Capítulo 30 : Con todo en contra

Joshuad

Detuve al auto, no puedo manejar en este estado.

Recosté mi cabeza en el volante, todo pasó tan rápido.

—Quieres que te ayude a lavar los trastes—Jessica me miró sonriente y siguió fregando.

—Ya estoy terminando, ¿Qué te dijo tu papá?

—Que tengo que estar allá temprano para hablar con el abogado.

—Ay lindo, todo va a salir bien, ya verás—la abracé por detrás y puse mi barbilla en su cabeza.

—Lo sé, pero sabes que los asuntos con niños son delicados, aunque ya se confirmó todo lo que pasó, dicen que aunque soy su padre no estoy acto para tenerla—Jessica se secó las manos y se dio la vuelta.

—Sé que es difícil amor, pero tienes que ser fuerte, yo estaré aquí para ti, siempre—acarició mi mejilla, frunció el ceño en una mezcla de confusión y diversión.

— ¿Qué fue? —volvió a acariciar mi mejilla

—Te está saliendo la barba, está rasposa. 

—Lo sé, he estado muy ocupado y no he tenido tiempo de rasurarme.

—Tranquilo, no me molesta.

— ¿ah no?

—No—se alzó un poco y me dio un beso.

Comencé a analizarla, sus grandes ojos cafés, su nariz fina y pequeña, sus labios carnosos en forma de corazón, su piel bronceada, sus cejas bien definidas y su cabello lacio que siempre cae de manera desordena por sus hombros.

—Eres perfecta—acaricié su mejilla con mi nariz.

—La perfección no existe.

—Eres perfecta si te miras con mis ojos—juntamos la punta de nuestras narices.

—Quiero un beso nivel dos—susurró, me acerque lentamente a su boca disfrutando cada segundo, saboreando sus labios, crucé mis brazos alrededor de su cintura.

Jessica subió sus manos por debajo de mi poloche y mordió ligeramente mi labio inferior. 

Sonreí, es una nueva manía que ha estado haciendo en estos días y  me encanta.

La levanté y la senté en la meseta al lado del fregadero, Jessica pasó sus manos por debajo del poloche y volvió a besarme desenfrenadamente, pasaba sus manos por mi espalda y sin darme cuenta las mías habían comenzando a desabrochar los botones de la camisa de su pijama, comencé a besar su cuello  y note que llevaba sostén.

 —Tenias todo esto planeado good girl—le susurré al oído.

—Nunca lo hemos hecho en la cocina—deje que me quitara el poloche y comencé a besar su cuello.

—Me encantas Jessica.

— ¡Qué hacen! —Nos sobresaltamos y miramos a Terry, rápidamente nos separamos y busqué mi poloche para podérmelo.

—Terry no es lo que tú piensas—dijo Jessica

—No es lo que yo pienso…Jessica, ¡me lo negaste en mi cara!

—Terry, tranquilo vamos a hablar—me acerqué

—No te me acerques—Terry comenzó con sus ataques de pánico, paso sus manos por su pelo desesperado, hice ademan de hablar pero cerró los puños y cogió unos de los vasos que estaban en la meseta y lo tiro con furia al suelo.

Jessica y yo retrocedimos.

— ¿Por qué?

—Terry no te alteres pero tu hermano y yo somos novios.

— ¡¿Novios?! Me lo negaste Jessica, me dijiste que entre Joshuad y tú no había nada, me pelee con Candy por tu culpa, por SUS culpas.

—Terry, Jessica lo hizo simplemente para evitar esta situación.

—Esta situación, ¡Esto no es posible! ¡Son hermanos! ¡Esto es incesto!

—Tal vez un poco, pero eso no es lo importante aquí —dijo Jessica

—Terry se que lo que acabas de ver es un poco traumático, pero no queremos mentirte mas, Jessica y yo somos pareja.

—No pueden hacerme eso, ¡No pueden! —su enojo iba aumentando  y por las arrugas en su frente parecía un volcán a punto de hacer erupción.

—Terry, no te alteres vas a despertar a Mamá Irina y a papá—dijo Jessica.

— ¡No me importa!, que despierten para que le pongan fin a esta atrocidad.

—Es mejor que nos sentemos.

— ¡No!

—Terry…

—Jessica—la tomé del brazo—deja que se desahogue.

—Si ustedes siguen con esto no les volveré a dirigir la palabra jamás en mi vida, como pueden ser capaces de tocarse así y EN LA COCINA, todo esto es asqueroso.

—Niños, ¿Qué pasa? —Mamá y Henry se pararon en la puerta de la cocina preocupados.

 — ¡Hasta que por fin bajan! —dijo Terry

Miré a Jessica, llegó el momento que estábamos esperando pero de la manera inadecuada.