La mañana comienza como de costumbre, excepto que esta vez mi madre me lleva al instituto.
Quiero un auto.
Las primeras clases son aburridas, mas porque no estoy con Maddie o Nick. Al llegar la hora del almuerzo me acerco a la mesa donde están sentados juntos.
- ¿Qué tal chicos? – Pregunto antes de sentarme junto a Nick.
- Oliv ¿Viste que hay un nueva clon en el grupo de Sophi? – Me pregunta Nick sin siquiera decir hola.
- No – Respondo yo.
No sabía que hubiera una nueva.
- ¿Ustedes ya se toparon con ellas? - Tomo mi cubierto y pincho un poco de pollo de mi plato.
- Ja – Ríe Maddie sin ganas – No solo eso, se encargó de hacerse notar.
- ¿Qué hicieron ahora? – Pregunto sin ganas.
Sabía que lo que dirían no sería bueno. Nada que tuviera que ver con ese grupo es bueno.
- Bueno, la nueva perrita faldera de Sophi, Stefany creo que se llama, le hizo una pequeña broma a nuestra amiga aquí – Explica Nick señalando a Maddie.
- ¿¡Pequeña?! – Exclama ella molesta – Arruinaron mi nuevo bolso – Levanta el bolso que no había notado que se encontraba debajo de la mesa.
Del bolso gotea un líquido extraño. Parece agua, pero teniendo en cuenta que viene de ese grupo, dudo que sea agua para consumo humano.
- Lo metieron al retrete – Me informa Nick, supongo que al ver mi cara de duda.
- Esas perras – Me quejo yo soltando mi tenedor de golpe sobre el plato.
Estoy harta de que esas chicas hagan lo que se les venga en gana.
- Hablando del rey de roma – Nick tiene su mirada puesta en la entrada de la cafetería.
Mad gira y yo levanto la vista para observar.
Efectivamente, ahí vienen Sophi, su clon Richel, y ahora Stefany, que al parecer es rubia tambien.
Estas chicas no son nada originales.
Mismos colores de cabello.
Sophi es la excepción, ella no es rubia, más bien su pelo es color café.
Ella tiene un odio acumulado hacia Maddie, debido a que por ella no ha podido salir con su hermano, Drake. Maddie siempre se encarga de decirle a Drake que no lo haga y su hermano para complacerla -y quitársela de encima- le hace caso.
De ahí también viene su odio hacia mí, ya que las veces que le ha hecho bromas a Maddie, yo como buena mejor amiga, se las devuelvo y mucho peores. Una vez cambié su nuevo tratamiento capilar por tinte para cabello. Pasó todo un mes con el cabello color verde neón.
Parece que no le bastó con eso.
Sophi y sus clones vienen a donde nosotros estamos. Al llegar se detienen y Stefany no tarda en abrir su boca.
- ¿Te gustó tu nuevo bolso? – Pregunta mirando a Maddie, a la que tengo que tomar del brazo para que no se les tire encima.
- Wow, Sophi, te conseguiste otra mini zorra como tu ¡Felicidades! – La felicito sarcásticamente.
- Y tu perrita envidiosa, conseguiste vestirte peor que de costumbre – Contraataca ella con su sonrisa hipócrita.
- Querida, la única perra envidiosa aquí, eres tu – Le respondo – Además, creo que deberías buscar una menta, la boca te huele a perro – Agreguo haciéndole una seña con mi mano para que se fuera.
Sophi se va con sus clones roja de la ira, haciéndonos reír a los chicos y a mí.
Después de eso volvemos a nuestras clases, que pasan rápido y normales igual que las anteriores. Excepto que en Historia al profesor, Rowel creo que era su nombre, se le cayó el café encima de las hojas del examen. Así que gracias a él no tuvimos examen sorpresa.
¡Se escucharon mis plegarias!
No seas ridícula, Oliv.
¡Silencio!
Al terminar las clases, subo al auto de mi madre quien me esperaba fuera. No sin antes pasar a decirle a Maddie que luego iría a su casa. Al llegar a casa me encuentro con mi hermano viendo tv en la sala junto con... ¿mi padre?
- Hola, cariño ¿Cómo te fue en el Insti? – Me saluda al verme aparecer en la sala.
- Bien – Prefiero responder eso antes que contar la escena de Sophi.
- Que bueno – Dice sonriendo sin apartar la vista del teléfono.
Es de familia ser ignorados con el celular.
Después de molestar a Liam y a mi padre un rato, subo a mi habitación y me doy un baño.
Me coloco unos jeans, una camiseta simple junto con una chaqueta de jean y mis Convers. Ato mi cabello en un coleta antes de tomar mi teléfono y bajar a pedirle a mi madre que me lleve a casa de Maddie.
Esto no pasaría si tuvieras auto.
Ja ja ¿Por qué no te largas?
...
Al llegar a casa de los Carson, toco el timbre.
- ¿Qué tal, Morgan? – Me saluda Drake mientras abre la puerta – Maddie está en su cueva.
- Carson, gracias – Digo siguiéndole el juego de los apellidos -era algo que él y yo hacíamos desde pequeños- antes de dirigirme a las escaleras frente a la gran entrada.
- Morgan – Me llama haciéndome girar – Te ves bien.
- Oh, gracias – Contesto un poco nerviosa y me giro rápidamente para que no pueda ver mis mejillas sonrojadas.
¿Cómo logra ponerme como así con solo un comentario?
Ugh.
Estúpido Drake.
Toco la puerta de la habitación de Maddie y al oír el pase, entro.
- Hola, Bombón – Me saluda ella acostada boca arriba en su cama.
Ama llamarme asi.
- H..hola – Le respondo un poco nerviosa recordando lo que contaré.
- ¿Te pasa algo? – Me ve con una ceja alzada.
- Necesito contarte algo – Explico, aún más nerviosa que antes.
- Ven y cuéntale todo a la tía Maddie – Dice haciéndome una seña para que me siente junto a ella en la cama.
Le hago caso.
Una vez sentada, tomo y abrazo un oso de peluche, intentando tranquilizarme.
- ¿Y bien? – Habla Mad ya impaciente – Suéltalo.
- Creo que me gusta Drake – Digo seguido de un suspiro de liberación.
- Espera ¿Que? – Abre los ojos como platos – ¿Cómo paso eso? - Pregunta luego de un minuto.
Entonces le cuento todo lo que había pasado en la fiesta de Lincon y como me había estado sintiendo yo los últimos dos meses.