El Final Del Cuento De Hadas

26

Te di la llave cuando la puerta no estaba abierta

SARAH

Otro día más que no sé nada sobre mi hija ni Noah. Otro día más en la desesperación. Otro día más que la busco. Otro día más, y ya.

Había pasado un mes desde que Fran desapareció y casi dos meses desde que Noah también, y, todo se sentía tan... Gris. Por lo menos para mi.

Pasó un mes, desde que Devon y yo nos acercamos más. Sé que suena egoísta, pero es reconfortante estar con él. Devon me hace sentir que todo está bien. Y, lo más raro y loco, es que Alex y Aria también se han acercado mucho este tiempo, hasta podría decir que salen por más que ellos dos no digan nada, lo sé, se les nota.

Me dirigía hacia mi cuarto, cuando vi a Brad sentado en su cama, se lo veía triste. Para ser sincera, él era quien peor la estaba llevando. Él y Dallas

—Hey campeón, ¿todo bien?— pregunté mientras me acercaba a él

—No sé. ¿Todo está bien Sarah?— preguntó viéndome mientras yo tomaba asiento a su lado

—Oh vaya— dije sin saber que responder, para luego suspirar— para serte sincera, no, no está nada bien. Pero estoy estoy más que segura, que lo estará—le sonreí para reconfortarlo

—¿Cómo lo sabes tía Sarah? Yo sólo sé que quiero que Fran vuelva para mi cumpleaños. No quiero pasar un cumpleaños sin ella. No quiero— dijo viéndome con sus ojitos llenos de lágrimas

—Oh cariño— lo abracé para luego acariciar su brazo— no puedo decirte que ella vendrá antes de tu cumpleaños. Pero sé, que desde dónde sea que ella esté, te deseará un muy feliz cumpleaños

—Yo siempre he estado con ella tía. Estuve cuando estaba triste, cuando se peleaba con Hannah, estuve ahí siempre. Soy chico, tengo casi ocho años, pero no soy tonto Sarah. Ella es mi hermana y yo haría cualquier cosa por ella, pero ahora, me siento totalmente incompleto. No tengo quién me moleste, ni tengo a quién molestar. No tengo quién me dé un abrazo o a quién contarle todos mis problemas que ocurren en la escuela, ni tengo a quién preguntarle como le fue hoy en el instituto. ¡No tengo a mi hermana! Y me duele. Me duele demasiado. Pero más que dolor, siento miedo. Miedo de que no vuelva. Soy chico, si, pero siento angustia cada vez que veo una noticia en la televisión sobre alguna mujer muerta, temo que sea mi hermana quién aparezca en esa noticia. Tengo miedo de que ella nunca vuelva — dijo llorando como nunca lo había visto llorar 

Al escucharlo decir todas esas palabras y verlo así de quebrado, se me rompió el corazón en miles de pedazos, se me desgarro el alma y hasta siento que no puedo respirar con facilidad. Tengo un nudo en la garganta, pero no puedo permitirme llorar. No enfrente de él. Debo de ser fuerte

—No digas eso nunca más. Ella está viva, lo sé. Lo presiento— dije tragándome todas mis lágrimas

—Tengo casi ocho años Sarah, pero puedo ver como intentas hacerte la fuerte por mi. No lo hagas. Si quieres llorar como yo lo estoy haciendo, hazlo. Esta bien romperse de vez en cuando— no pude más y llore. Llore como una niña a la cual le habían quitado su muñeca. Pero, en vez de haberme quitado una muñeca, me quitaron a mi hija

Brad me abrazó más fuerte y yo nos recosté en la cama mientras acariciaba su cabello con una mano y trataba de tararear una canción tranquilizadora para él

—No intentes reconfortarme tía, porque no habrá quién te reconforte a ti. Así que, podemos llorar los dos, que los dos nos reconfortaremos así— dijo él sobre mi pecho

No sé cuánto tiempo pasó, hasta que los dos pudimos tranquilizarnos. Al parecer habíamos guardado mucho dolor, pero ahora, me sentía un poco más liberada, aunque aún sentía una opresión en el pecho y me sentía incompleta, pero más liberada. Me limpié el rastro de lágrimas de mi mejilla y escuché la respiración lenta de Brad, entonces me di cuenta que se había dormido. Lo separé de mi acomodando su cabeza en la almohada, me levanté de la cama y le saque las zapatillas para luego arroparlo bien en la cama. Acto seguido, salí de su habitación y me dirigí hacia la sala, pero al empezar a bajar las escaleras, escuché algo que hizo que me quedara paralizada

—Dimos con el lugar dónde tienen a Fran y a Noah— dijo Aria

Bajé más rápido lo último que me quedaba de escalones y trote hasta la sala

—¿Qué?— pregunté haciendo que todos se giren a verme

—Ya sabemos dónde está Fran y Noah, Sarah— dijo Devon

Corrí hasta él y salté enrollando mis brazos sobre su cuello feliz, mientras que él abrazaba mi cintura y se reía. Me separé de él y agarre su rostro con ambas manos para luego unir nuestro labios. No sé qué fue lo que me impulsó a hacerlo, pero me alegraba haberlo hecho. Él tardó en reaccionar, pero lo hizo siguiéndome el beso. Me atrajo más a su cuerpo profundizando el beso, pero cuando ya empezó a faltar el aire, nos separamos sonriendo. Lo mire a los ojos y vi un brillo especial en ellos que me gustó. Me agrado ver eso.



#9513 en Joven Adulto
#10199 en Thriller
#5826 en Misterio

En el texto hay: romance, misterio y drama, dolor y odio

Editado: 15.02.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.