El Final Del Cuento De Hadas

12

El destino te puso nuevamente delante de mi

Ya había pasado una semana. Una semana desde que no hago más que bajar para comer y volver a la cama o incluso, que me traigan la comida a la cama, así es, esos días es dónde estoy todo el día en cama. ¿Qué divertido, verdad? Te lo dice una mujer, que está acostumbrada a nunca estar quieta y que ahora, tenga que estar todo el día en cama

Estaba viendo televisión en mi habitación, cuándo Fran entró caminando hacia mi

—Hola amor—dije ya no tan afónica

—Hola mami, ¿cómo la llevas?—preguntó Fran

—Mejor, me siento mejor, ¿tú?—le sonreí

—Me alegro mami. Bien, yo estoy bien. Aquí te traigo agua y tus medicinas—dijo mientras colocaba todo en mi mesita de luz

—Gracias mi amor—le sonreí para acto seguido tomar el medicamento

—¿Qué ves?—dijo Fran viendo el televisor mientras se acostaba a mi lado

The Mentalist. Fran, amo tener tu compañía, pero no deseo que te enfermes—dije mirándola seriamente

—Nunca la vi, ¿está buena?—dijo haciendo caso omiso a mis palabras

—Fran, te hablo en serio. Tú tienes instituto y no quiero que te enfermes—dije totalmente seria

—Perdón ma, es que te extraño. Extraño que me estés gritando o que juegues conmigo y con los chicos, y bueno—dijo Fran 

—Mira tú, ahora sí me extrañas ingrata, pero bien que luego me dices que te estreso y que no te dejo vivir—dije haciéndola reír—pero lo sé, yo también los extraño y eso que vivimos en la misma casa eh—me reí ahora yo—pero corazón no puedes estar en el mismo ambiente que yo. Por ahora no puedes estar ni tu, ni los niños en mi habitación, porque está llena de mis germenes por todos lados. Y sobre todo mi cama—dije mientras le otorgaba una sonrisa triste

—Tal vez yo no pueda estar aquí en tu cuarto, pero tú si puedes estar en la sala ¿no?—dijo Fran. Estaba por hablar, pero no me dejó— es fácil, vamos a ver la serie que estas viendo aquí, abajo en la sala, tu te llevas tu frazada, tus pañuelos y tal. Nadie toca nada de lo tuyo para no contagiarnos. Fácil—se encogió de hombros

—Esta bien—dije mientras me sonaba los mocos—ve bajando y prende la tele. Ahora bajo yo. Ah, y lleva por mí mi caja de pañuelos, ¿si?—dije mientras se la entregaba

Ella sonrío y asintió con la cabeza, mientras salía de mi habitación.

Me coloqué mis pantuflas de osito, agarre mi frasada con la que envolví todo mi cuerpo y salí de mi habitación para ir hacia la sala.

Estaba por llegar al último escalón, cuando me encontré con Alex, quién me miró sorprendido

—¿Ya te encuentras mejor?—dijo viniendo hasta mí e inspeccionando mi cara con ambas manos. Asentí con la cabeza, ya que él estaba apretando mis mejillas y se me hacía un poco difícil modular alguna palabra—bien, entonces... ¿A dónde ibas?—preguntó curioso mientras soltaba mi cara y me ayudaba a bajar el último escalón que faltaba

—A la sala a ver tele con Fran—me encogí de hombros mientras le otorgaba una sonrisa

—¿Puedo ver tele con ustedes?—preguntó con una sonrisa de niño pequeño

—Está bien—dije sonriendo como boba

Entrelazó sus dedos con los míos y me llevó hasta la sala. Al ingresar en ella, Fran nos vio con una mirada llena de complicidad y Alex le sacó la lengua. Si, así es, es tan maduro.

¿Por qué será que todos los hombres que alguna vez me llegaron a gustar, son inmaduros? ¿Tendré un imán que los atrae?

Nos sentamos al lado de Fran, quedando yo en medio de ambos y colocamos mi serie. Amaba The Mentalist, era la mejor serie policial.

Fran estaba super concentrada viendo la serie mientras comía papitas. Mientras que yo estaba con la cabeza apoyada en el hombro de Alex y éste me abrazaba por los hombros.

Estábamos todos muy concentrados viendo la tele, cuándo a la sala entró Patrick

—¡¿Ves que si quieres quedarte con mi hija?! ¡¿Ahora hasta ven series juntos?!—gritó viendo a Alex

Fran se levantó de su asiento, dejando el tazón con papitas en la mesa ratonera y fue a abrazar a Patrick

—Aunque Alex me caiga mejor a veces, tú sigues siendo mi padre—le sonrió y le dio un beso en la mejilla

Acto seguido de eso, le agarró la mano y lo llevó hasta el sofá que estaba al lado de ella, lo hizo sentar allí y le entregó su tazón de papas para luego ella retomar su lugar a lado mío 

Ya casi iba a terminar el caso, cuándo Patrick habló nuevamente

—¡Oye! ¿Cómo que Alex te cae mejor?—preguntó Patrick

Alex y yo lo miramos sin entender de qué carajos hablaba, hasta que Fran soltó una carcajada



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En el texto hay: romance, misterio y drama, dolor y odio

Editado: 15.02.2020

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