No sabía dónde estaba, todo a su alrededor estaba muy frío y oscuro; no sentía su cuerpo, no podía abrir sus ojos. Entre la bruma sólo pudo escuchar una suave risa, una bastante conocida.
ㅡ Amelia... ㅡ susurró la chica, la voz se hizo más fuerte y murmuró de vuelta su nombre.
ㅡ Crowe....
Abrió los ojos al escuchar esa voz tan cerca. Seguía sin ver nada además de la bruma y la oscuridad. Unas manos rodearon sus hombros en un abrazo por la espalda.
ㅡ Crowe... ㅡ volvió a llamar ahora en un susurro cerca de su oreja.
Cerró sus ojos con fuerza otra vez, respiraba con dificultad y a pesar se sus inmensas ganas de correr no podía moverse ni un centímetro. Quería que desapareciera, no quería verla, se sentía culpable y con miedo.
ㅡ Perdóname... no fui yo ㅡ tartamudeó en un intento de disculparse con su mejor amiga.
ㅡ ¿Sigues pensando que no fuiste tú? Despierta y date cuenta de quién eres en realidad ㅡ se burló esa voz tan similar a la suya, pero al mismo tiempo tan desconocida. La cálida voz de Amelia fue reemplazada por aquella.
Despertó con un grito ahogado, pero no se movió un centímetro de donde estaba; su pecho subía y bajaba rápidamente a causa de su respiración.
Su vista se fijó en el techo de madera que parecía estar podrida y anticuada. No sabía en dónde estaba, ni siquiera sabía cómo había llegado hasta ahí. Se dio cuenta de que estaba acostada en un simple colchón en el piso.
Levantó la mitad de su cuerpo con algo de dificultad, quedando sentada. Aún estaba tensa y adolorida. Al sentarse se fijó en que estaba cubierta con una sábana blanca con aroma a detergente de lavanda.
Se relamió los labios cuando se dio cuenta de que estaban resecos. Tenía los pies descalzos pero seguía usando el camisón que le habían puesto antes de su interrogatorio. Partes de su cuerpo estaban vendadas como sus brazos y manos sin llegar a los dedos; su pierna izquierda tenía algunos parches y tenía banditas curativas en algunas partes como el rostro.
Trató de levantarse, pero el dolor de su tobillo derecho la hizo arrepentirse al instante. También estaba vendado con bastante cuidado, ver sus heridas le hizo pensar en lo último que recordaba, la persecución y la caída.
Miró a su alrededor, parecía ser una pequeña habitación, las paredes y el piso eran totalmente de madera y el frío parecía colarse por cada esquina, no había alguna ventana. Parecía ser la habitación de una cabaña.
ㅡ ¿Dónde estoy...? ㅡ se preguntó en voz alta mirando todo a detalle, se percató de que había una puerta en una de las paredes cercanas.
Tomó impulso y volvió a levantarse, su tobillo dolía pero no como antes, apoyándose en las paredes comenzó a cojear hasta llegar a ella. Al abrirla se encontró con un baño pequeño y abandonado, no se veía muy limpio.
Había un espejo sobre el lavamanos, se acercó a ver su rostro y se sorprendió al reflejarse en él. A pesar de las vendas aún se veían los rasguños y moretones en todo su cuerpo. El cabello despeinado, unas ojeras enormes bajo los ojos. Sabía qué su aspecto nunca fue el mejor, pero reconocía que ahora se veía demasiado mal, se veía totalmente demacrada.
ㅡ Veo que despertaste.
La voz junto al sonido del rechinar de una puerta de madera al abrirse y luego cerrarse de un golpe la hicieron ponerse a la defensiva.
Dio un par de pasos para salir del baño y encontrarse nuevamente con la mascarilla de color negro que había visto justo antes de desmayarse.
ㅡ No moriste, felicidades ㅡ levantó los brazos simulando un "hurra", su tono de voz era sarcástico.
El hombre se acercó a la joven a paso casi amenazante, Crowe reaccionó retrocediendo hasta volver a estar a una distancia segura.
ㅡ Oye, no voy a comerte o algo así ㅡ chasqueó la lengua y extendió lo que tenía en las manos, parecía ser algo de ropa.
Algo desconfiada y sin dejar de mirarlo fijamente tomó la ropa y la extendió. Era similar a lo que siempre usaba, un pantalón grueso de color negro, una camiseta blanca y un hoodie gris oscuro.
ㅡ Gracias... ㅡ dudó, el contrario asintió con la cabeza.
ㅡ Lo mejor es que evites ducharte o el vendaje se mojará aunque no es como si el la ducha aquí siga funcionando, tampoco deberías usar zapatos o caminar mucho ㅡ habló mirándola de arriba a abajo ㅡ. No te curé para nada, así que sé obediente.
Crowe agachó la cabeza mirando su pie vendado, así que él la había curado, la verdad no lo imaginó.
ㅡ ¿Y bien? cámbiate ya, ¿o esperas que también te ayude en eso? ㅡ preguntó impaciente..
ㅡ No gracias. ㅡ respondió volviendo a entrar al baño y cerrando la puerta tras de ella.
Mientras se cambiaba esperaba que el hombre con la extraña máscara se hubiese ido. Tardó mucho más de lo que normalmente tardaría para cambiarse, levantar los brazos hacia doler sus costillas y colocarse los pantalones fue absurdamente difícil teniendo cuidado de su tobillo lastimado.
Al terminar de cambiarse esperaba no encontrar a nadie afuera, pero ahí seguía el hombre de la máscara sentado en el colchón donde antes estaba.
ㅡ ¿Ya estás lista? ㅡ preguntó levantándose ㅡ Tuviste suerte de que no te atraparan antes de que te encontrara.
ㅡ ¿Cómo supiste...? ㅡ vaciló en su pregunta, no sabía si era seguro hablar con él.
ㅡ Ya estaba vigilando, pero no iba a arriesgarme con tantos policías siguiéndote ㅡ continuó ㅡ. Aunque tampoco esperaba que te lastimaras tanto.
ㅡ Yo... no quería ㅡ fue interrumpida por el contrario, otra vez.
ㅡ Lo sé. Pero como sea, ya es tarde para cambiar algo...
Ambos se quedaron en silencio un momento, el enmascarado se giró yendo hacia la puerta.
ㅡ Por ahora deberías descansar, ahora que eres una de nosotros nos vendría bien que al menos pudieses correr... ㅡ la chica asintió con la cabeza, se sentía perdida y desconfiada en ese lugar ㅡ Volveré luego, Crowe.
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Editado: 07.05.2022