El guardián del tiempo

Vergil

 

Tuvimos que tener buena memoria fotográfica para poder recordar dónde quedó la tumba de Lena. Al ver aquella piedra con su nombre verdadero, fecha de nacimiento, defunción y prefacio, la piel se me puso de gallina; ya es sabido que todos la vimos viva; «¿qué hay dentro del ataúd?»

Regresamos pues a la ciudad, dónde para perder el tiempo tuvimos que tomar rutas que yo no conocía mientras caía la noche. Primero mi hermano mayor, quiso ir a La Catedral Angelical, en realidad no puedo creer que aún sea devoto a Dios y dice que no frecuenta iglesias; con todo lo que he pasado, excusándome…no soy tan devoto. Oró un par de minutos y después nos dirigimos a un restaurante a comer un poco, luego vagamos por las orillas del río Mersey hasta que nos dolieron los pies; descansamos y retomamos nuestro camino hasta el cementerio cuando la noche cayó sobre la ciudad.  

Suspiro. Ya me duelen los brazos y la espalda de tanto cavar. El sudor corre por mi frente que limpio con el dorso de mi brazo, me he quitado la chaqueta. Hoy no es un día caluroso; sin embargo, mantener mi cuerpo en movimiento ha generado que me dé mucho calor. Estamos en ventaja porque el cielo nocturno no está nuboso y la Luna nos ilumina muy bien.  

— Ya me cansé —, bufo. — ¿A cuántos pies debe estar la caja? 

— Falta poco, Vergil — contesta Dorian cansado. 

— Debe faltar menos de un pie…— La voz rasposa de Joshua me alerta.  

Sonrío como tonto. Lo aceptó, le tengo un poco de temor, no sólo a él, también me carcome los sesos estar imaginando lo que podamos encontrarnos ahí dentro. Un golpe hueco nos sorprende a todos. La sonrisa de victoria que ha puesto Scott está deformada, no es su sonrisa peculiar, es macabra. 

— Ja…— Articula. — Yo no pienso abrirla. 

— Bien…— Joshua bufa. 

Veo que le tiemblan las manos al iluminar bajo nuestros pies dónde pegó la pala de Scott, ha sacado a la luz el color negro del ataúd. Subo a la superficie con ayuda de Thomas que se pasó iluminándonos todo este tiempo; mi hermano me pasa la linterna e ilumino a Joshua que comienza a quitar la tierra que falta con la pala mientras que Dorian, quita la capa de tierra con las manos. 

Scott que se ha puesto a su lado, se ve nervioso. Me hace recordar las ganas que tengo de vomitar, no me gustan las historias de horror y si este momento es uno de ellos será mejor que me alejé antes de cometer esa hazaña no grata, pues, ya han quitado toda la tierra de la superficie del ataúd.  

Dorian se ha incorporado a nuestro frente y ve con mirada sombría a nuestro hermano que está abriendo la parte superior de la caja. Le paso la linterna a Jarvis, él se encontraba vigilando por si el velador andaba rondando cerca, veo cómo mi pequeño hermano se muerde el labio al iluminar el ataúd abierto. Así que volteó impactado hacía el ataud. Un gemido ahogado sale de mi boca acompañado de un escalofrió sepulcral, Scott comienza a reír cómo loco, Thomas se gira y vomita, Dorian no le quita la vista de encima a Joshua que, azorado, se deja caer de sentón entre el hoyo que hemos cavado; escucho murmullos dolorosos…Jarvis me aprieta del brazo con angustia. 

— Debe ser una broma… — Susurra.  

Dorian nos ve y a la luz de la linterna, su mirada oscura me causa pavor; nos recorre uno a uno con sus ojos oscuros y se queda fijo en Scott, quien deja de reír. 

— ¿Qué hiciste? — pregunta amenazante. 

— Choqué con ella… — Scott sonríe con cinismo. 

Fijo de nueva cuenta la vista en el ataúd, aunque Joshua no lo ha abierto del todo, puedo ver que el cadáver está boca arriba con los ojos abiertos sin vida, tiene una herida profunda en la mejilla izquierda, su cabello está recogido en una trenza que le cruza por el hombro derecho. La camisa azul celeste que le cubre está llena de sangre en el pecho, el costado derecho y el hombro izquierdo, las mangas están salpicadas de sangre por ambos lados y, por último, sus labios están cubiertos por otra tarjeta dibujada por Scott; sin duda la mataron hace unos pocos días… recibió disparos, muchos disparos. No sabía que los guardianes del tiempo se asesinaban de esa manera. Dorian, por pura morbosidad, mueve la cabeza de Lena...tiene un disparo tras la cabeza encima de la nuca. 




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