5: IMAGINA UNA HABITACIÓN

Un aroma conocido hizo cosquillas en su nariz, un suave perfume de lavanda, el aroma del perfume que Amelia usaba. Levantó la mirada un poco, tal vez con miedo de lo que podría encontrarse. 

    Pero ahí estaba ella, de pie, mirándola con esa típica sonrisa en sus labios. Amelia extendió su mano hacia ella, como queriendo salvarla de aquel dolor; en aquel momento Crowe se sintió tan confusa e hipócrita por haberse alegrado al ver frente a ella a su mejor amiga. 

    Extendió su mano hacia ella, en busca de su calor, en busca de su dulzura, de su aroma suave a lavanda. Pero al querer tomar su mano con la suya la atravesó como si fuera tan solo un fantasma.

    ㅡ Crowe... ㅡ el espectro murmuró su nombre, su rostro se volvió uno triste, casi podía verse la lástima en sus ojos al ver a su amiga retorcerse de dolor y amargura en el suelo del bosque. ㅡ ¿Por qué...?

    Esa pregunta hizo eco en la mente de la contraria. 

    ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? 

    ¿Por qué había perdido el control así? ¿Por qué no había protegido a su querida Amelia? ¿Por qué había preferido a aquel ser sobre ella?

    ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

    Su cabeza dolía, su pecho igual. Sentía como poco a poco comenzaba a tener todo un ataque y ni siquiera podía identificar si era uno de de ira o ansioso.

    Imaginen una habitación, denle su toque y no se limiten, haganla agradable a su vista. Ahora imagina que aquella habitación se queda sin salida alguna, que las ventanas e incluso las puertas ya no existen. Ahora imaginen como el agua comienza a filtrarse por las paredes y comienza a inundarse rápidamente. Ves todo inundarse, el agua te llega a los talones, luego a la mitad de los muslos, el pecho, tratas de nadar hacia arriba y el techo está cada vez más y más cerca.

    Así se sentía la mente de Crowe en ese momento exacto mientras se retorcía de dolor entre hojas y tierra seca del bosque. 

    Sus sentidos estaban a punto de colapsar; sus ojos, aunque estaban bien abiertos, no podían ver debido a las lágrimas que se acumulaban en ellos. sus manos se aferraban con fuerza a sus cabellos, tirando de ellos hasta sentir como de a mechones se desprendían. 

    Volvamos a la habitación, por más desesperación que sientas en aquel momento, llega un punto en el que deja de haber aire, en el que el agua alcanzó el techo dejándote por completo bajo el agua. Un momento en el que tus sentidos se bloquean y sólo te encuentras flotando en la habitación sin salida y ahora totalmente inundada.

    Así fue para ella.

    En un momento del que no se percató, todos sus sentidos se bloquearon, como si hubiese perdido por completo su propio control. Dejó de llorar, en su rostro sólo permaneció una expresión vacía sin vida alguna. 

    No podía pensar en algo.

    Solo estaba ahí.

    Entonces el sonido de las sirenas de una patrulla comenzó a escucharse en el bosque, casi por orden automática de su cuerpo que no pudo controlar, se levantó y dio un par de pasos hasta quedar justo en medio del camino de arena y piedras en el que estaba. 

    En la oscuridad las características luces azules y rojas se hicieron presente, una patrulla aparcó frente a ella iluminando su figura con las luces. Los oficiales dentro se percataron de su ropa totalmente ensangrentada, además de aquel aspecto demacrado y la suciedad que tenía, llena de barro e incluso ramas secas.

    A la mente de ambos oficiales de turno llegó el reporte que se les había dado aquella mañana y la razón por la que estaban ahí investigando en el bosque.

    La sospechosa de una masacre, Crowe Allen. 

    Ahí estaba. Sin siquiera tratar de escapar, solo templando mientras observaba la patrulla entrecerrando un poco los ojos debido a las fuertes luces.

    ㅡ ¡No se mueva! ¡Las manos en dónde las vea! ㅡ gritó uno de los oficiales saliendo de la patrulla y apuntando su arma hacia la sospechosa que obedeció a la orden sin mostrar algún signo de miedo o intenciones de escapar.

    Imagina esa habitación de nuevo...

    Una vez bajo el agua, ¿te rendirás?

    La mente de Crowe Allen podría explicarse con ese simple ejemplo.

    ㅡ Tenemos a una persona que cubre las características de la prófuga Crowe Allen ㅡ escuchó vagamente aquel reporte por radio mientras era esposada por la espalda y la obligaban a sentarse en la parte trasera del auto. 

    No terminaba de procesar nada de lo que pasaba, su cuerpo reaccionaba por órdenes que recibía aunque ella quisiera negarse.

    ¿Por qué...?

    Ojalá esto fuese una simple pesadilla.