El Fantasmita

El Fantasmita

Ha pasado casi un año desde su último trabajo "interesante", y aunque ofertas no le faltan, Lara se muere por una llamada de Alvaro; desde el casamiento que no se ven (el de Lara y Enzo).

Lara tiene una sospecha, "creo que es por la panza -piensa- si seguro, no puede ser que no tenga algo peligroso para mi; ya sé qué hacer".

Va a la Universidad de Arquitectura y entra al Departamento de

Restauración. La reconocen y la saludan. "Busco uno de esos trabajos que nadie quiere -dice- ya saben, de los que le encargan al profe Alvaro". 

"Pero si él se llevó uno hace dos meses, era bárbaro, pensamos que te lo daría, y ahora sabemos por qué, felicitaciones, Lara".

Cuando ya salía la llaman: "¿es cierto que ves muertos...fantasmas?"

"Claro -dice ella- detrás de ustedes hay uno..."

Lara llama al profe: "¡Estoy en la vereda del Decano -dice- y no me mienta porque vengo de la Facu!"

"Mirá Anita, en lo que a mí concierne podés llamar al Decano y al Santo que se te ocurra, mientras estés embarazada no te voy a pasar trabajos de esos, pataleá todo lo que quieras que yo...¡me cortó la mocosa!"

Los arquitectos dedicados a la restauración protegidos por Alvaro eran tres, ella y dos hombres, uno de 40 y pico, cuya especialización era la reforma y modernización, lo ecléctico que está tan de moda, tenía mucho trabajo y era bueno; Lara estaba en contra de lo que hacía pero arquitectonicamente hablando era perfecto, y hasta llegaron a gustarle algunas de sus obras.

El otro, más o menos de la edad de Lara hacía lo mismo que ella pero prefería edificios públicos, así que trabajaba como loco en vacaciones y descansaba el resto del año, que era lo que su alma calavera necesitaba.

¿Cuál de los dos? Conozco al profe y él a mí como si nos hubiéramos parido, así que ya les debe haber avisado sobre la panza, es mejor que no me vean, voy a probar por teléfono.

Llama al estudio de Toledo: "de la Facultad señorita -dice- necesito saber dónde exactamente es el trabajo que empezó hace dos meses"; tras un largo silencio la voz femenina dice: "no puedo decirte, Lara, a propósito, te felicito por...", "gracias Silvi, chau".

Quiere decir que lo tiene Fede, ahora solo tengo que seguirlo...

Su vieja costumbre del sillón no cambió con la boda, Enzo y la abuela se "enamoraron" enseguida y él aceptó vivir ahí, en ese remanso fresco de perfumes primaverales en medio del infierno citadino: inmediatamente trasladó sus libros que la abuela acomodó como si fueran tesoros, le dio un mueble entero y toda una pared de la sala. Enzo se "agarró" el sillón que quedaba, se estiraba, e invariablemente decía: "ah..., cuánta razón tenías

Lara, este lugar es mágico".

A la mañana siguiente la chatarra de Lara estaba escondida a la vuelta de lo de Fede, lo ve salir y va detrás, "espero que no acelere mucho, si agarra la ruta con esa máquina...chau".

Toma la ruta pero va despacio, a la velocidad del citröen, "me parece que me está despistando...en fin".

Fede llega a una entrada de muros altos cubiertos de hiedra, se abre un portón y el auto entra, un minuto después sale Fede y le hace señas de que entre. Contenta Lara acelera y pasa bajo esa enorme arcada. Fede le abre la puerta del citröen para que se baje diciendo: "mirá Lara, no sé lo que Alvaro...¡oh cielos, felicidades, ahora entiendo! bueno Larita, Alvaro está muy raro ¿seguro que está bien? digo, de la cabeza". Lara ve una luz al final del túnel y dice: "psss, está deschavetado, la tiene con los fantasmas y eso".

"Ah, claro, pobre ¿no?" -dice Fede.

"Sí, es muy triste -dice Lara- no sé qué hacer por él".

"En fin, bueno Larita, mirá, yo sé que este trabajo era para vos, así que nobleza obliga..."

"Oh no -dice Lara- yo solo quería saber, necesitaba averiguar qué pasaba con esta propiedad para que Alvaro...ya sabés".

"Sí -dice Fede- debe ser por la tragedia del niño"

"Ahhh ¡no-me-digas! Debe hacer mucho tiempo".

"No -dice Fede- 67 años de la muerte del niño y 68 de lo de sus padres, es bastante reciente ¿te lo cuento con unos amargos, o no podés?"

Adentro Lara escuchaba atenta lo que dijo el jardinero que dijo el casero que murió el año pasado, la historia es así:

"Hace 70 años hubo aquí una gran boda, se casaba el único hijo de los dueños ya fallecidos, y literalmente tiraron la casa por la ventana; los novios, altos, delgados y aristocráticos, saludaban en el gran salón a los ilustres invitados a medida que llegaban, cuando ya todos estaban ubicados saboreando las copas y bocadillos previos al festín, entra una muchacha con un revolver en su sien, "oh no" -dice Lara, Sí -dice Fede- ¿te sentís bien? ¿sigo?

bueno, resulta que el  novio era bastante picaflor, las muchachas con quienes se involucraba siempre eran pobres y él lo arreglaba todo con dinero, pero ésta no solo se enamoró, sino que se embarazó y creyó que él la desposaría, así que cuando los abogados le ofrecieron dinero lo aceptó pero con él no solo no abortó sino que compró..." "¡el revolver!" -dice Lara.

"Acertaste, el caso es que después de maldecir a la pareja y sus descendientes se descerrajó un tiro cayendo muerta a los pies de ellos, el traje de la novia quedó rojo de sangre y en medio de alaridos histéricos fue llevada arriba.



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En el texto hay: misterio, fantasmas, viaje en el tiempo

Editado: 17.03.2020

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