capitulo 5: entrenamiento parte 2"roces con la muerte y ¿quién mato al cazador?"

 Era la mañana siguiente, me acababa de levantar y esta vez sentí que dormí muy bien supongo que entrenar me ayudo a descansar mucho mejor. Sandra estaba en la cocina y me dijo —¿sabes quien mato al cazador? Kelvin —creo que el asunto era serio

—no ¿porque la pregunta? —conteste. —en ese momento recordé el momento en que me dijeron que todo era simulación y ya había matado a ese hombre

—es que encontraron al cazador muerto en el bosque y nadie sabe quien lo mato —respondió Sandra. —se escuchaba algo preocupada y eso me hacía sentir un poco mal pero no quería hablarle de mi error

—es una pena que no sepan quien sea ese maldito asesino, pero te aseguro que lo encontrarán —dije. —cada palabra que decía en ese momento era una completa mentira. —mientras tanto mi mente me decía que yo era  el asesino que mató al cazador creyendo que te iba a matar de verdad pero no sabia que era falso el entrenamiento

—si, esperemos que lo atrapen pronto hasta entonces debemos preocuparnos por la guerra y ahoara vamos a entrenar —menciono. —estaba muy ansiosa para entrenar, cómo quisiera ser como ella

—esta bien —dije. —fingí una sonrisa, aunque por dentro el sentimiento de culpa cada vez crecía más.

Salimos rumbo a una escuela militar, espero que no me vuelvan a llamar recluta y tener otro entrenamiento falso en dónde mi cabeza sea el premio mayor. Cuando llegamos, yo estaba de mal humor por mis recuerdos, sin embargo, no era el momento de pensar en eso. Fuimos a dónde estaban los reclutas y soldados, todos ellos estaban en filas, no había mucho ruido, pasamos en frente de ellos mientras nos saludaban y ahí vi a Paula, no pude evitar sonreír pero es una lastima que no podía saludarme y el coronel Dávila les dijo —les presento a su superior la capitán Sandra Lazcano ella se encargara de entrenarlos duramente y él es el teniente en jefe Kelvin Emiliano Alcalá Fernández, va a estar con ustedes para verlos en su desempeño, ¡entendido! —aun tenía mis dudas de cómo tenía un cargo en su ejército sin haber hecho nada, si que están locos

—¡si, señor! —gritaron los soldados. —se parecían mucho a las películas que ví cuando era un niño.

Sandra estaba muy contenta al estar enfrente de los reclutas, pero lo único bueno de esto es que hoy no me tocará tortura. Entonces me miró y me dijo —¿Te encuentras bien? Pareces algo distraído Kel —apenas logré salir de mi zona de trance

—si, además soy superior a ellos y eso me sorprende —apenas logré decir eso. —tengo algo de miedo porque podría hacer mal este trabajo

—pues si lo eres, Kelvin. Además eres muy joven para obtener un ascenso militar a capitán ya que no tienes el conocimiento necesario para eso y eres el único con el poder para derrotarlos por eso no debes empezar como recluta —contesto. —creo que ya entiendo un poco el término de corrupción en el ejército

—bueno y ¿que van hacer estos reclutas? Me aburre verlos ahí parados, sin hacer nada —le pregunté. —me sentía algo intimidado al tenerlos enfrente mirándome como presa fácil de cazar

—tienes razón Kelvin, es ahora de ponerlos a practicar un rato para que sepan que muy pronto habrá una guerra —indico Sandra. —espero que no me odien por ponerlos a ejercitarse  

—genial, se notan que están ansiosos de empezar —dije. —aunque lo único malo de todo es me pondrán a hacer ejercicio y eso es lo que más odio

—bueno soldados, es ahora que den 100 vueltas alrededor de la cancha para calentar y me podrías ayudar, Kelvin —les ordenó Sandra. —sin mucho esperar ellos empezaron a correr y solo me quedé parado sin hacer nada

—no te podré ayudar, es que ya estoy lo bastante flaco para que me pongas a correr —le aseguré. —realmente estaba un poco bajo de peso, porque antes de salir de mi encierro deje de comer como dos semanas antes y apenas logré comer algo cuando estaba en casa pero prefiero no decir nada

—esta bien, sabes creo que deberías tratar de ser algo más reservado con todos —menciono. —era muy extraño que dijera eso, y no pude evitar pensar en ello

—¿Porque lo dices? Acaso a todos les molesta mi presencia en Landsat —pregunte. —no pude ocultar más mi preocupación

—por nada, solo olvida lo que dije —contesto. —supongo que se retracto de lo dicho hace unos momentos

—esta bien por ahora, pero recuerda que no soy el villano aquí —mencione. —trate de fingir que no me había afectado lo que me había dicho, pero fue todo lo contrario

—se que no lo eres, pero ya no exageres por este pequeño comentario, Kelvin. Lo único que puedo hacer es enseñarte a combatir y buscar tus poderes —dijo. —ella trato de sonreír para liberarse de sospechas, pero solo hizo que tuviera más dudas

—eso suena bien, pero no es tan difícil ¿verdad? —mencione. —necesitaba prepararme mentalmente para morir

—pues si, además eso depende de ti —comento. —para mala suerte de su servidor, esto será difícil

—bueno lo haré muy fácil; ya lo veras pero mientras eso pasa tengo hambre ¿hay descanso aquí? —dije tan tranquilo. —puede que ya haya aceptado estar en su mundo pero una arte de mi quiere regresar a casa

—si pero aun falta, así que tendrás que esperar y debes de entrenar —indico Sandra. —solo hice mi gesto de desagrado, ya que necesitaba tanto comer

—que lastima, pero ya no me importa —conteste. —nunca en mi vida me había imaginado hacer un berrinche interno por no comer

—¿que te hizo el manicomio? Para que estés relajado a la señal de peligro —me pregunto Sandra. —al parecer mi cara decía todo sobre mi estado de ánimo

—pues cuando eres niño y estas encerrado en ese lugar sientes miedo, así que llore por varios meses hasta que en un momento deje de hacerlo —respondí su pregunta. —se que sonó algo frío de mi parte, pero realmente si sufrí mucho al estar en ese lugar

—y ¿donde quedo ese niño tan alegre? Que se divertía, jugaba con nosotros, sonreía en cada momento, etc. —pregunto. —creo que si había cambiado mucho en todos los aspectos