El Futbolista y yo

3

Salimos de la oficina del profesor, en silencio, camine hasta mi loker él se quedó parado detrás de mí, ¿en qué te metiste Sophie Lombardo? Suspire y saque algunas cosas, mire el papel, debería ir por muchos libros, sonreí.

 

—Haré los horarios para que podamos trabajar —Indique —Aquí está tu horario, no diré nada si es lo que te preocupa, podemos reunirnos después de clases, pero debo ver 

—No me importa si dices algo, si no logro recuperar mis notas, perderé mi puesto en el equipo y la oportunidad profesionalmente

—¿Jugarás profesionalmente?

—Posiblemente, pero tengo un plan b

—Bien, yo haré todo lo que está en mis manos y tú harás todo lo que está en las tuyas —Sonreí —Bien, Ricci nos vemos después 

—Lombardo —Pase por su lado con mis cosas

 

Las clases de ciencias había sido la última, y nos habían dejado un proyecto para el final del año escolar, otro que se acumulaba a la lista. Regrese a rápido a clases y subí a mi habitación, tenía hecho un desastre mi cuarto con tantos papeles.

Imprimí el horario para mañana y los libros, saque apuntes de algunos libros de Alejandro, quien había pasado hace tres años el mismo curso que estaba tomando Ricci; después estaban los apuntes de mi nuevo proyecto. Mire mi computador la hoja de word tenia el título de mi ensayo bufé, recogí mis cosas y baje a la cocina, moría de hambre, mis padres estaban ahí.

 

—¿Sigues viva? —Pregunto mi padre —¿Hambre? 

—Mucha. 

—¿Cómo vas con eso el ensayo? —Pregunto mamá —¿Ya tienes algo?

—Mmm… no, pero ya se me ocurrirá algo

—Has pensado en la Universidad

—Falta para eso

—Sabes que no —Bufe 

—Yo no lo pienso aún 

—Bien porque no te vendría mal estar con Alejandro, claro que él estaría dos semestres más que tú y eso bueno 

—Lo pensaré —Sonreí 

 

Mis padres trabajaban, pero al menos me escuchaban y se involucraban en mis cosas, les informé que vendría un chico para clases, porque había sido la única forma de aplazar la fecha de entrega a mi ensayo.

Ellos asintieron, el llanto de un bebe nos alertó, Mónica entro con su bebe llorando, parecía loca, yo me volvería loca, Mateo entro detrás de ella, parecía que sufría, yo sufriría si una beba llorara las veinticuatro horas del día, ocho días a la semana. 

—¿Puedo? —Pregunte con la intención de votarla por la ventana, cuando la tome la mire y fue como si supiera lo que quería la mecí lentamente mientras sus gritos disminuían, frote su pancita y ppm el olor fue horrible, ella sonrió. —Pero qué cochina, he —Alzo los brazos —Eres una insoportable, pero que se le va a hacer eres igual a qué tu madre 

—Oye

—Lo siento, qué gas, por cierto, creo que necesita un cambio de pañal

—¿Como sabías qué hacer?

—No lo sé, es un bebe, había un documental de bebes y no quería moverme y termine viéndolo, verdad Pía —Balbuceo —Dice que sí —Se la regrese a su mamá 

—Si hubiera sabido que para poder dormir deberías cargarla hubiera venido antes 

—Lástima por ti —Le dije a Mateo —Bueno mañana tengo que hacer un montón de cosas, por cierto, vendrá un chico

—¿Sales con alguien?

—Me ves con cara de boba, no, son para clases, es por lo del proyecto —Sonreí —Buenas noches, adiós, hermosa Pía 

 

Comí mi emparedado de pavo en mi cuarto mientras revisaba mis apuntes cuando, mi celular sonó, mire el número, no estaba en mis contactos, le di al botón de contestar.

 

—Hola

—Lombardo 

—Ricci, ¿cómo tienes mi número? 

—Tengo contactos —Bufé 

—¿Puedo ayudarte? 

—Yo quería saber si mañana vamos a quedar o algo con eso de las clases —Prendí mi computadora y envié el archivo a su número

—Te acabo de enviar el horario de las clases, como verás, tendremos clases hasta el fin de semana para cubrir el terreno suficiente, y te iba a pedir tus apuntes y libros y eso, para saber en qué situación estamos 

—¿Has hecho esto antes?

—Solo he dado clases así, así, ya sabes de temas para ganar créditos, no clases de todo el ciclo 

—Bien

—Bueno Ricci si no tienes nada más que preguntar buenas noches 

—Buenas noches, Lombardo, por cierto me gusto tu ropa interior —Colgué 

—Cerdo 

 

Moría de sueño, no parecía que si me quedaba quieta me quedaría dormida, camine hasta la biblioteca cuando entre Ricci ya estaba ahí, me siente frente a él, había libros y cuadernos.

—Es lo que pediste 

Asentí y mire los cuadernos, pero que era esto había la información necesaria para pegar una buena nota, mire al chico frente a mí.

—Dime que sabes sobre esta materia 

—Es obvio que nada —Hablo —Mis apuntes fueron hechos por otra persona 

—Bien —Saque los apuntes que tome ayer del cuaderno y libros de Alejandro —Mira, esto es el resumen del resumen, repasaremos todos los días y te daré nuevas hojas cada semana, es de todas las materias, ¿por cuál quieres empezar?

—La más fácil 

—Comencemos Ricci 

 

No sé cuanto llevamos ahí, pero estaba segura de que este sujeto era muy listo, solo que no le daba la gana de aplicar su conocimiento, sus respuestas eran casi perfectas, uno que otro error.

—Sabes, estoy pensando que la razón para no sacar buenas notas estás muy lejos de no saber o entender algo —Lo mire 

—Explicas bien es todo —Indico 

—Bien señor, explicas bien, creo que podemos dejarlo por hoy 

Asintió, mi celular sonó, mire la pantalla, Zec ya se había ido con los demás, debía ir a pie a casa o podía llamar a Mateo para que me recoja, pero conociendo su caso estaría durmiendo.

—¿Quieres que te lleve?

—No, iré a pie a casa, gracias —Guarde mis cosas

—Yo te llevo —Tomo mi mochila y comenzó a salir —Mueve esas lindas piernas Lombardo 



#11335 en Novela romántica
#2307 en Chick lit

En el texto hay: nerd, futbol, futbol y mucho amor

Editado: 01.10.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.