Capítulo 20

Me equivoqué, no serán tres partes del Cumpleaños de Jk serán cuatro jeje.

Prosigan.

Jungkook

Es mi cumpleaños.

Se suponía que en este día todos mis deseos se cumplirían.

Pero al parecer solo es un dicho.

Celeste me cuenta una anécdota sobre cuando era adolescente y me siento mal por no prestarle toda mi atención ya que hay algo que me hace desviar la mirada a cada tanto.

Amy.

Cuando Suga me vio embobado viéndola el día de una entrevista me miro con su natural seriedad,  no hubo amenazas de que me alejará de ella, después de lo que pasó con Jin nuestro círculo social de amigos se ha vuelto imposible de integrar.

Estuve bien con eso, nunca tuve un círculo grandes de amigos por ser tímido en el colegio y  cuando empecé la banda aun seguía recibiendo clases y en ese momento solo era el intento vergonzoso de una banda.

Pero cuando vi a Amy por primera vez me hizo querer haberla conocido desde antes. Ella era como un rayo de sol a donde sea que fuera, podría reconocerla en un mar de gente solo por su fragancia. Taehyung pasa por mi lado y regreso mi atención a Celeste para evitar su mirada que a pesar de los años que somos amigos sé que cuando está molesto es mejor alejarse.

Y yo soy ese chico.

Alguien que evita los conflictos.

—Entonces salí disfrazada de unicornio...

Me quedo callado cuando capto eso. Sé que cuando alguien dice algo sin sentido es para saber si lo estas ignorando o no dependiendo tu reacción.

Espero a que Celeste me grité o se vaya molesta, lo entendería e iría a pedir disculpas. Sin embargo sigue hablando.—Mi padre me compró una vincha con un cuerno lleno de brillos.—se ríe y yo también. Sus ojos azules se ven más brillante  gracias al cambio de luz que hay en el bowling.—Pero en mi defensa solo tenía cuatro.

—Entonces estás excusada.—estamos en la pista de baile pero solo movemos la cabeza, pareceremos raros pero soy el cumpleañero y eso está permitido. Celeste parece estar más cómoda así que bailando.—Recuerdo que para una presentación, bueno, no era una presentación muy importante porque solo iríamos a hacer el tonto.— me acerco para que me pueda escuchar mejor y ella se inclina hacia mi. Mi boca queda a la altura de su oreja y al ser tan pequeña me agacho más de lo normal.—Fui un gran y peludo conejo que por dentro se estaba derritiendo pero que tenía que bailar.—se ríe.—Entonces me acorde de que mi madre de pequeño también me había disfrazado de conejo así que la llame y me pidió, escucha bien, que recitará un poema para ella como lo hice hace diecisiete años atrás.

—Y lo hiciste.

—Tuve que hacerlo. Así que, no importa la edad que uno tenga siempre tus padres te harán bullying.—señalo.

—Y eso aumenta el amor fraternal.—se separa de mi  para mirarme directamente y puedo notar el sonrojo que le cubre su rostro, a lo mejor yo también estoy así porque en este lugar está haciendo mucho calor. Más gente se empieza a reunir y en un momento alguien empuja a Celeste. La sostengo rodeando mi brazo por su cintura para evitar que caiga y muera pisoteada. Ahora hemos quedado mucho más cerca que antes y sus ojos se agrandan tanto que parece una caricatura. Por un momento solo nos miramos y pienso lo bonito que es el color de sus ojos.

Azules.

Tan azules como...

—¡¿Quién quiere jugar contra mi?!

El grito de Amy la hace girar la cabeza y susurrar una disculpa. Se arregla su cabello y baja la cara mientras que lo hace y cuando me vuelve a mirar con una sonrisa, no como la de antes, y me quedo quieto cuando me doy cuenta que puedo reconocer eso.— Creo que Amy necesita un contrincante. ¿Vamos?

Ir con Amy.

Me aclaro la garganta porque de repente la tengo muy seca.—Eso estaría bien.

(...)

Amy

Cuando vi a Eun Woo pensé que era una alucinación pero entonces cuando le di una palmadita a su brazo riendo se sintió muy real.

—¡Genial! Jugarás conmigo.—lo jalo haciendo que su cuerpo choque con el mío.

—Hoy estás muy alegre.—dice mientras levanta la bola que intento alzar.

—Siempre estoy alegre ¡Felicidad para todos!—le quito la bola y casi se me cae y me parte el pie pero uso toda mi fuerza para sostenerlo.—Nunca he lanzado una bola pero parece fácil.

Hace una mueca.—Nunca me ha gustado este juego.

Agarro la bola como si fuera un paquete ¡Que pesada es esta cosa por Dios!—¿Tampoco sabes jugar?—le medio susurro. Eun Woo es casi tan alto que Taehyung así que prácticamente le susurro en el cuello.—No importa hoy aprenderemos juntos.

Eun Woo ríe e intento meter los dedos en los hueco que hay en la bola. No hay tanta gente al rededor nuestro como lo estaba cuando Taehyung jugó y una sensación extraña se expande por mi pecho cuando lo recuerdo así que me concentro en el objetivo.

Oh diablos ¿Por qué estoy viendo doble? Bueno ya que. Volteo a ver al actor que me sacó más lágrimas en mi vida y le digo:

—Mira y aprende.—digo.

Tiro la bola como cualquier cosa menos con estilo y se va al otro carril.—Ah bueno.

Eun Woo ríe tras de mí y agarra una bola nueva.—Eso fue terriblemente malo.

Me quedo viendo con el ceño fruncido la bola que tire que rueda sin rumbo alguno.—Estaba muy segura que así lo hacían en las películas.

—Todo se ve fácil en las películas incluso morir pero todo se basa en creérselo uno mismo.— mi mente borracha le da gracia lo que dice porque no logro comprender del todo. Tira la bola y le derriba todas, mi boca se abre.—Y nadie sospechará que es fingido.

—Eres gracioso.—lo señalo con una risa tonta.—No me rendiré tan fácil.—agarro la otra bola y esta vez entrecierro los ojos para dejar de ver doble y tiro, sin gracia, la bola que se mantiene recta hasta último momento que se desvía pero derriba uno.