El grito mudo (proceso)

CAPITULO II "Paternidad"

-Que decir que la idea no solo fascinaba a Angela, si no que también le gustaba la persona que ejecutaba el plan, pero la personalidad de Angela era tan compleja que ni ella misma podía entenderse a si misma y por ello intento tratar a Scott de la manera más cruel y agresiva posible para que pareciese que apenas le interesaba.

Angela y su nuevo equipo salieron de la comisaría directos al piso que el ayuntamiento les había prestado a los cuatro, todo el equipo menos el sheriff ya que él tenía su propiedad. Los cuatro caminaban de camino hacia el piso cuando Angela dijo:

-Cuando lleguemos al piso, cada uno organizará sus cosas y mañana empezaremos a investigar el caso.- Angela agitó la carpeta que el sheriff le dió antes de salir de la comisaría.

Cuando llegaron Angela abrió la puerta y se dirigió a su habitación, donde allí comenzó a colocar todas sus cosas, acto seguido, decidió, a pesar de ser las diez de la madrugada, echarse un rato en su cama y dormir mientras que sus nuevos compañeros de piso hablaban entre ellos.

Scott, antes de irse a su gran local que tenía a las afueras del pueblo, tuvo que explicar de nuevo en que consistía su trabajo a Morales y a Sean, los cuales, si se cuestionaban la utilidad de un periodista en un caso de asesinato. Cuando se fue, los dos oficiales comenzaron a colocar las cosas en su ahora piso.

A las pocas horas, cuando Angela despertó, ambos estaban sentados alrededor de la isla de la cocina tomando una cerveza mientras la comida hervía en la cocina de gas y escuchaban música en la radio. Ambos sonreían sosteniendo sus cervezas y hablando sobre un caso de violación que hubo hace un par de meses en Miami.

Angela no escuchó nada fuera de lo normal en una historia de violación con asesinato, nada fuera de lo común: el chico, el agresor, agarró violentamente a una mujer, y la forzó sin su consentimiento, tan bruscamente que la mató. O la mató antes de hacerlo con ella. Cuando eres un asesino violador, tienes miles de posibilidades de forzar, violar y matar a una mujer, pero cuando eres de los buenos, cuende eres un policía, solo tienes dos opciones: o ir por las buenas y detener al acusado y juzgarlo o ir por las malas y disparar a matar hasta que el cargador se vacie. Hace tres años, estos casos, a Angela no le preocupaban demasiado, tan solo debía encontrar al culpable y ocuparse de que se haga justicia con el. Pero desde que pasó lo de Rick, la inspectora con agallas de guerrero, no se sentía del todo segura al hablar del tema, por ello, tan solo, se mostraba distante.

-Era la chica, estaba ahí.- afirmó Morales- Muerta, violada y colgada de una cadena en mitad de un centro comercial, cayó del techo a toda velocidad y se quedo a pocos centímetros del suelo, sangrando por el hombro donde estaba sujeta. Los ojos, no tenía. No tenía ojos, joder.

Ver la cara de los dos oficiales hizo que Angela se replantease la opción de si esos dos hombres que estaban delante suyo habían visto la verdadera obra de un psicópata.

-¿Qué clase de monstruo haría eso?

¿Monstruo? No era un monstruo de lo que se trataba, se trataba de un hombre, un hombre que cree que tiene el poder de hacer lo que le plazca.

-Un monstruo al que le gusta llamar la atención y sembrar el pánico entre la gente.- dijo Angela- Un monstruo que se dedica a hacer lo que le place, ya que cree que puede hacerlo, y lo muestra al mundo para cumbir el miedo. Como lo del brazo.

Morales, perplejo, dejo su cerveza en lata sobre la mesa y Sean simplemente siguió bebiendo.

-¿Te has leído el informe de Weyland?- al oírlo, Angela descubrió que ella no era la única que se lo había leído.- Avanzaríamos con el caso si empezasemos a hablar sobre lo que ya tenemos ahora, solo algo informal, ya sabeis.

El plan de Morales era hablar esa misma tarde sobre el caso, pero no tenían ni las pruebas delante, ni los sospechosos, ni habían visto la escena del crímen, tan solo tenían la información que Weyland, el sheriff de Wellyng les escribió.

Angela se dejo moldear por los muchachos y comenzaron a hablar sobre el crímen, pero ella ya tenía claro lo que iba a hacer al día siguiente por la mañana temprano: iría a la escena del crímen, identificaría de quién es la sangre del brazo que había en la escena del crímen y hablaría con las personas que estuvieron en aquella tienda esa mañana.

Solo esperaba que la gente cercana al miembro amputado de aquel niño o niña, colaborasen dando toda la información posible que puedan.

Morales comenzó a tocar y a acariciar su bello facial, mientras que Sean sacaba otra ronda de cervezas, esta vez una para Angela.

-¿Nadie ha pensado en la posibilidad de que sea quien sea quien haya cometido el crímen lo haga solo por gusto?-Morales.

-Lo único de lo que estoy segura,- comenzó Angela mientras vertía su cerveza en una jarra e intentaba recogerse el pelo con una sola mano- es de que sea quien sea volverá a actuar y volverá a asesinar. Una persona que asesina a otra por un ataque de nervios o simplemente porque la odia no pondría su brazo en el stock de una tienda de juguetes a exposición de todo el mundo que pase por allí. Lo primero que haría sería ocultar el cadaver y hacer vida normal, pero nuestro culpable no lo ha hecho.

Angela no era psicóloga y no le gustaría serlo, pero se le daba bien saber como es una persona por dentro, y sin dudarlo mucho, Angela ya sabía que el asesino era una persona que quería llamar la atención de la gente o quizá de alguien. Una persona que no tuvo la atención de esta en antaño.

Tras hablar sobre las posibles formas de reacción que pudieron tener las familias que estuvieron en la escena del crímen esa misma mañana, hablar sobre como el brazo estaba colocado y discutir sobre la personalidad del asesino, el reloj había cambiado de las cuatro de la tarde a la una de la madrugada, y tanto Angela, como lo dos oficiales de policía, Morales y Sean, se fueron a la cama, pero la chica, la inspectora fue la única conviviente de ese piso de alquiler que se encontraba despierta a esa horas. O eso creía ella. Pero no estaba sola, no estaban solos, había alguien más en esa casa.



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En el texto hay: crimen, novelanegra, suspenso

Editado: 30.06.2020

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