-¡Por fin llegamos! - Dijo Zoe saliendo del auto.
El taxi nos dejó en la entrada de una casa, una muy grande y bastante lujosa he de admitir.
-Dan debe ser bastante rico, ¿o no?
-Pues sí. Se puede decir que sí. - Dijo Zoe sonriendo.
-El abuelo de Dan es el accionista mayoritario de una de las compañías hoteleras más prestigiosas del mundo. - Dijo Brianna acercándose a nosotras.
-¿En serio?
-Sí.
-Pero...
-¿Y si te guardas las preguntas para más tarde? Hace frío. - Me interrumpió Brianna caminando delante de mí, seguida por Zoe.
Suspiré. ~Tiene razón, puedo preocuparme mañana. Por hoy solo me divertiré~
Una vez adentro no pude evitar quedarme con la boca abierta. El lugar era enorme.
Todo estaba oscuro, excepto por las luces de colores. También sentía como la música me aturdía. ~Definitivamente las fiestas no son lo mío~
En un momento noté que Brianna ya no estaba con nosotras.
-Brianna fue a buscar a Dan - Me dijo Zoe al oído al tiempo que me tomaba de la mano - Vamos a buscar algo de beber.
Yo solo asentí ya que apenas si entendí lo que me había dicho.
En el camino un montón de gente me empujaba y me pisaba. Cada vez me arrepentía más y más de estar ahí.
~Cassiel, no pienses eso. Te divertirás~ Me regañé mentalmente. Después de todo, debía estar agradecida de que hayan invitado. ~¡Esta es mi oportunidad para dejar de ser la "Anciana amargada" de la clase!~
Estaba tan absorta en mis pensamientos que no me di cuenta de que Zoe me había soltado la mano.
~Mierda. Bueno, no entres en pánico. Solo camina hasta ver a alguien conocido~
Decidí seguir mi plan "suicida" y comencé a caminar esperando ver a alguien conocido.
Estuve caminando un buen rato hasta que reconocí una figura familiar. Se trataba de Jano. Estaba pensando en acercarme pero decidí no molestarlo ya que estaba con una chica.
~Bueno, si Jano está aquí seguro que René también lo está. ~
Seguí caminando hasta que me topé con una chica muy parecida a Brianna así que me acerqué. Toqué su hombro y la chica se volteó; era muy parecida a Brianna... de espaldas. Me disculpé y antes de poder seguir caminando sentí como alguien me empujaba. Si no fuera por unas manos que me sostuvieron por la cintura habría caído encima de la chica de antes.
-Gracias. - Dije sin mirar a mi "salvador".
-De nada. Oye, te ves muy linda hoy.
Levanté la mirada y me encontré con Dan sonriendome mientras aún sujetaba mi cintura.
-¡Dan!
-Pensé que no vendrías. - Dijo mirándome de arriba a abajo. - Pero me alegra que lo hicieras.
Me ruboricé ante eso último. Tanto por la forma en la que lo dijo como por el hecho de que aún no me soltaba.
-Gracias. - Dije alejándome un poco.
-¿Buscabas a alguien?
-Si. A Brianna. Aunque ahora también perdí a Zoe.
-¿Entonces estas sola?
-¿Eh? - Lo miré confundida. - Si, algo así.
Dan volvió a acercarse pero, por alguna razón, esta vez no me alejé.
-¿Vamos afuera? - Susurró en mi oído haciendo que me tensara un poco, aunque, al final, accedí.
Una ves afuera nos sentamos en una banca a un costado de la piscina. El lugar era muy lindo; había un par de bancos más al rededor de la piscina, también habían un par de mesas y por encima de donde estábamos nosotros había un techo de madera con pequeñas luces colgando de él.
-Éste lugar es muy hermoso. - Dije. Bueno, en realidad solo pensaba en voz alta.
-No tienes idea. - Dijo Dan haciendo que volteara a verlo.
De a poco, su rostro se acercaba al mío. Estábamos a punto de besárnos cuando recordé a Ciro y su sonrisa; su maravillosa sonrisa.
Me alejé de Dan, quién soltó un suspiro lleno de resignación.
-Lo siento. - Dije sin quitar la mirada del suelo.
-No, yo lo siento. Sé que tienes novio, pero pensé que no le darías importancia.
~¿Qué?~ Volteé a verlo confundida. -¿Por qué no le daría importancia?
-No lo sé. No pareces una chica que esté cien por ciento segura de las decisiones que toma. - Dijo encogiéndose de hombros.
-¿A qué te refieres? - Pregunté notablemente molesta.
—No te altéres, no quiero ofenderte, —dijo alzando las manos— es solo que pensé que podrías cambiar de opinión.
~Este tipo es un idiota~
—¿Sabes qué? Tienes razón. Cambié de opinión. —Dije poniéndome de pié. —Me voy a casa.
—Espera, Cassiel. No te lo tomes a mal. —Escuche a Dan decir a mis espaldas. Iba a volteárme para seguir discutiendo pero me topé con Zoe, quien se veía un poco desanimada.
—Zoe, ¿estás bien?
—Sí, no te preocupes. —Dijo sonriente, aunque era obvio que mentía. -¿A donde vas?
—Me voy a casa. Estoy algo cansada. —Dije simplemente. No tenía ganas de hablar sobre lo que acababa de pasar. ~Ya se los contaré mañana~
Zoe me miró y luego pasó su mirada a Dan, quien se había acercado a nosotras pero que guardaba silencio.
—Está bien. Le diré a Brianna que llame un taxi para que te vayas. —Dijo mientras se alejaba.
Me congelé unos segundos; había algo raro en ella.
—Cassiel... —sentí la mano de Dan en mi hombro, pero no lo dejé terminar la frase ya que me apuré a seguir a Zoe, a quien había perdido de vista, por cierto.
Caminé hasta que choqué con la espalda de alguien.
~Por favor, no más chicos~ supliqué mentalmente.
Al voltearse esta persona vi que se trataba de Jano.
—¡Cash! —dijo poniendo un brazo sobre mis hombros y sonriendo de oreja a oreja.
—¿Cash? ¿Jano estás ebrio?
—Nop — dijo asintiendo; definitivamente lo estaba.
—¿Has visto a Brianna?
—Sip.
—¿Dónde?
Jano se encogió de hombros. Solté un pesado suspiro ~Esta será una larga noche~
Decidí arreglármelas sola e ir a buscarlas yo misma. De repente sentí que alguien me agarraba por los hombros; pensé que se trataba de Zoe, ya que ella tiene la costumbre de colgarse de mis hombros, pero no. Al voltearme me di cuenta, para mi enorme sorpresa, de que se trataba de Lía, la amiga de Ciro.