CAPITULO V

LAGO BAIKAL

—Ingeniero, ingeniero, tenemos un problema muy grande —entro diciendo uno de los operarios a la oficina del Ingeniero Flavio Silva.

—¿Qué es lo que sucede? ¿Por qué tanto alboroto? —pregunto Flavio a su empleado.

—esto lo tiene que ver usted mismo Ingeniero, no sé cómo explicárselo.

—estoy muy ocupado con otros asuntos, no tengo tiempo para ir a mirar cuestiones de índole operativo; déjame solo y trata de solucionarlo por tu cuenta o pídele ayuda a un supervisor —respondió Flavio mientras veía en su celular, fotografías de la nueva base que estaba por terminar de construir en Rusia para depositar agua.

—pero es que ingeniero, es algo muy grave, tiene que ve… el operario no pudo terminar de decir la frase; sin esperárselo su jefe le dio una bofetada en la boca.

—vuelvo y te lo repito, no es asunto mío los problemas operativos que ustedes tengan y si vuelves a interrumpirme, no solo te callare, sino que te despido del trabajo y hago todo lo que está en mi poder para que nadie te vuelva a contratar.

—está bien ingeniero, pero que consté que quise advertirle a tiempo el problema que se nos viene con los satélites nuevos que pusimos en órbita la semana pasada —fue la respuesta del operario mientras se secaba con la mano un poco de sangre que fluía de su labio superior.

Flavio Silva no puso atención a estas últimas palabras dichas por su empleado y siguió mirando con asombro la fortaleza que se estaba construyendo en el Lago Baikal, ubicado en Rusia. No tenía palabras para describir la fascinación que estaba sintiendo al ver que uno de sus proyectos se estaba ejecutando en aquel país y que con este se iba a poder almacenar hasta el 20% del agua dulce existente en la tierra.

Un hombre alto, de 1.80 metros, acuerpado, de peso de 80 kilogramos con una gran musculatura gracias a sus tres horas diarias de ejercicios; piel trigueña, cabello negro, ondulado y abundante y con unos ojos de color café oscuro, que cuando te miran fijamente, te intimidan. Ese es Flavio Silva, un ingeniero civil, con doctorado en estructuras de presas, que fue contratado por una firma mexicana para diseñar una estructura de concreto que encierre parte del Lago Baikal, donde se pueda tener una planta de tratamiento, en la cual se almacene el agua de dicho lago.

Pero además de ser contratado para hacer esta mega obra, Silva está encargado de colocar en órbita 10 satélites alrededor de la tierra que servirán para que Annie pueda ejecutar su gran proyecto, de los cuales, ya había puesto en el espacio 7; esto es gracias a sus conocimientos en ingeniería aeroespacial y aunque no tiene este título, por su afición a este tema, ha estudiado por su cuenta todo lo relacionado con satélites artificiales y ha sido capaz de mostrarle a Annie, con pruebas, de su capacidad para hacerlos funcionar.

El gran problema que vino a decirle al ingeniero Flavio su empleado, era que dos de los satélites que habían colocado en órbita la semana pasada, estaba teniendo fallos a la hora de realizar la operación para la cual fueron creados. Por no colocar atención a este aviso que le dio su trabajador, Flavio Silva en poco tiempo será un enemigo más de Annie.

                                                     …

Con sus 636 Km de largo y 80 Km de ancho, el Lago Baikal es el mayor lago de agua dulce no congelada que existe en el planeta tierra, equivalente al 20% de este precioso líquido. Además de ser uno de los más profundos, es un lago con agua cristalina y pura que se localiza en la región sur de Siberia, en Rusia.

En este lugar, en una de sus orillas, se estaba construyendo de forma acelerada una gran fortaleza en la cual, por medio de bombas de extracción de agua, se depositaria la mitad del volumen de agua que ocupa el lago para poder conservarla y entregársela a sus nuevos dueños: los socios de Annie.

La otra mitad del agua que quedaría en el lago, seria recogida en tanques y trasladada a la capital del país y entregada a su presidente, puesto que así fue el trato que realizo Annie con el líder ruso; la americana le mostro en días pasados al presidente ruso sus planes de crear bancos de agua dulce y le enseño lo que ella y sus socios tenían planeado hacer en los próximos meses con unos satélites que iban a rodear todo el globo terráqueo.

Al principio, el líder ruso estaba indeciso de entregarle esta gran cantidad de agua a Annie, pero al ver lo que ella y sus aliados estaban planeando, le propuso que podían construir al pie del lago Baikal su banco de agua, con la condición que le entregara la mitad en tanques y se los transportara a la capital, a lo cual Annie acepto sin ningún problema.

                                                     …

—fue una emboscada —dijo Walter a su amiga cuando ya estaban lejos del hospital y pudieron tomar un respiro.

—Brayan ya debe saber que nosotros tenemos información importante y por eso nos está buscando. Tenemos que estar muy prevenidos y buscar donde escondernos —comento Carol, mientras se sentaba en una banca de un parque a tomar aire.

—no puedo creer que nuestro propio jefe se esté prestando para algo tan terrible. El plan del mexicano, si lo logra ejecutar, acabara con la humanidad —dijo Walter, mientras buscaba noticias en su celular sobre lo ocurrido en el hospital.