El Fantasma En Mi Sofá [chanbaek]

Capítulo 5

—Lo odio, Baekhyun. —Su voz era áspera, irregular—. No me gusta estar muerto. 

—Chanyeol —Murmuró Baekhyun, un nudo en la garganta—. No lo digas. 

—No es justo. Sé que es infantil decirlo, pero no es malditamente justo.  

—Lo sé —logró decir Baekhyun, tragando saliva. 

—Te trataría tan bien, Baekhyun. Dios, serías mi mundo entero.

Baekhyun sintió un rastro de lágrimas por su mejilla, y resueltamente las limpió. —Shh, está bien, todo va a estar bien. 

— ¿Cómo puede estar bien? ¿Cómo puede algo alguna vez estar bien cuando no puedo besarte, ni puedo tocar...?  

—Sólo pasará —Baekhyun dijo bruscamente, con la voz quebrada—. Lo siento —dijo de inmediato, su voz era ronca. Tocó la puerta de nuevo, con la palma de la mano—. Lo siento, pero sólo tienes que... por favor, ten un poco de fe, Chanyeol. Eres demasiado bueno para que este sea tu destino. Eres demasiado bueno. No puedo creer eso, no lo haré.  

Oyó a Chanyeol tomar una respiración profunda, y dejarla escapar lentamente. 

— ¿Te dije alguna vez por qué vine a Seúl, Baekhyun?, ¿Te dije por qué? 

Baekhyun se sonó y limpió rápidamente la nariz. —Sí, ¿a una exposición de arte? 
 

—Eso es correcto —dijo Chanyeol en voz baja, ahora más tranquilo—. ¿Alguna vez has sentido como si una canción o un cuadro hubiesen sido hechos, sólo para ti...? 

En algún momento agarró el viejo chal de su abuela de la parte trasera del sofá y uno de los grandes cojines de una silla para acurrucarse en el suelo. No se le ocurrió pedirle, de nuevo, a Chanyeol que saliera del refrigerador, no quería que dejara de hablar. 

Había llegado a amar esa profunda voz, con su extraño y atractivo acento. 

Chanyeol había venido a ver la exposición de Van Gogh, que se exhibía por unos meses en la Galería Nacional de Corea. Tenía planeado pasar su, único y poco común, día libre disfrutando de los cuadros que había admirado por tanto tiempo, y de las vistas cercanas a la galería. 

—Tienen expuesta una pintura inigualable “Los Lirios”, generalmente se expone en el Museo J. Paul Getty en California, pero la enviaron junto con otras piezas de Van Gogh, como “Noche estrellada”, “Terraza de café por la noche”, y… 

—“Noche estrellada”, esa es realmente bonita, ¿no? —Baekhyun se sonrojó ligeramente, un momento más tarde, y se rio en voz baja—. Ah, soné como un niño de cinco años, ¿no? 

Chanyeol se echó a reír. —No, es bonita, es hermosa. Pero mi favorita es, de lejos, “Los Lirios”. 

—Espera, Van Gogh es el que se volvió loco y se cortó la oreja, ¿no? 
 

La voz de Chanyeol evidenciaba que estaba sonriendo. —Ese es. Pasó sus últimos años en un asilo, y se suicidó cuando tenía sólo treinta y siete años.  

—Así que... era uno de esos artistas torturados. 

—La evidencia indica que sí. 

—Pobre hombre. Por lo menos era famoso. 

—Sólo después de su muerte. 

— ¿Rico, entonces? 

—No. Sus cuadros valen millones hoy en día, pero cuando estaba vivo se rumoreaba que sólo había vendido una pintura. 

—Bueno... maldita sea. 

—Pienso que el rumor era cierto, que fue eso lo que ocurrió. Sin embargo, es un bonito pensamiento, dejar huella. Dejar tu huella en el mundo y en la vida de tantas personas cuando te vas; algo así da sentido a cualquier infierno que pasaras en vida. 

Baekhyun ajustó la almohada debajo de su oreja y suspiró. 

— ¿Qué? 

—Nada —dijo en voz baja—. Simplemente... me gusta la forma en la que dices las cosas. Me gusta tu voz. 

No hubo respuesta proveniente del refrigerador, y Baekhyun ahogó un bostezo. —Háblame del cuadro del Lirio. 
 

—Es mi favorito. Estaba en un asilo cuando lo pintó, lo llamó, “el pararrayos de mi enfermedad”, porque tan miserable como era, sentía que la pintura, le impedía volverse loco, o al menos eso dijo. 

—De cualquier forma, la pintura tiene tres colores predominantes: violeta, rojo y amarillo. Las flores crecían en los jardines del asilo en esos colores, y en medio de ellos había un único y solitario lirio blanco. 

— ¿Por qué uno sólo? 

—Bueno, muchos críticos o admiradores de la obra tienen diversas teorías. Algunos piensan que simboliza el nivel de aceptación que encontró en el asilo, por eso el lirio blanco intercalado entre los dos grupos de lirios de colores. Otros opinan que el lirio blanco representaba al propio Van Gogh, un solo hombre cuerdo e incomprendido entre los locos.  

— ¿Y qué crees tú? 

—Creo que... creo que era alguien solitario. 

Baekhyun frunció el ceño, seguro de querer saber la respuesta a su siguiente pregunta. —Así que ¿eres un lirio blanco? —preguntó en voz baja. 

—Tal vez. Sí. 

Baekhyun tragó alrededor del nudo en su garganta. —Entonces yo también lo soy… —dijo resueltamente—. Seremos dos lirios blancos en un mar de coloreados e inevitablemente locos lirios. —Jugó con uno de los flecos del chal—. No se puede estar solo si no estás solo. 
 

Y por tercera vez esa noche, Baekhyun fue despertado por Chanyeol, arrodillado junto a él, llamándolo por su nombre. 

— ¿Hmm? 

—Baekhyun, despierta. 

Baekhyun bostezó y se tendió de espaldas frotando su cara con las manos, recordando con una mueca de dolor que tenía un ojo morado. Fue a sentarse dándose, repentinamente, cuenta de que no estaba en su cama. 

—Ah, mierda, mi cuello. —Gimió, frotando la parte posterior de su cuello. 

—No tenía la intención de dejarte dormir en el piso de la cocina. 

Baekhyun miró a Chanyeol. — ¿Qué…? —Preguntó algo atontado y preocupado, al ver la mirada de confusión en el rostro del fantasma, algo muy inusual en Chanyeol—. ¿Qué pasa? 

—No debería haber dejado que durmieras en el suelo... 

Baekhyun frunció el ceño y se incorporó, tirando del chal por encima de sus hombros. Chanyeol se puso de cuclillas y se sentó a su lado, mirando a la nada. 

— ¿Dónde iré?  



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En el texto hay: romance, chanbaek, fantasma enamorado

Editado: 21.03.2022

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