El Horror en el Sotano

La Maestra de Arte

28 Años Después…

El tiempo pasó, pese a las vicisitudes en mi vida y el hecho de perder a mis padres logre salir adelante, la familia que me acogió, me entrego todo, nunca me falto nada, logre entrar a la universidad y graduarme de profesor de historia, el maestro Gabriel materrazzi, ese soy yo, comencé a hacer clases en la ciudad donde nací luego y en busca de mejores oportunidades salariales decidí emigrar a la capital.

El problema estaba en el área sentimental, conocí a muchas chicas pero no lograba tener estabilidad, tenía constantes pesadillas con la quimera y lo que vi esa ocasión, las cuales terminaron por directamente espantarlas, recuerdo cierta noche en que soñé tan feo que al momento de despertarme estaba ahorcando a una de las mujeres con las cual salía, pero todo cambio cuando conocí a sabina, ella una profesora de arte que trabajaba en las misma universidad que yo, nunca olvidare la primera vez que la vi, estábamos en el salón de maestros cuando ella llego, la nueva colega, así la presento el director, yo quede flechado de inmediato, su pelo castaño, piel tan blanca como la leche, su nariz exageradamente puntuda, fueron letales para mí, las química fue espontanea, era casi almas gemelas, la primera vez que hicimos el amor fue en mi departamento, ella fue asombrosa en la cama, y esa y otras noche no soñé con la quimera, creí que la había superado, pero todo cambio cuando cierto día sabina me invito a cenar a su casa, ella aún vivía con sus padres y quería presentarme con ellos, en cierta forma para ir formalizando la relación, aquella noche la “sociedad de la quimera” se volvió a cruzar en mi vida.

Después de clases, fui a la casa de mi novia, una elegante y vieja mansión que quedaba a las afueras de la ciudad, una vez dentro quede maravillado por belleza de aquel lugar, fuimos al comedor dóndes finalmente me presento a su padre, él había sido alcalde la ciudad, era un hombre muy influyente y poderoso, por su dialecto me pude percatar que era un hombre muy culto y me mundo, resulto ser uno tipo bastante hospitalario conmigo, la cena iba bien, así que me sentí cómodo, todo iba, todo era grato, hasta sabina me dijo:

-Amor te quiero mostrar algo-me dijo mientras me tomaba el brazo.

-Que sería-le respondí sonriendo.

Y apunto hacia la pared, señalando a un cuadro que estaba sobre la chimenea.

-Fue una de mis primeras pinturas- dijo algo orgullosa.

Mire el objeto señalado y mis temores volvieron, en el cuadro, en el bello cuadro había un casi apocalíptico paisaje, en cual se levantaba un enorme montículo, ahí un antiguo guerrero se enfrentaba a… una quimera, más abajo se había una frase que rezaba “dios no es el único que crea”.

¡La sociedad de la quimera ¡- exclame de forma automática.

Yo quedé perplejo, la copa de vino que tenía en mi mano reboto en la mesa para finalmente hacerse añicos en el piso, estaba pálido, me dieron una gana terrible de vomitar, era como si alguien en mi mente abriese una habitación donde estaban mis peores recuerdos, sentí unas ganas irresistibles de salir.

-Tengo que irme- dije mientras me levante de la mesa y fui en busca de mi abrigo.

- ¿Estas bien? - me dijo sabina mientras me tomaba de la mano.

- Si, no pasa nada solo recordé que dejé algo en la universidad- le dije mientras me encaminaba a la salida, y le di un beso de despedida.

Pero su padre no me dijo nada, me miro de forma inquisidora, sospechaba algo, el en ese momento infirió que yo sabia algo, sali rapidamente de ahi. Aquella noche al volver a mi departamento bebí hasta quedar borracho, y como en mis peores momentos soñé con la quimera.

Continuara…

 

 



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En el texto hay: suspenso, sus miedos, sotanos

Editado: 10.10.2019

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