El Espíritu Guerrero

Capítulo 7: Paliza de Taekwondo.

-Así es... su nombre es Martín Cooper. Le dicen Kick porque sus patadas son fenomenales. Pero claro, como no va a ser así si es experto en Taekwondo. –decía Ronnie con emoción.

-Con que Taekwondo...

-El Taekwondo tiene buenas patadas. No son como las de Karate, en los sentidos biomecánicos pero sí que tienen gran potencia. Mientras que en Karate buscas golpear con tu pierna y recoger, ellos patean con todas sus fuerzas y no recogen la pierna. Te serviría tratar de agarrarle una pierna cuando patee. Eso, si es que ves la patada. –me dijo mi Sensei.

-Vaya... primera vez que pelearé contra alguien que sabe Taekwondo. El Taekwondo es coreano, ¿no Sensei?

-Sí, si lo es. Es un arte marcial nativa de corea. Sin embargo, ahora se practica en todo el mundo como muchas artes marciales.

-En ese caso, voy a desafiarlo. Ronnie, iremos a La Jaula el viernes.

Y así fue. El viernes en la noche, estábamos hablando con el director de La Jaula Sangrienta. El que reacondicionó el lugar para las peleas y el que invirtió en convertirlo en un lugar cómodo.

-Entonces dime... ¿para qué quieres pelear contra Kick? Ese chico es una bestia en la Jaula. Estoy seguro de que deberías esperar más tiempo... si quieres. –dijo el director.

-Déjeme aclararle algo... no soy un cualquiera. ¿Conoce a Rocky Jr.? ¿El boxeador? Yo lo vencí.

-¿Tu eres el Karateka que venció a Rocky Jr.? Vaya... bueno... -se ríe. –Pues... me hubiese gustado tener más tiempo para preparar la publicidad de la pelea y todo eso... pero... en vista de que mi chico quiere pelear contra alguien digno; y en vista de que tú eres tan bueno como dicen, pues le llamaré. Tú prepárate, pelearas como máximo en dos horas. No me decepciones, llamare a unos contactos, haremos apuestas millonarias.

-Muchas gracias. Estaré esperando.

Después de haber hablado con el director de La Jaula, fui a los vestidores. Le pedir a Ronnie que me diera mi bolso... pues esa noche estrenaría mi nuevo traje. Con mi Karate Gi puesto y mi cinturón negro bien atado, estaba listo para pelear contra el tal Kick. Mi Karate Gi nuevo era blanco y reluciente, con dos franjas negras verticales en las mangas y el kanji del estilo shotokan en el corazón, también en negro. En mi espalda, cubriendo mis dorsales casi totalmente, estaba la cara realista de un tigre, hecha de tal forma que parecía como si lo hubiesen pintado con tinta. En mi Zubon (pantalón de karate) también había dos rayas verticales negras que iniciaban en mi cintura y terminaban al final del pantalón. Al lado del kanji del estilo shotokan (parte opuesta a mi corazón) tenía el kanji de Byakko, el tigre blanco del oeste. Ya listo para pelear, continué esperando a la llegada de mi enemigo. Un rato después, unos hombres de traje entraron al local y se sentaron en los puestos V.I.P. junto al director. Entonces el presentador agarró el micrófono y empezó a hablar:

-¡Buenas noches amigos! ¡Hoy tenemos una pelea especial! ¡No estaba en el itinerario pero ya va a iniciar! ¡Bienvenidos todos a la pelea entre dos peleadores sin igual! ¡De este lado, el retador! ¡Byakko! ¡Pasa adelante tigre! Ya habíamos visto a Byakko pelear antes y todos debemos estar de acuerdo en que es un peleador sensacional. Es por eso que Byakko esta noche peleara con nuestro As. ¡Pasa adelante Byakko! –Y entré al octágono. –Y de este lado, nuestro As, nuestro gran pateador... recibamos a ¡Mega Kick! –pensé que le decían Kick, pero creo que el presentador quiso darle su toque personal. –Pasa adelante Kick, muéstranos lo que sabes hacer.

Cuando Mega Kick entro al octágono pudo mirarlo por primera vez. Era un joven de pelo castaño oscuro, con buena musculatura en sus brazos, ya que los cargaba descubiertos. Traía puesto un Dobok de Taekwondo. El Dobok es el uniforme. Tenía su cinturón negro puesto y la camisa de su traje estaba desprovista de mangas. Su traje era blanco como el mío. Lo único que me intimido de él fue su altura, la cual era algo superior a la mía. Frente a frente, contra Mega Kick, cuyo nombre real era Martín Cooper, estaba listo para la pelea.

-Buena suerte. –le dije.

-Eso lo necesitaras tu amigo. –dijo él.

Pude notar algo de actitud deportiva en él, es decir, aunque era el As de La Jaula Sangrienta, él no tenía una cara de maldad, a diferencia de Rocky Jr.

-¡Prepárense para pelear! ¡Público! ¡Prepárese a observar esta gran pelea! ¡Oh! ¡Lamento tanto que muchos no estén aquí para ver esto! –dijo el presentador.

Una vez la Jaula bajó y el presentador dio la señal, nuestra pelea comenzó y la multitud del club empezó a agitarse. Kick se puso en guardia derecha y empezó a saltar. Su modo de moverse era parecido al de los combates de Taekwondo olímpicos. En cuanto a mí, puse mi guardia izquierda y me preparé para atacarlo.

-Espero que lo que dicen de ti sea cierto. He estado deseando pelear contra alguien bueno ultimadamente. –dijo Kick.

-Oh vaya... por alguna razón tú y yo pensamos igual. –le dije.



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En el texto hay: artesmarciales, acción , peleas

Editado: 02.12.2018

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