#Dona
Ese era el nombre que le había aparecido a Emily en una chorrera de tuits apenas entró a la página. No tenía ni la más básica idea de quién o qué podía ser esa o ese Dona, pero en la sección de contactos habían empezado a enlazarla a ella con aquel peculiar nombre de alimento.
Bitsy Lane @DannylovesBitsy
#Dona es mucho mejor.
Alexa Imperious @AllAboutBomi
Chicas, yo sé que #Dona es real.
Marita Capranos @DantonWhorecaholic
Tengo mi teléfono lleno de montajes de #Dona y son lo mejor.
La chica se rascó la nuca, sacando los ojos del ordenador para observar a su amigo diseñador, quien se rompía la cabeza sobre su mesa de bosquejos para poder unir todas las palabras de su segunda renovación de votos. Chocaba el bolígrafo rosa con plumas contra sus labios repletos de bálsamo.
—¿Harlem? —llamó Emily sacándose las gafas de lectura.
—¿Sí? —cuestionó el hombre distraído.
—¿Tienes idea de quién es Dona?
Harlem despegó sus oscuros ojos del papel frente a él y la observó detenidamente;
—¿Donna Summer? —sorteó—. ¿Donna Karan?
—No, este Donna lleva solo una ene.
—¿Dona? Es una rosquilla hasta donde sé —le comentó—. ¿De dónde lo sacaste?
—Twitter —murmuró detallando un poco más los tuits. Harlem se aproximó con lentitud hasta posarse tras ella en la silla.
—Entra en alguno que tampoco sepa nada —comentó el hombre detallándolos por encima—. ¡Mira, entra en ese!
Maddie Lane @MadBlanch
Disculpen mi ignorancia, pero llenaron mi inicio con #Dona. ¿Quién carajos es Dona?
Tina Lane Ferguson @MonaInspirator
#Dona es la pareja más hermosa de la historia ¡Son Danton Lane y Mona Ferguson!
—¿¡Qué!? —chilló Emily exaltando a Harlem, quien dio un respingo tras ella e inmediatamente comenzó a temblar—. ¿Qué es esto?
—¡Oh por Dios, oh por Dios! —gritó exagerado tomándose de la cabeza—. ¡Cálmate, Emmilianne, cálmate!
—Yo estoy calmada —murmuró observando como era su amigo el que parecía estar perdiendo el control.
Le dio unas cuantas palmaditas en el brazo para que recobrara la compostura y recién ahí el mismo pareció darse cuenta de toda la escenita que había montado.
—Debe de ser una de esas parejas que arman las fans, Emmilianne —explicó tomando un profundo respiro para lograr apaciguarse—. Crean ellas mismas rumores —murmuró al tiempo que bajaba para inspeccionar el resto de los tuits—. Ves, mira, aquí dice que se los vio cenando anoche juntos en un restaurant de New York.
—Anoche llegó de París, yo dormí con él —respondió Emily recordando cómo se habían abrazado y besado gran parte de la noche, como él había pasado los brazos por su espalda y la había pegado contra su pecho con fuerza. Lo había sentido ciertamente agobiando e incluso hasta ausente, pero Danny había estado todo el tiempo con ella, solo con ella y nadie más.
—Rumores —exclamó Harlem riendo, ya más aliviado—. Punto final a este susto.
Emily asintió, algo impresionada y asqueada por los montajes —aunque a esas alturas ya estaba casi acostumbrada a los noveleros emparejamientos de su novio con alguna coestrella— amagó a cerrar la página, un poco más de Dona y tendría pesadillas por una semana, ya bastante había tenido en su pasado, cuando habían querido emparejarlo hasta con Peter Townsend. Movió el cursor a través de la pantalla, sin embargo una foto captó su atención antes de apretar la cruz roja.
En ella se encontraban Danny y Mona, ambos reían cómplices y divertidos mientras él pasaba de forma confianzuda la mano por su fina y perfecta cintura. Y lo peor de todo para ella, si la foto de por si no la había alarmado, era la seca y concisa afirmación que traía por debajo;
Dona es real.
.......
Luego de retirarse de la casa de Harlem, Emily se dirigió directo a su negocio a retirar unos rollos que había olvidado. Últimamente eso le pasaba con más regularidad, no olvidaba su cabeza porque la tenía pegada al cuerpo. La cosa había empeorado desde que Danton volvió de Irlanda, sumado a la muerte de Laurent y los rumores con Mona.
Mona.
Entró en su estudio y cerró la puerta tras de sí, marcando el número de Danny, se sentía una paranoica, pero en aquel momento todo lo que deseaba hacer era oír su voz, algo en aquel timbre grave y seductor la hacían sentir más segura de sí misma.
—¿Danny?
—Emily, linda, no es el mejor momento, estoy cambiando a Frida. ¡Pañales! El último pañal que cambié fue hace dieciocho años —comunicó su novio mientras del otro lado solo se podían oír los ligeros grititos de la incordiosa bebé.
—Te llamaré en otro momento, yo...
—No, nena, lo siento, estoy algo… estresado —suspiró del otro lado.
—Bien, solo quería saber cómo andabas —dijo Emily rascándose la nuca con un ligero nerviosismo .
—¡Bien! Sólo estoy cabreado con Antoine, le advertí que no traiga mujeres estando Mimi y Frida —suspiró—, principalmente por Mimi, pero parece no entenderlo, las trae igual.
La chica asintió mientras guardaba los rollos dentro de su mochila.
—No es lo correcto.
—¡Se le llama respeto o sentido común! Así que le puse un límite, si no se atiene a ese límite, se tiene que ir de mi casa —comentó, se lo oía lejano así que Emily supuso que estaría en altavoz—. Y tengo el presentimiento de que no me tomará en serio.
—Claro —Emily tomó la mochila y se la colgó del hombro, saliendo del local apresurada, recibiendo el poderoso sol en el rostro—. ¿Oye, quieres venir a mi casa esta noche?
—No puedo —le dijo—. Jamie se va para el campus por la noche, me quedaré con Mimi.
—Oh...