El Final Del Cuento De Hadas

09

La vida color de rosa no tiene nada, en realidad es más oscura de lo que aparenta

Estaba volviendo a casa después del trabajo, con la música a casi todo volumen de mi celular. Venía disfrutando del hermoso día que era hoy.

Cuando di vuelta en la esquina, vi que en la puerta de mi casa se encontraba Caleb, a punto de tocar el timbre de ésta

Apure el paso y una vez casi cerca de él, me saqué los auriculares

—Hola—dije con voz suave.

Él se dio vuelta y al verme, sonrió

—Hola, ¿cómo estás?—preguntó acercándose a mi y depositando un beso en mi mejilla

—Bien, ¿tu?—la verdad es que ya no sabía si quería seguir enojada con él o no

—Ahora, mejor. Pensé que no me ibas a hablar. Es la segunda vez que toco el timbre y nadie me atendía—se rió

—No que va, estoy semi enojada, pero tampoco soy mala persona y una mal educada—me reí

—¿Será que me das una última oportunidad para ganarme tu perdón?—preguntó Caleb viéndome a los ojos

—Esta bien Caleb—ya en serio no quería estar "enojada" con él

—Mira, prepare lo que voy a decir toda la noche. Por favor, no me interrumpas—me reí y asentí con la cabeza. Él me sonrió y soltó un suspiro— Siento tanto haberte decepcionado, que la verdad es que no sé ni cómo darte explicaciones, porque todas me resultan absurdas, ni sé cómo pedirte perdón. En cambio, sí sé perfectamente que me equivoqué, que traicioné la poca confianza que habías depositado en mí. Y por eso estoy aquí, intentando pedirte perdón. Pero quiero que sepas los motivos o, más bien, el único motivo sincero, que me llevó a "decepcionarte"—dijo ésta última palabra haciendo comillas con los dedos—Fue por miedo. Tenía tanto miedo del camino que estaba tomando nuestra relación, por así decirlo. Tenía tanto miedo de lo que estaba empezando a sentir, de lo que estoy empezando a sentir. Tenía tanto miedo de estar yendo demasiado deprisa, que algo en mi interior me obligó a dar un paso atrás. Tampoco fui muy consciente de cuanto lo estaba arruinando, la verdad. La verdad es que fue algo motivado por el egoísmo y el miedo, y por eso te pido perdón. No tengo ni idea de cuál es la mejor manera de reparar el daño, pero estoy dispuesto a trabajar en esto hasta recomponerlo. Porque si de algo estoy seguro en estos momentos, si de algo ha servido mi error, es para saber lo que quiero y lo que no quiero. Y lo que quiero, es tenerte cerca por más tiempo, por mucho más tiempo—me agarró las manos, me miró a los ojos y trago en seco—Me gusta tenerte cerca, me gusta como me comporto, como soy cuando estas cerca, y lo que no quiero es que te alejes

No se que me llevó a hacer la siguiente acción, pero no pude contenerme. Me lancé a sus brazos y lo besé. No fue un beso de telenovela, pero fue un beso de perdón. De perdón de parte mía, de qué aceptó su perdón, de todo.

Me separé de él cuando me di cuenta de lo que hice, y me rasque la nuca nerviosa y lo miré
 
—Que bueno eres con las palabras, eh—me reí y él me siguió

—¿Entonces si me perdonas?—dijo sonriéndome

—Mira Caleb, es..—y en ese momento se me ocurrió una idea, al ver a mi vecina Beatriz en la ventana viéndonos—¿quieres entrar a mi casa mejor?—le sonreí mientras le hacía un ademán con las manos hacía la puerta

—Claro—me sonrió

Me giré y me dirigí hacía la puerta con Caleb atrás mío. Abrí la puerta y lo dejé pasar primero. Luego de que él pasara, cerré la puerta y lo guié hacía la sala

—¿Quieres algo para tomar?—pregunté señalando la cocina con el pulgar

—No gracias, estoy bien. Por cierto, linda casa—dijo viendo todo el lugar

—Gracias. Entonces, toma asiento con tranquilidad—le sonreí

Vi como se sentaba en el sofá grande. Deje mi bolso en el sofá pequeño que estaba a mi lado y me quité los zapatos que me estaban matando y los dejé tirados ahí también. Él al verme se rió y negó con la cabeza. Me acerqué a él y me senté a su lado 

—Lo siento, no los aguantaba más—me reí

—Tranquila, entiendo—lo miré enarcando una ceja—bueno, eso creo. Pero dime, ¿qué es lo que me ibas a decir allá afuera?—se acomodó mejor en el sofá para tener una mejor vista de mi

—Cierto. Mira, si tarde demasiado en "perdonarte"—dije haciendo comillas con los dedos—fue porque no quería que me tomaras por una idiota

—Jamás iba hacerl...—lo interrumpí

—Déjame hablar ahora a mi—él asintió con la cabeza—Porque mira, si te perdonaba la primera vez que viniste a mi casa, así de rápido, sería para mal. Porque mira, digamos que todo va bien entre nosotros, ¿no? y tu cometes algún error, y luego vienes con el mismo perdón pedorro que me diste la primera vez—me miró indignado y luego se rió—fue muy malo tu perdón, debes aceptarlo. Bueno, cuestión de que yo te perdono, ¿no? y luego de un tiempo vuelves a cometer un error, y vuelves con otra simple labia a pedir perdón, o sea no. No iba a permitir que creas que soy esa clase de chica que con un simple perdón ya está todo arreglado. Aunque, para serte sincera, en el momento que recibí las flores ya te había perdonado, pero tengo que proteger mi corazón, ¿entiendes?



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En el texto hay: romance, misterio y drama, dolor y odio

Editado: 15.02.2020

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