Al llegar a los puertos de Electrus, capital de Shashun, con su vanguardismo en energía eléctrica a diferencia de los lugares a los que he visitado en ese mundo, fuimos recibidos por un montón de guardias enviados por el Rey quién resultó estar del lado del Imperio Oscuro.
_ ¿Pero qué…?_ los guardias nos rodearon apuntándonos con sus lanzas acabadas en un filo eléctrico.
_ ¡Vaya, parece que nos estaban esperando, qué gran recibimiento!_ los labios de Fenrir se plegaron mostrando su dentadura ya hecha colmillos, me pareció una sonrisa aterradora.
_ Cállate, hombre lobo ¿O quieres morir envenenado con plata?_ espetó uno de los guardias, vi el destello de la punta de la lanza casi tocando el pecho del licántropo, definitivamente era de plata.
_ Te crees muy valiente porque portas esa arma, pero sin ella no eres nada más que un simple hombre_ gruñó Fenrir.
_ Basta, Fenrir, ya cálmate_ Freyja susurró cerca del hombre lobo con una mano en su velluda muñeca, luego se dirigió a los guardias_ debe haber algún mal entendido, no hemos hecho nada para que nos reciban de ésta manera.
_ Sí, y jamás hemos pisado este puerto antes_ repuse para no parecer un tonto con las manos arriba_ ¿Acaso no sabéis quién soy?
Percibí que Freyja ponía los ojos en blanco mientras los guardias me miraban extrañados.
_ Soy el guardián, tíos, para que os enteren. Yo salvaré vuestro mundo_ joder que me sentí valiente, sin embargo, los guardias rompieron en risas. La valentía se me fue a los pies, incluso sentí que mis compañeros estaban avergonzados.
_ Revísenlos y quítenles las pertenencias_ ordenó uno de los guardias, el cabeza al parecer.
_ ¿Al menos nos podrían decir de qué se nos acusa?_ quiso saber Freyja, mientras la registraban. Fenrir forcejeó y a mí me pusieron contra el suelo, vaciaron mi bolsa de viaje y cayó algo que no estaba antes ahí, un saquito.
_ Se les acusa de portar polvos venenosos, señorita_ el guardia balanceó el saquito ante las narices de la princesa elfo_ nos llegó un aviso de que quieren matar a los habitantes de Shashun, vaciando el contenido de esta bolsita en los ríos.
_ Eso no es mío, lo juro_ dije a mis compañeros.
_ Lo sabemos, porque esa bolsa tiene el olor de otra persona, alguien de la tripulación_ alegó Fenrir, por primera vez agradecí su súper olfato, pero eso no quiere decir que no lo siga odiando.
No importa cuanto dijéramos, los guardias no nos creyeron o tal vez no deseaban creernos y no dejaba de preguntarme quién era ese traidor entre la tripulación, quienes tampoco hicieron nada para ayudarnos y se quedaron viendo como nos llevaban a quien sabe donde, tal vez todos eran traidores.
Entre la multitud cuando pasamos por el bazar reconocí al tipo que me miraba en el barco, estaba sonriendo y luego un ave de luz azul aterrizó en su hombro, alzo una mano como si fuera acariciar la cabeza del espectro y fue cuando noté el tatuaje de los hechiceros del imperio oscuro, una llama negra. Luego noté que el guardia de al lado también me miraba y vi su mano, tenía el mismo tatuaje, de hecho todos lo tenían.
Nos encerraron en los calabozos de un palacio a Freyja y a mí, mientras que a Fenrir se lo llevaron a algún otro lugar; estando solo con la princesa elfa, intenté acercarme como lo haría un personaje interesante (aunque la verdad, creo que parecía un payaso estilo Jim Carrey) pero Freyja me la sudaba, le importaba un rábano lo que decía, ella solo pensaba en voz alta como salir de ahí.
_ Vamos, relájate, solo así pensaremos con más calma como salir de aquí. Podemos sentarnos uno junto al otro y pensar con calma_ me llevé el cabello hacia atrás y sonreí, mas me ignoró.
_ Debí haberlo visto desde un principio, ese imbécil del barco era uno de los hechiceros del imperio oscuro, pero me confié, nunca pensé que habría un traidor entre la tripulación_ Freija dio pisotón al suelo molesta, me gustaba como se le ponían de rojas las mejillas cuando se molestaba.
_ Si te soy sincero yo también tengo culpa, ese tipo me miraba mucho en el barco y no pensé que fuera un espía del imperio_ dije en un intento de llamar su atención poniéndome en su lugar, sin decir, claro, que pensé que le gustaba al mago.
_ ¿Dices qué ese hechicero te había estado viendo en el barco?_ listo, ya tenía su atención, aunque su mirada no era lo que esperaba, me cogió del cuello de la camisa _ ¿Por qué no lo mencionaste?
_ Porque no le di importancia en ese momento.
_ Es cierto, nadie sospechó nada ni siquiera Fenrir podría haber imaginado que había un traidor en el barco_ la princesa me soltó_ ¿A dónde habrán llevado a Fenrir? Estoy preocupada por él.
¡Oh, no! ya estaba pensando en el hombre lobo. Le puse las manos al hombro y la miré con compasión.
_ Princesa, por favor, no se preocupe, hallaremos la manera de salir de esta y rescataremos a Fenrir_ me odio por decirlo, pero todo sea por ver esa mirada que ella me dedicaba en esos momentos, una mirada esperanzada.
Entonces cuando fui a rodearla con mis brazos, en ese momento apareció una loca que me dio un susto de muerte; se trata de Malva, un bruja con problemas de personalidad, llegó diciendo que nos apartemos de la reja y sin darnos tiempo ni de movernos, lanzó un hechizo explosivo mientras sonreía como una maniática satisfecha. Sin embargo, era tan guapa como la princesa y sentí que me babeaba por ella.
_ ¡Ups! Lo siento_ se disculpó como una niña traviesa la loca esa_ vamos hay que salir de aquí.
Ayudé a Freyja a ponerse en pie, estaba aturdida aún por la explosión.
_ ¡Dense prisa!_ nos apuró la bruja_ sé dónde están sus pertenencias, síganme. Por cierto, me llamo Malva.
Sin nada más que decir seguimos a la bruja. Recuperamos nuestras pertenencias y salimos corriendo de los calabozos porque la explosión hizo mucho ruido, llamando la atención de los guardias, pero no nos iríamos sin Fenrir según Freyja (por mi parte yo lo abandonaría y salvaría mi pellejo, es muy mandón y gilipollas). Malva nos guió al sitio donde podría estar, pues había escuchado de un hombre lobo que llevaron a una sala de torturas; en Shashun odiaban a los cambiantes desde que estaba el nuevo Rey debido a que fue atacado por uno cuando se supo que estaba del lado del Imperio Oscuro, la ley era torturarlos hasta la muerte.
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Editado: 18.05.2024