Nathan a sentía cada vez que el inspector Sánchez Le decía algo que Jonson no alcanza a oír.
Nathan avisó a los de seguridad para que retuvieron al señor Jonson, mientras Nathan aún seguía hablando con el inspector.
El inspector Sánchez informó al bufete que estaban cerca de la banca rota, Nathan estaba derrotado no esperaba que eso pudiera ocurrir.
Después de colgar, llamó a la policía, cogieron inmediatamente al señor Jonson, él fue detenido, lo llevaron a la comisaría, firmó su declaración y lo metieron a prisión.
Nathan se presentó en el juicio que tenía lugar en los juzgados de New York. Su caso fue muy bien; ganó como solía hacer pero el tema de la estafa a su empresa lo tenía muy preocupado.
Eran las cinco de la tarde, Kissa salió de casa y Nathan del trabajo. Kissa llegó al colegio de Kira y Nathan llegó a casa para sorprender a su pequeña peliroja.
Iban escuchando música como a la mañana, ella seguía muy feliz, al llegar a casa vieron un camión de mudanza.
Llegaban vecinos nuevos, Kira vio a una niña de unos cuatro años más o menos.
Se baja del coche corriendo y se acerca a ella, la niña estaba se espaldas a ella; Kira toca su hombro haciéndole sobresaltarse.
La niña se acerca a su madre y le pregunta a ver si puede ir. Su madre se acerca a Kissa y empieza a hablar.
Nathan espera a su familia en casa, de repente se asoma a la ventana y ve a su hija al lado de una niña, parece la nueva vecina, Nathan sale de la casa acercándose a su mujer, el marido de la vecina se pone al lado de ella y los cuatro empiezan hablar. Después, los Cavano los invitan a comer a casa y ellos aceptan; las niñas desde ese día son amigos.
A las siete de la tarde empieza la fiesta, todo va bien, las niñas juegan con los compañeros de Kira de la escuela.
Lena es la mayor de la fiesta pero no le importa, ella se lo pasa muy bien cuidando y jugando con todos.
Meriendan, comen tarta de chocolate y reparten los regalos a la cumpleañera. Ya está anocheciendo y los niños se van a sus casas.
Cuando el último niño se va, la madre de Lena y Kira se ponen a limpiar mientras las dos niños juegan tranquilamente en la habitación de Kira.
De repente, Kira aparece en la sala de estar:
La madre de Lena y su marido se van a casa y las niñas van a dormir después del día tan agotador que han pasado.
Su día había sido muy intenso por lo que Nathan y Kissa al verlas dormidas apagan la luz y cierran la puerta.
A la mañana siguiente, Nathan va a su bufete como todos los días, pero esta vez va más preocupado que otras veces porque su negocio está cayendo en banca rota.
Los casos están empezando a disminuir, la gente de New York comienzan a desconfiar de sus servicios aunque jamás han perdido ningún caso ya que es un gran fiscal.
A la hora de comer, Nathan cierra el bufete para ir al local cercano a su trabajo.
Josh observa a Nathan desde el otro lado del local, él sospecha algo sobre Nathan, piensa en que puede ser: policía, abogado o fiscal.
Por eso, no da ningún paso para empezar con su actividad ilegal, espera a que se vaya pronto, pero Nathan no se mueve de ahí.
Josh se levanta de la silla dejándole solo a Nathan con sus pensamientos, cuando reaciona piensa: "¿que he hecho?". Se levanta de la mesa y va caminando a su casa porque es tarde.
Kira y Lena están en casa, es sábado por lo que no tienen que ir al colegio, se pasan el día entero jugando y pasándolo bien.