Sentía su piel peluda, pero estaba paralizada, sabía que no podía escapar, aquí me quedaría, tal vez para siempre.
Y después el me giro hacia el, si... era el... es el lobo ... el lobo del bosque oscuro...
No lo podía creer, estaba enfrente de mi ese famoso lobo, tal vez no lo podía distinguir bien, pero se podían ver sus orejas, su cola y hocico en la sombra que se podía reflejar en el piso gracias a la luna, de repente el lanzó un aullido que me erizo la piel, y de la nada me tomó en brazos cosa que me hizo soltar un chillido.
Me tomo de la cintura, y yo solo sentía frío por que estaba desnuda.
—En el piso, recuestate, ahora.—Ordenó el lobo.
Lo hize de una manera tan rápida que ni yo misma me di cuenta cuando estaba en el suelo.
Puso sus dos piernas peludas alrededor de mi tratando de sujetarme y acercarme a él.
—Déjame ir, por favor.—Supliqué.
—Jamas, seras para siempre mia, eleanor.—Dijo el lobo muy cerca de mi mientras sujetaba mis manos y posteriormente mis piernas con vendas.
—Por favor no me hagas nada.—Supliqué de nuevo.
—Eso lo decidiré yo, ahora callate y dejate llevar.—Dijo la voz gruesa del lobo mientras con una garra rodeaba mi cuello apretandolo con fuerza.
El comenzó a tocarme, y cada que me tocaba podía sentir sus garras, como si estuviera arrancando un pedazo de piel por cada parte donde me tocaba.
Y de repente sentí una pequeña punzada en el pecho.
El me estaba clavando una daga directamente en el pecho!.
—Lo sientes pequeña?.—Cuestiono el lobo con una gran sonrisa en la que se podía apreciar perfectamente todos sus colmillos.—Sientes como esta daga se hunde en tu precioso y desnudo pecho?.—Repetio con sonrisa burlona.
No podía hablar, no solo por el dolor si no también por el miedo de que el lobo estuviera tan cerca de mi, casi a punto de comerme viva.
Y de repente la daga se hundió más y más en mi pecho, dejándome sin respirar.
Y antes de morir, pude ver como la sangre que salia de mi pecho y boca salpicaba , y el lobo sonrió satisfecho, y antes de desmayarme por completo el lobo me beso mientras seguía enterrando cada vez más fondo la daga, hasta llegar a los órganos tocando el corazón.
Vi borroso.
Y antes de desmayarme lo vi por última vez, pero ya no parecía un simple lobo, era un hombre, con el pelo marrón, ojos cafés al igual que su cabello, estaba fornido y tenia un pecho completamente lleno de vello.
Editado: 06.12.2024