El idiota ese

Capítulo 5

(Elise)
Él se ponía su corbata delante del espejo y yo todavía estaba en pijama desayunando en la mesa.

—¿Hoy no tienes clases?.
—No, por lo del Festival(comía)

(Sebastian)
—Hmm ya veo(no quiero dejarla sola) si necesitas algo o pasa algo me llamas.
—Sebas…
—¿Sí?(me estaba yendo).
—Llega a tiempo para el festival.
—Estaré aquí a las 4 pm ¿Eso esta bien?.
—Sí. Por cierto…mi abuela me dijo que me quedaré aquí 3 meses dijo que lo sabías.
—No fue hace mucho que lo dijo ¿te molesta?.
—Hmm no (me ignoró).

Me fui de la casa.

(Elise)
—Asi que viviré aquí 3 meses…vaya mi suerte(me cubrí el rostro).

Lavé los platos, limpié un poco y luego me fui a bañar…me llegó un mensaje del profesor Márquez.
—Espero verte hoy día—decía el mensaje.

Terminé de ducharme y le envié un mensaje a Jackson.

“Te veo en el festival. Ya me siento mejor🙆🙆🙆”.

(NARRADORA)
Jackson estaba echado en su cama mirando el techo cuando recibió el mensaje y sonrió.
—Me alegra que esté bien. Me pregunto quién era el tipo de ayer y por qué se abrazaban…¿No era que le gustaba ese Sebastian?…

De repente le vino a la mente las palabras de Elise cuando él la abrazó.

—No veré tu rostro…solo llora. 
—Jackson… eres cálido…(la voz de Elise sonaba apagada y dulce).

(Jackson)
—¿Por qué me vino ese recuerdo? Todo es tan borroso de pronto sentí deseos de abrazarla.

Me cubría el rostro un poco avergonzado. Es extraño tener una amiga mujer a parte de Karina.

(NARRADORA)
Sebas estaban en el trabajo sentado en su escritorio mirando a cada momento el reloj.
—Me pregunto cómo estará esa mocosa(pensaba él).
—¿Te pasa algo?— le preguntó Tomy.
—Eh no es nada.

La abuela Keyla no ha abierto el restaurante debido a las visita de su familia. Carmen y Keyla conversaban en el patio sentadas en una banca de madera larga.
—Mamá…no entiendo el porqué eliges a Elise en vez de mí que soy tu hija(tenía una voz resentida).
—Ella también es mi hija. La he criado…no me hagas escoger.
—Veo a quien escogerías. Y Elise ¿Dónde se está hospedando?.
—No entiendo tu interés. No puedo decirte dónde está, pero no es muy lejos de aquí.
—Solo lo digo porque no quiero que mis hijas se crucen con ella. Menos mi esposo.
—No se cruzaran. Ahora volvamos a dentro. 
—Madre…te juro que si la veo le diré la verdad a Elise. 
—¡No se van a cruzar! Entremos(Keyla entró y luego la siguió Carmen).

Una señorita muy distinguida se acercó, al parecer era la secretaria del dueño de la empresa.
—Señorita Karina, Sebastian y Carlos  el dueño quiere hablar con ustedes…

Ahí estaban los tres sentados en la oficina principal…era la más grande y elegante oficina del edificio. Parece que el dueño tenía una obsesión por las jirafas pues el lugar estaba lleno de imágenes. El jefe y dueño, el Sr. Gutiérrez, estaba delante de los tres. 
—Ayer mi hija cometió un gran error— entrelazó las manos y las apoyo en su escritorio— sin embargo es mi hija, y le concederé mi apoyo. Carlos me caes muy bien, sin embargo tengo un problema…debo despedir a la señorita Karina ya que sus servicios no son los más primordiales en la empresa.
—¿Despedirme? No hice nada malo…entonces…¿Por qué?.
—Soy una persona exigente y mi hija no se siente cómoda a tu lado. Si tu trabajo no te respalda y no me eres eficiente. Lamento decirte que estás despedida. 
—Sr. Gutiérrez y…¿A mí por qué me mandó a llamar? No acabo de entender—dijo Sebas.
—Porque  por su eficiente trabajo me gustaría ofrecerle un puesto mejor. El de la señorita Linares…(Karina)quien recibió ese puesto por ayuda de mi hija(Karina bajó la mirada entristecida).
—Lo siento, pero no puedo aceptarlo(ella lo miró sorprendida) deseo quedarme en mi puesto actual.
—No me está entendiendo. No es una sugerencia…es una orden. Si no acepta lo despediré también.
—Bueno entonces despidame…
—Sebastian solo acepta…no me molestaré contigo— insistió Karina.
—Bien si es lo que quieres…estás despedido. 
—Yo también renuncio— Carlos se paró.
—¿Eh?—el presidente se está dando cuenta que está en un juego muy peligroso.
—Nos vamos. Con permiso— Dijo Sebas y Carlos tomó la mano a Karina al ver que no reaccionaba.
—Buena tarde(susurró Karina tímidamente).
—¿Qué acabo de hacer? Acaso despedí a mi escritor estrella, a mi diseñador gráfico y a mi periodista. Todo por una rabieta de mi hija…(pensó en voz alta cuando se fueron de su oficina).

Sebas agarró sus cosas y las puso en una caja al igual que Carlos y Karina. Los tres regresaban en el auto de Sebas.
—Los dejó en sus casas.
Primero dejaron a Karina y Carlos se quedó con Sebas.
—¿Estás feliz de haber renunciado?.
—En parte sí. Tengo mucho dinero ahorrado así que sobreviviré.
—Presumido...hmm creo que mañana buscaré otro empleo donde yo sea el jefe jaja jaja.
—Sé que en el centro están necesitando gente.
—Y…¿Qué Tal tu primera noche con Elise?¿Qué hicieron?
—Hmm…la vi dormir(susurró).
—Sabia que en el fondo eras un pervertido…pero no tanto.
—No es eso tarado…ella estaba triste y quería que me quedara con ella. Su madre al parecer a regresado y eso me preocupa…ella no a dicho nada sobre eso. Por eso hoy quería llegar temprano.
—En esos momentos ella te va a necesitar más…
—Lo sé…por eso quiero estar cerca de ella.
—Aveces cuando hablas parece como si ella te gustara…
—¿Así? No…yo solo…le tengo mucho aprecio.
—Pobre Elise…hasta que éste de el paso…seguro estarán viejos y a punto de morir(pensó  Carlos).




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