Capitulo 2 : Un Extraño Lugar

Estoy aquí, luego de una revitalizante ducha ahora me estoy vistiendo, es una escena típica de cualquier persona por la mañana, aunque hay una variación. Tengo a 4 extraños en el primer piso, ladrones, no pero preferiría eso, en realidad esos extraños pertenecen a una especie de secta muy rara los cuales me encontré anoche a eso de las 3 de la madrugada, luego de eso me desmayé, después despierto en mi cama preparado para comenzar un nuevo día y aparecen mágicamente en mi baño, me dicen que me duche lo más rápido posible o si no voy a llegar tarde para recibir mana y si no lo recibo voy a estar cercenado, sí, es raro.

Listo, ya estoy vestido aunque no quiero bajar, que suerte la mía no hay nadie en casa, él siempre se va temprano en la mañana y vuelve en la noche solo para preguntar si he elegido, mis hermanos vienen de vez en cuando para preguntar lo mismo que él, ahora que me fijo, es de lo único que hablamos, me estoy desviando del tema, mi cerebro quiere bloquear esta situación.

Mientras estaba perdido en mis pensamientos, abruptamente abren la puerta de mi habitación.

—Ven, les dije que ya estaba listo, pero no bajaba.

Es el tipo A, será que no comprende lo que es privacidad y espacio personal, primero en el baño y ahora entra en mi pieza como si nada.

—Abre un portal hacia el gremio, ya hemos malgastado mucho tiempo en este encargo, la Maestra no estará contenta, además de que tenemos a este Renacido, habrá mucho que explicar.

De nuevo el tipo de la máscara de lobo, no hay duda de que es el líder de estos extraños.

—Yo lo haré, prefiero que los Aprendices no nos manden a un sitio desconocido, después de todo, tenemos a una inútil entre estos —como siempre no se mide en sus comentarios.

—¡No soy inútil, ustedes mismos vieron que todo estaba bien cuando puse el Límite, no fue culpa mía si no que de ese tipo que dijo que me callara!, además prefiero dejarlo acá que llevarlo al gremio por no saber respetar a una dama como yo.

Una riza interna sin control hace acto de presencia, dijo una dama como yo, si bien por su rostro puede ser considerada atractiva, no encaja para nada con su horripilante voz, es como si pasaran un clavo por una pizarra cada vez que habla, hay no, cálmate no te rías.

Elena estira uno de sus brazos, con una postura digna de la nobleza, pronuncia unas palabras que resuenan en la habitación.

—“Portal, Gremio del Lobo Negro”

Es igual ha cuando aparecieron los tres, una especie de espiral cada vez más grande se forma doblando el espacio a su alrededor, los cuatro entran en ella y desaparecen sin dejar rastro alguno de su presencia, me quedo perplejo tratando de dar una explicación razonable a este fenómeno que está ocurriendo justo delante de mí. Luego de haber transcurrido algunos segundos el tipo de la máscara emerge de la espiral, me toma como si fuera una bolsa y comienza a caminar hacia ese fenómeno extraño. De un segundo a otro, de hecho fue como un flash en donde una luz me enceguece por unos instantes, ya no estoy en mi habitación, ni siquiera estoy en mi hogar. El tipo de la máscara me suelta y caigo al piso el cual es de piedra, muy distinto al asfalto de la ciudad, levanto la mirada y veo una gran mansión de madera, tiene la forma de una cabeza de lobo pero realmente es muy grande, es como si abarcara 15 cuadras a lo ancho y de altura es como un edificio de 20 pisos.

Comienzo a mirar hacia todos lados, hay mucha gente, incluso hay personas a caballo…. un momento. ¿Qué es eso? Esa persona no está sobre un caballo, esa tampoco, como decirlo, son uno, sí, la persona y el caballo son un solo ser. Me quedo apreciando cada centímetro de esa persona, es una mujer, de hecho es igual a como lo describen en la mitología griega, un Centauro, aunque ella viste como una mujer de la actualidad, hasta utiliza grácilmente una cartera de mano mientras la hace ondear sincronizándola con su andar.

Ella detiene sus pasos, voltea y se percata como mis ojos no dejan de analizar su cuerpo, se acerca raudamente donde me encuentro, se planta delante mío y amablemente me dice con una expresión de desagrado y soberbia.

—Deja de apreciarme tanto, estás a años de poder estar con alguien como yo.

Da la media vuelta y se va trotando, no, la expresión correcta sería galopando, mi cerebro tiene mucho que procesar. Sigo contemplando con una expresión escéptica gravada en mi rostro. Además de esa enorme mansión hay otros edificios más angostos pero igual o más altos, también son de madera, pero eso no es lo más raro, esa mujer Centauro no es la única en ser distinta, este sitio está rodeado de seres que solo he leído en libros o visto en alguna película de fantasía, incluso hay personas volando sobre una escoba, mi cerebro se encuentra a segundos de colapsar por completo ante todo lo que estoy apreciando, trato de ser racional.

Estaba absorto en mis pensamientos que infructuosamente trataban de buscar una explicación lógica, que no pude percatarme cuando el tipo de la máscara me toma de mi chaqueta y me lleva como una bolsa humana, la misma escena, aunque ahora logro reaccionar.

—Ba-bájame por favor, todos están mirando, no aguanto más, puedo caminar solo.