-si no quieres hacernos daño entonces que quieres-dije intrigado y enojado.
-y para que quieres nuestra ayuda-dijo Mauro un poco asustado.
-bueno es un poco gracioso-dijo seriamente.
Yo la verdad seguía sin saber de qué hablaba ya que era difícil saber si alguna vez hablaba en serio ya que sus expresiones o sus tonos de voz no iban con lo que él decía.
-Que es tan gracioso-dije agarrándolo de la camisa y levantándolo del suelo.
-guardias ayúdenme-grito desesperado.
Las dos personas que estaban atrás suyo se acercaron a mí y sacaron sus espadas para hacerme frente, yo no me hice para atrás y decidí enfrentarme a ellos con solo mis puños.
-esperen dije que me ayuden no que lo maten-dijo leo rápidamente.
Esto me sorprendió un poco, porque Leo intentaba hacer que no me maten, aunque de seguro hubiera seguido la pelea si no hubiera interferido.
-gracias-dije bostezando.
-oh ya veo que tienen sueño-dijo sorprendido.
-qué tal si todos se van a dormir a sus cuartos-dijo amistosamente.
Otra vez me sorprendí, como es que esta nave puede tener habitaciones para cada uno me dije a mi mismo, pero al pensar en eso me di cuenta de algo.
-leo una pregunta ¿Cuántas habitaciones hay en esta nave? -dije intrigado.
-bueno creíamos que solo iban a venir ustedes cinco, pero por lo que veo hay alguien que no pertenece aquí-dijo enojado observando a Carla.
Carla asustada se ocultó detrás mío y me agarro del brazo, yo me aparte de ella para que ya no me molestara, ella entendió el mensaje y decidió soltarme.
-entonces solo hay seis habitaciones supongo, una para ti y otras cinco para nosotros-dijo Gustavo acertando a lo que leo quería decir.
-exacto-dijo leo satisfecho.
Leo se encamino hacia la sala donde estaban los cuartos y nos mostró a cada uno donde iba a estar, a Craig le toco estar en un cuarto pequeño pero acogedor, a Gustavo un cuarto en donde todo estaba coloreado de azul era grande pero sin mucha cosa, a Mauro le toco un cuarto decorado con navajas como posters, a José le toco un cuarto vacío y a mí me tocó un cuarto sin decoración pero por lo menos estaba todo de color negro así que no me enoje y de una me fui a acostar en la cama que había ahí.
-y yo-dijo Carla tristemente.
-tú no tienes nada por metida-le dijo leo enojado.
Yo no le hice caso a eso ya que desde ese momento supe que nunca volveríamos a la tierra, así que ya no importaban las clases y ya no importaba como traté a Carla pues sus padres nunca lo sabrán dije riéndome en mi mente.
-pero si tanto te quieres quedar aquí entonces puedes quedarte en el cuarto de Julio se ve que son muy unidos-dijo burlonamente.
-está bien-dijo Carla gritando de la alegría.
Yo estaba sufriendo por dentro ya no quería tener nada que ver con Carla, yo le iba a cerrar la puerta a Carla para que no entrara, pero justo cuando lo iba a hacer Carla se abalanzo contra mi abrazándome tan fuerte como pudo, yo solo la aleje de mí y cerré la puerta mirando a leo con unos ojos de desprecio.
-bueno ahora que quieres hacer-me dijo Carla de una forma picarona.
-nada, quiero dormir-le dije enojado.
Carla ya se iba a poner a llorar, pero en ese momento la saque de mi cuarto sin previo aviso y ella empezó a golpear la puerta de mi cuarto, yo decidí ignorarla hasta que de repente la puerta se abrió, era leo quien la había abierto.
-si vuelvo a escuchar que lloras te voy a tirar de la nave-dijo leo enojado.
Él ya se había puesto un pijama y al parecer él ya quería irse a dormir.
-ya escuchaste a leo y si sigues quejándote entonces yo lo ayudare a tirarte de aquí-dije amenazándola.
Ella entendió el mensaje y se quedó callada por un buen rato, hasta que pregunto cómo íbamos a dormir, yo me hacia esa misma pregunta hasta que se me vino una idea a la mente.
-qué tal si yo duermo en la alfombra y tu duermes en la cama-dije de manera inteligente.
-y que tal si dormimos los dos en la cama-dijo picaronamente.
-nunca-le grite.
-vamos solo por esta vez, yo no muerdo-dijo riéndose.
Yo ya me estaba poniendo nervioso ya que sabía que si aceptaba esa idea entonces Carla me empezaría a tocar varias partes del cuerpo y entonces mi mente no soportaría y se dejaría llevar por el momento haciendo que yo también la empiece a tocar y tal vez algo peor, así que yo me rehusé a esa idea.
-ya te dije que no-le grite enojado.
-está bien-dijo tristemente.
-bueno entonces tú te dormirás en la cama y yo me quedare dormido en la alfombra-dije para luego irme a dormir.
A la mañana siguiente.
-Julio ya es hora de levantarse-dijo Carla tiernamente.
-no molestes-le dije enojado.
Yo no quería levantarme ya que todavía era muy temprano y tampoco sabía que hacía Carla levantándome a esas horas, me di la vuelta para darme cuenta de que Carla estaba en ropa interior solo llevaba puesto un sostén y un calzón yo me di la vuelta rápidamente traumado por lo que había visto.
-que no te de vergüenza verme así-dijo con ternura.
-un segundo que estabas haciendo mientras yo estaba dormido-dije aterrorizado.
-eh nada solo veía como dormías, en verdad que te ves hermoso cuando duermes-dijo perdidamente.
Yo me quedé observándola por la hermosa figura que poseía y también por lo loca que ella estaba por mí, no sabía cómo reaccionar así que hice lo más razonable. Salí del cuarto dejando a Carla semidesnuda claramente cerré las puertas para que nadie la viera en esa situación.
-esa chica está loca-dije para mí mismo.
Sin darme cuenta Leo paso al lado mío.
-hola-dijo amistosamente.
-hola-lo mire enojado.
Yo la verdad no quería hablar con él ya que por su culpa yo tuve que dormir mientras Carla me miraba.
-me quería disculpar por lo que hice el día de ayer, sé que no fue apropiado de mi parte mandarte a dormir con esa chica-dijo arrepentido.