Taehyung.
Llevo menos de una semana y no he tenido ninguna buena interacción con él y si para conservar mi trabajo tengo que llevarme bien con él haré todo lo posible para que esto funcione.
—Sé que Taehyung es un chico difícil.—empieza hablar, tamborilea los dedos en su escritorio como si estuviera ansioso.— Por lo que quería saber como se esta dando las cosas entre ustedes.
Empiezo a tartamudear. ¿Será que le digo la verdad?—Bueno... yo y él ... él es muy ...— suspiro, qué pasaría si le dijera que mi relación con él no es la mejor ¿me despedirá? no estoy muy segura, sé que hay un contrato pero sé que también hay letras pequeñas que pueden anularlo.—Trabajo bien con él, no me quejo. Nuestra relación profesional es como las que he tenido anteriormente y como pudo ver en mi folio siempre doy lo mejor de mi.
—Es por eso que estás aquí, señorita Amy.— me responde con amabilidad. Siempre aprecio estos comentarios, me hacen sentir mejor.—Sólo quería saber si Taehyung se estaba portando bien.
Me río.—Eso sonó como un padre hablando con la maestra de su hijo.
—Entonces es como si tuviera siete pero Taehyung vale como diez.— se levanta y yo hago lo mismo, me siento ahora más tranquila. Aliso mi falda rosada y siento que soy como un teletubie rosa al lado de este hombre.—Gracias por venir, cualquier cosa que necesites puedes decírsela a Mandy y ella me lo hará saber de inmediato.
¿Soy yo o cuando dijo Mandy lo hizo en un tono levemente diferente?
Asiento y me doy la vuelta para ir hacia la puerta pero su voz me detiene.— Y señorita Amy, tenga mucha paciencia con él si quieres que funcionen las cosas.
(...)
"si quieres que funcionen las cosas"
No quiero perder mi trabajo.
Si mi familia se entera que vuelvo como una perdedora despedida tendrán más razones para avergonzarse de mí. Suspiro sintiéndome fatal, Min Hoo me espera con un café en la mano. Me dejo caer en el sofá de la oficina que tiene el equipo de maquillaje, es muy amplio y tiene unos ventanales hermosos que dan una vista de toda la ciudad, no hay personas y me alegro por ello. Necesito desahogarme con alguien.— Necesito que Taehyung este feliz con mi trabajo sino estoy fuera y no solo del trabajo sino del país.
—Eso es trágico.— se sienta a mi lado. Lo miro de reojo, lleva, como siempre, sus gafas. Hoy está usando un suéter a cuadros muy... extraño.
—Es más que trágico. ¿Qué hago?
Hay un largo silencio largo y puedo escuchar la canción Lovely de Billie Elish en mi cabeza.
—Enamóralo.
—¿Qué?
—Enamóralo y no tendrás que preocuparte que te echen, él tiene mucho poder dentro de la industria.
Dios, quién diría que Min Hoo tenía una mente siniestra. Mis ojos verdes amenazan por salirse de mi cara.
—¿Quieres que lo use?— pregunto, entrecierro mis ojos hacia él, quizá solo está bromeando.—Min Hoo eso está prohibido y ahí sí me voy, además de tener una macha en mi historial de trabajo.
¿Qué diría si me preguntan por qué fui despedida?
"—Bueno, me involucre con una estrella."
Un portazo en la cara es lo que recibiría.
—Nuestros contratos duran tres meses, Amy.—empieza a explicar, se levanta los lentes que se le caen. —Y según nuestros resultados nos quedamos con BTS y rotamos de integrante o nos mandan con otra banda, algunos van hasta los sets de doramas.—lo miro instándole a que me diga más.—Solo tienes que mantener una buena relación con Taehyung por estos tres meses y puedes pedir un cambio en caso de que te siga tocando él.
—¿Y qué digo sin que parezca nada profesional?
—Que quieres experimentar otros looks en otro integrante.— se encoge de hombros. Alza su café y se le empañan sus lentes.
Lo pienso, sopeso la idea. Quizá no deba enamorarlo y me da escalofríos pensar en usarlo por más amargado que sea. No. No lo haré, no caeré tan bajo como para usar mis sentimientos y los de él.
Y para empezar, él nunca se fijaría en mi.
Le doy un zape en la cabeza a Min Hoo.—¡Oye!
—¡Das muy malos consejos! y yo que te creía un pan de Dios.
Me da una mirada apenada.—Es que veo muchos doramas.
Me río sin poder evitarlo.
(...)
Es medio día y estoy a centímetros del rostro de Taehyung.
Maquillandolo, obviamente.
Y por fortuna hay otros cinco más, estamos haciendo una prueba de maquillaje y peinado para la presentación del fin de semana. Taehyung parece tan cómodo ahí y va vestido con polera y buzo blanco, esta con los ojos cerrados y empiezo a esparcir con mi brocha un poco de base. Muchas personas relacionan el maquillaje que usan los hombres como si fuera una abominación. Mis padres lo hacían, decían que era una abominación que un hombre usará maquillaje. Sé que muchos tienen esta percepción, que según ellos el hecho de usar los hace menos hombres.
Y Dios, como odié aquellas palabras.
Como si algo cambiará dentro de ellos por solo usar maquillaje o un arte o un collar.
Me concentré en dejar un tono parejo en Taehyung aunque él tenía muy pocas imperfecciones que se taparon al instante. Otra compañera se encargaba de su cabello y me asusté cuando quería ser yo quien enredara mis dedos en su cabello. Lo admito, este chico es demasiado guapo para mi salud mental. La respiración de Taehyung estaba calmada como si ya estuviera acostumbrado esto.
Claro que lo está Amy, no seas boba.
Vi que otra compañera se había ido al pequeño escaparate de bálsamos y tintes de labios, por alguna razón no lógica me adelante.—¿Crees que podría encargarme de esto? Quiero aprender usar esos tintes, allá en California no son muy comunes.
Le di mi mejor sonrisa y asintió sin más. Dos chicos se fueron a por más laca y mis otras dos compañeras empezaron una pequeña discusión sobre las tenues sombras que utiliza Taehyung.
Así que solo yo estaba cerca de Taehyung.
Con un pequeño pincel le puse bálsamo en los labios. Me concentré en la forma de sus labios, traze el arco de labio superior y la curvatura de su labio inferior. Sentí nerviosismo y cuando levanté la mirada supe el porque.