El día siguiente fue una pesadilla. La noche anterior logré dormirme recién a las 6:15 de la mañana por quedarme pensando en lo que pasó con Ciro. A las 7:30 mamá me despertó para ir a visitar a mi abuela, cosa que hacíamos todos los domingos desde que era pequeña. Lo curioso es que no se trataba de la madre de mamá sino de la madre de mi papá. Aún después del divorcio mi mamá y mi abuela se llevaban muy bien, eso era algo que no entendía, pero justo ahora eso es lo que menos me importaba. Solo quería volver a mi cama y desmayarme hasta el lunes.
Volvimos a casa a las 19:30, no tenía sentido dormir a esa hora. Entonces opté por pasar el rato viendo una película junto a mi madre.
Ya eran las 21:45 cuando recordé que debía estudiar para un examen, pero estaba tan cansada que decidí dormir. De todos modos, puedo sacar buenas notas incluso sin estudiar.
Espero...
Al día siguiente, me encontraba en la escuela, con el examen en las manos, leyendo las preguntas una y otra vez; estaba bloqueada. ~¡No, no, no, no!~ No sabía que responder. Apenas si escribí bien la fecha y mi nombre. ¿¡Qué está pasandome!?
El tiempo se acabó, todos entregaron sus exámenes y yo me encontraba considerando seriamente en saltar por la ventana.
~¿Por qué? ¿Por qué a mí? Esto es su culpa.~ Gruñía para mis adentros.
Todos salieron de la escuela. En el trayecto a casa sentí que me seguían. Lo ignoré hasta que me alcanzaron. Por un segundo pensé que se trataba de Ciro, pero no fue así.
-¡Ey!- Me gritó muy animada una chica mientras me agarraba del brazo.
La miré confundida. Lo dije antes y lo repito ahora: mis compañeros de la escuela NO. HABLAN. CONMIGO.
-¿Si?
-¡No sabíamos que eras novia de Ciro!
-¿Novia?- De verdad que no entendía nada.
-Desde hace mucho queríamos hablarte pero pensábamos que no te gustaba juntarte con nadie, o que te hablen.
~¿"Queríamos"?~ En ese momento me percaté de la presencia de las cuatro personas detrás de la chica que, aún, me sostenía del brazo; tres chicos y una chica.
-Pero desde que te vimos con Ciro nos dimos cuenta de que en realidad eres muy tímida.- La chica hizo una expresión de lástima que me molestó mucho.
-Espera. Primero: Ciro no es mi novio. Segundo: ¿Quién eres?- Dijé finalmente soltándome del agarre de esa chica.
-¿Eh?- Dijo ésta un tanto desanimada.
-No seas tan maleducada Zoe, la vas a terminar espantando.- Dijo la otra chica acercándose.- Perdónala, no está acostumbrada a hablar con antisociales. Soy Brianna, ella es Zoe, los que están detrás nuestro son Jano, René y Dan.- Dijo extendiendo su mano.
~¿Lo de "antisocial" fue una broma?~ Pensé mientras estrechaba la mano de la chica.
-Ok, ya que terminaron las presentaciones, ¿nos acompañas?- Preguntó Zoe.
-¿A dónde?
-Al parque.
-No sé.- Dudé.
-No te preocupes, no te daremos drogas. A menos que las pagues. Están caras.- Dijo Brianna, a lo que los demás rieron.
Decidí ir con ellos, ya que sentí como si se rieran de mí y eso me molestó. Si, así de infantil puedo ser.
En el camino la única que hablaba conmigo era Zoe, los demás charlaban entre ellos, hacían bromas y se reían.
Cuando por fin llegamos al parque nos sentamos en el suelo y todos se quedaron callados mirándome.
~¿Qué es esto?¿Alguna clase de rito de iniciación?~
-¿Qué?- Pregunté.
-¡Cuéntanos sobre Ciro y tú.- Dijo Zoe entusiasmada.
La miré aun sin entender de lo que hablaba.
-Se refiere al chico con el que estabas aquí el sábado.- Dijo Dan.
-Si, sé de quién habla y no, no es mi novio.
-¿Amigo con derechos?- Preguntó Jano.
-Ni siquiera es mi amigo.- Contesté molesta. No molesta por la pregunta, si no porque me hubiera gustado decir que si lo éramos. ~¡Espera! ¿Qué éramos qué?~ Me alarmé. Ésta situación se me estaba yendo de las manos.
-Ah, es que pensamos... bueno, no importa. Hablemos de otra cosa.- Propuso Zoe.
Empezaron a hablar de cosas al azar. Y digo "empezaron" porque yo no abrí la boca en ningún momento.
Al parecer Zoe y Dan estaban en la misma clase que yo, Brianna y Jano iban a último año y René iba a 1° de preparatoria. Ahora que lo pienso, si recuerdo haberlos visto en la escuela un par de veces. Zoe tiene el pelo castaño corto hasta los hombros, ojos marrones. Es muy animada, demasiado se podría decir. Los profesores siempre deben callarla. Dan es más callado, aunque también es bastante simpático. Tiene pelo castaño oscuro y ojos negros. Es bastante apuesto, había muchas chicas detrás de él, aunque él las rechazaba. Brianna tiene el pelo negro hasta la espalda, con unas mechas azules, tiene ojos grises, es muy linda. Jano es rubio y tiene ojos celestes. Finalmente, René, el más joven, tiene el pelo negro y ojos marrones. Estos últimos parecen ser muy unidos. Siempre están juntos molestando a quien sea, sin embargo son bastante queridos en la escuela.
Yo solo los observaba en silencio, hasta que noté que Brianna no me sacaba la mirada de encima.
~¿Qué le pasa?~ Pensé.
-¿Y entonces por qué saliste con él el sábado?- Preguntó Brianna.
-¿Importa?- Respondí molesta. Hoy no era mi día y tantas preguntas ya me estaban molestando.
-Sí, si importa.
Todos se quedaron callados ante el tono amenazante de la pelinegra.
Yo solo la miré mal, me levanté y me fui.
Mientras me alejaba sentí que alguien me tomaba del brazo. Pensé que era Zoe, pero me sorprendí al ver que se trataba de Dan.
-No te enojes. Ella es así.
-Da igual, ya es tarde. Tengo que irme.- Respondí sin mirarlo.
-Está bien. Pero no te enojes. ¿Sí?- Me sonrió Dan. Lo miré de arriba abajo, es entendible que a todas las chicas les gustara. No se le podía decir que no a un chico así. –¿Nos vemos mañana?
-Supongo.- Respondí cortante.
Dan le sonrió mientras me daba la vuelta y me encaminaba hacia mi casa.
Mientras caminaba pensé en lo que me habían dicho.
~¿Es tu novio? No. ¿Es tu amigo? No. ¿Por qué estabas con él?~
Me detuve un momento mientras miraba las hojas secas debajo de mis pies.
~No lo sé~
Levanté la mirada, decidida a seguir con mi camino, cuando me crucé con una mirada familiar.
-¡Hola Cass!- Exclamó Ciro sonriendo.
Desconocía el motivo pero me encontré a mi misma sonriéndole por primera vez.
-Hola, Ciro.