El Final Del Cuento De Hadas

20

Sería un error quedarme y darte esperanzas. Así que, esta noche, es dónde decido que es momento de alejarme

SARAH

Hoy realmente era un día extraño, o por lo menos, yo me sentía así. Me sentía totalmente extraña.

Estaba sirviéndome el desayuno, ya que me había despertado tarde. Así que ahora mismo me estaba encaminando hacia el comedor, para desayunar con mi familia. Me senté al lado de Alex, quien me sonrió y por inercia, le devolví la sonrisa

Todos estábamos desayunando en silencio, lo cual era bastante extraño, ya que ésta familia nunca se callaba.

—¿Murió alguien?—dije luego de tragar mi huevo revuelto

Todos en el comedor se giraron a verme extrañados y asustados

—¿Qué?—dijo Aurora aún viéndome anonadada

—¿Qué sí murió alguien?—volví a preguntar

—No estaríamos entendiendo a qué viene esa pregunta Sarah—dijo Patrick confundido

—No, digo, como todos están callados y se siente una tensión fuerte, pues... Pensé que alguien se había muerto—me encogí de hombros

—No, nadie murió, sino que... Sino que tuvimos una discusión fuerte hace unos minutos, y, creo yo, nadie quiere decir algo para arruinarlo nuevamente—dijo Aurora

—Ohh—dije antes de tomar un poco de café—¿y puedo saber por qué discutían o mejor me quedo callada desayunando?—dije antes de meterme a la boca mi huevo revuelto

—Si, si. Pero antes de contarte, quiero hacerte una pregunta—dijo Patrick, haciendo que lo mire curiosa—¿Sabías que Francesca, tu hija, tiene dos tatuajes?—nunca había visto a Patrick tan serio como lo estoy viendo ahora mismo

Al terminar de decir esas palabras, me ahogue. Alex empezó a golpearme la espalda, puesto que no dejaba de toser. Tomé un poco de su jugo y me calme un poco

—¿Dos?—pregunté atónita, girándome a ver a Fran, quién al verme bajó la cabeza

Si, así es ingrata, baja la cabeza por no decirme que tenias dos tatuajes y no uno.

—¿Ves Aurora? Ni siquiera Sarah, que es su madre, sabía acerca de los tatuajes y tu sí. Por lo menos, deberías habernos dicho algo—dijo Patrick mirando severamente a Aurora

—No es mi deber comentarte que tu hija tiene tatuajes. ¿No crees que es responsabilidad de ella?—dijo Aurora contraatacando—Además Patrick, por favor, Fran tiene dieciocho años, ya no es ninguna niña que no sabe lo que hace—tomó un poco de su café para luego negar con la cabeza

Estaba por decir algo, pero la mano de Alex en mi antebrazo hizo que lo mirara ver negar con la cabeza

—Es mejor que no te metas—dijo para que solamente lo escuchara yo

Lo ignore olímpicamente y me giré hacia el matrimonio que seguía discutiendo

—Yo sí sabía acerca de los tatuajes—dije haciendo que todos los presentes, me miraran

—¿Cómo?—dijo Patrick sorprendido

—Eso Patrick, que sí sabía acerca de los tatuajes. Bueno no—vi alivio en su cara por un momento—no sabía que tenía dos. Uno sí, dos, no—me encogí de hombros, mientras veía como soltaba los cubiertos en el plato

—Ah, pero no lo puedo creer—se recostó en el respaldar de la silla, mientras se agarraba el puente de la nariz con una mano y cerraba los ojos

—Vamos Patrick, no es para tanto—dijo Alex interviniendo por primera vez

—¿Qué no es importante Alex?—levantó la cabeza para mirarlo—Todos en esta maldita casa lo sabían, menos yo. Mi esposa, mi ex, seguramente Brad también lo sabe—Brad estaba por abrir la boca, pero Patrick levantó una mano en su dirección—no digas nada Brad—el susodicho volvió a cerrar la boca y a concentrarse nuevamente en su desayuno—estuvieron viéndome la cara de idiota

—¡Ay Patrick, por favor!. ¿Todo por un maldito tatuaje?—dijo Aurora enojada

—Si. Todo por un maldito tatuaje, ¿y sabes por qué? Porque estamos hablando de MI hija—marcó la palabra Mi, mientras se señalaba a él mismo

—Exacto, por qué es TU hija, no vi conveniente decírtelo. Y estoy segura, que Sarah piensa igual—dijo Aurora viéndolo a los ojos, antes de tomar nuevamente de su café

Patrick se giró hacia mi y me miro sorprendido, como reaccionando y recordando el hecho de que, yo también sé acerca de los tatuajes

—Es cierto, tú también lo sabías. ¿Por qué no me dijiste nada?—se cruzó de brazos mientras me miraba atónito

—Porque no nos corresponde algo así Patrick. A ninguno de nosotros. A la única que le corresponde eso, es a Fran. Si fuera algo grave, algo sobre su salud, algo que sé, que está verdaderamente mal, sí, te lo habría dicho. Mientras, no. No tengo por qué contarte todo sobre Fran. Para algo ella también tiene boca, ¿no crees?—dije harta ya de la conversación



#9449 en Joven Adulto
#10139 en Thriller
#5787 en Misterio

En el texto hay: romance, misterio y drama, dolor y odio

Editado: 15.02.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.