Capítulo 17: Tesso.

Después de hablar con los muchachos, me dirigí a visitar al Sensei Hiro. Tenía días que no lo veía. Debía hablar con él.

-¡Buenas! Hola Sensei. Tiempo sin verlo.

-¡Vaya! Ya yo pensaba que te habían matado, o que te olvidaste de mí.

-Ninguna de las dos mi Sensei. Vine a verlo y a hablar con usted.

Le conté lo sucedido en El Pozo de La Muerte. Se molestó conmigo por haberme expuesto a tal punto de poder morir. Pero también se mostró pensativo cuando le hablé de mi próxima pelea.

-Según mis amigos, es un peleador de Judo. Esperaba que me orientara un poco al respecto.

-El Judo es fuerte. Es un Arte Marcial que consiste en derribar a tu oponente para defenderte. Aunque también puede ser usada de manera ofensiva. Es de origen japonés y fue creado por el maestro Jigoro Kano en 1882. El maestro Kano recopiló la esencia técnica y táctica de dos de las antiguas escuelas clásicas de combate cuerpo a cuerpo japonés o Jiujitsu. En el Judo abundan los lanzamientos, las luxaciones, inmovilizaciones, estrangulaciones y desarmes. Así que debes tener cuidado con ese peleador. ¿Cómo dijiste que le decían?

-Tesso. Ni idea de lo que es.

-Yo sí. Tesso significa "La Rata de Hierro". Así es como se le conoce en la mitología japonesa a un monje del Templo Miidera, quien se transforma en un hibrido de rata y hombre. Es un Yokai, ya sabes, una criatura sobrenatural, al igual que Byakko. La diferencia es que Byakko es considerado una deidad, Tesso en cambio es un demonio. Por alguna razón le dirán así.

-Vaya. Significa que debe ser muy fuerte.

-Así es. ¿Cuándo pelearas contra él?

-Pues ¿Recuerda a Martín Cooper? ¿El Taekwondoka? Ahora somos amigos. Larga historia. Se la contaré.

Después de pasar esa tarde con el Sensei Hiro, hablamos sobre mi entrenamiento. Sería el mismo de siempre, solo que esta vez me pidió que mejorara mi fuerza muscular lo más que pudiera porque es probable que ese Judoka fuera muy fuerte. Ahora sin más nada que hacer, empecé mi entrenamiento.

El viernes de la pelea entre Martín y Tesso llegó. Me vestí y llegué a El Pozo de La Muerte con mis amigos. Éramos Robert, Martín, Janet, Ronald y yo. Los cinco amigos. En cuanto llegamos, la gente empezó a aplaudir. Empezaron a gritar "¡Byakko! ¡Byakko! ¡Byakko!" y también gritaban "¡Hurricane!". Aunque quien iba a pelear esa noche era Martín, la gente estaba feliz de que yo estuviese ahí. Frente al pozo, en una cabina alta y grande pegada de una pared, estaba el tal Carrasco con sus mujeres y sus guardaespaldas. Ahí, observaba las peleas y apostaba con sus amigos también ricos.

-¡Buenas noches señoras y señores! ¡Hoy veremos una pelea sensacional! ¡El habilidoso Hurricane se ha ganado el privilegio de pelear contra el Rey de nuestro club favorito! ¡Esta pelea estará genial! –decía el chico del micrófono.

De una puerta, bajo la cabina, salió un joven alto, de cabello negro y crespo, con una banda blanca en la frente parecida a la mía y sin camisa. Solo cargaba puesto un pantalón blanco de Judo, iba descalzo y cargaba unas muñequeras en cada mano. Medía como 1.82, era alto y su musculatura era terrible. Pero terrible en el buen sentido, es decir, ese chico se veía que podía hacer flexiones con seis bloques encima. Su nombre era Gill Damond.

-Bueno muchachos, deséenme éxito. –dijo Martín mientras se acercaba al pozo. Ya traía puesto su Dobok de Taekwondo.

-Éxito amigo. Ten cuidado, que no te agarre. –le dije.

-¡Vamos Hurricane! Le apostaré 10 mil a Martín. –dijo Ronnie.

Martín bajo al pozo por la escaleras que le pusieron. Tesso, en cambio, dio un salto y cayó dentro. Mentiría si dijera que hizo temblar la tierra pero si se sintió como si hubiese un impacto fuerte. Martín estaba listo, yo un poco preocupado y el tal Tesso estaba ahí, golpeando su puño con su palma. Se veía muy confiado. Eso me preocupó. La confianza de un peleador es muy importante. Deja mucho que decir de su poder.

-¡Llego la hora amigos! ¡Que esta pelea inicie! –dijo el presentador.

-¡Hey Byakko! –dijo Martín. -¡En cuanto le gane a este mastodonte, sigue mi revancha contra ti!

-¡Claro que sí! –le dije mostrando mi dedo en señal de aprobación.

Y así fue como la pelea entre Martín "Hurricane" Cooper y Gill "Tesso" Damond dio inicio.

Tras un intento fallido de atrapar a Martín, él le lanzó una Bandal Chagui en la espalda. Le dio muy fuerte, pero Tesso no pareció sentir nada.

-¡Patéame más imbécil! ¡Continúa! –gritaba Tesso.

-¡Wachaa! –le dio como tres Ap Chagui en el pecho y abdomen.

-¡No puedes hacerme daño! –intentó atraparlo.

-¡Neryo Chagui! –le dio a Tesso en la cabeza y le hizo caer.