cuerpo desnudo de Shin.

La tome de los pelos, cerré los ojos para no ver cosas indebidas y la arrastre fuera del baño.

—Tu quiere morir ¿verdad? —grité, la poca paciencia que me quedaba se había esfumado.

—Ya lo eh visto muchas veces, una más, una menos, no me harán diferencia —sonrío.

Rasque mi cuero cabelludo nerviosa.

—Si sigues provocándome, no me contendré y te irás de aqui llena de moretones.

—Tranquila Emma —Shin salió apresurado luego de vestirse.

—Tranquila las pelotas —grité. —¿Te parece una estupidez que ella entre al baño mientras te duchas?

—No

—Perfecto, llegas a decir una ves más que me tranquilice y le quemaré los cabellos con la hornalla de la cocina.

Yang mi abrió los ojos asustada y abrazó su cabello.

—Cocina tu —le ordene a Shin para luego encerrarme en el cuarto de los invitados, obviamente antes saque a Yang mi del apartamento,

—Estás loca —ella gritó desde afuera.

—Y tú necesitada —contraataque y me fui.

 



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Editado: 25.08.2020

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