Había llegado a la Ciudad de México aunque no lo crean estaba muy nervioso por el simple hecho de no estar en casa, ya el aeropuerto sentía que todos me miraban por ser extranjero pero que hacerle mi trabajo era pasar de desapercibido pero esto sera más difícil de lo que pensaba. Salí de dicho lugar abrí el sobre que me habían dado era las llaves de un coche yo solo apreté el botón y se oyeron el sonido de desactivación de la alarma fui directamente al coche y partí hacia la dirección que me habían dado llege al lugar era una torre de departamentos mi nueva casa era el número 1307 octavo piso, cuando llege había una señora mayor me miraba y me saludo —buenos días joven, supongo que usted es el nuevo vecino verdad —yo solo seguí con mi camino hasta entrar a la casa.
No le pude contestar porque estaba algo confundido por el idioma aunque si se hablar español y siete idiomas más, pero tenia que asimilar que ya no estaba en casa empecé a poner cámaras en la casa para sentirme más seguro después de eso fui a la universidad a registrarme para entrar cuando llege ahí estaba el rector y me pregunto —¿cual es tu nombre? —por suerte nadie sospecha de mi
—mi nombre es Diego Alain Rivas —respondí. —solo tenía una sonrisa en mi cara
—bien ¿porque vienes a mitad del semestre a inscribirte? —pregunto nuevamente. —era muy extraño que sucediera eso, así que tenía que seguir el guión
—pues tuve que regresar a México porque uno de mis padres murió y la única forma de que tuviera la herencia que dejo era terminar la universidad aquí —le explique. —la verdad ni yo no me trago ese cuento
—bien y ¿que carreras quieres estudiar? —se creyo todo, espero que no haya más problemas
—ingenería industrial —conteste. —estaba algo nervioso al estar aquí
—bien la secretaria te dará tu horario de clases y bienvenido a la máxima casa de estudios de México ahora ve a clase —indico el rector. —me sentía muy feliz al volver de nuevo a la universidad.
Yo hice lo que me pidió me sentía como un niño nuevo, pero es algo fácil que estar en la universidad más prestigiosa del mundo. Entre al salón ahí estaba mi objetivo Rafael Morales Flores le mostré mi horario al maestro y me dio la bienvenida —les presentó a su nuevo compañero Diego Alain Rivas —solo sonreía de oreja a oreja
—¡hola! —dijeron. —no se notaban tan ansiosos de recibirme, ya había olvidado que se sentía eso
—y nos puedes decir ¿de que universidad vienes? —menciono el maestro. —pero a pesar de que estuvieran aburridos, me prestaban atención para ver cualquier error que cometería
—por supuesto vengo de la... —todavía no sabia que responder pero no les puedo decir que vengo de Haward o así mi identidad se descubriría — y termine diciendo lo único que apareció en mi mente. — Universidad Autónoma de Tamaulipas —respondí
—muy bien entonces ¿eres de Tamaulipas? —pregunto el maestro. —realmente ya ni sabía que decir
—no, es que mis padres viven allá pero son mexicanos y yo nací en Chicago, así que soy norteamericano —respondí. —espero que eso sea suficiente para ellos y ya no tener que responder mas preguntas
—bien, toma asiento —indico. —por suerte la tortura social ya había terminado, y solo fui a buscar un lugar vacío.
Después de quince minutos de clase era la hora del primer descanso, yo trataba de no hacer amigos pero era algo inevitable. Una chica se acerco a mi, su cabello era café, sus ojos cafés claros era muy linda y se presento —hola chico nuevo, mi nombre es Larissa Rivera Álvarez —era tan amable conmigo
—es un gusto conocerte, supongo que me conoces en la clase de la facultad —dije. —esperaba que fuera de mi clase o algo así
—pues no estudio psicología, pero había rumores de un chico nuevo y ¿cual es tu nombre? —respondió Larissa. —los rumores si que corren muy rápido
—pues los rumores son ciertos sobre mi y por cierto soy Diego —conteste. —solo sonreí y espero que nos llevemos bien y ser amigos
—es un placer conocerte, pero deberías juntarte con alguien —mencionó. —al parecer es tan malo estar solo
—tomaré en cuenta tu consejo —conteste. —solo me reí de mi mismo y de que estaba solo
—bien, nos vemos luego —respondió. —ella solo me sonrió y luego esta Larissa se fue
Unos chicos se acercaron a mi uno de ellos me pregunto —¿quien rayos eres tu? —tambien olvidado que se sentía ser intimidado
—what do you care, stupid boy —respondí. —no me encontraba de buen humor para ser molestado
—ni sé que demonios dices, pero estas a punto de que te de una buena paliza maldito niño rico —menciono. —era mi primer día y ya esta en problemas.
Antes de que me dieran una paliza un chico intervino y les dijo —Raymundo y Gonzalo dejen lo en paz, además es nuevo y dudo mucho que se quieran meter en problemas —parecía muy intimidante ese chico
—tienes razón Rafael, vamos a ir a otra parte —contesto Raymundo. —por suerte ese chico me había salvado.
Los chicos se fueron, mientras este Rafael me pregunto —¿estas bien? Espero que esos no te hayan molestado —no pensé que fuera una buena persona
—si y gracias por ayudarme —le agradecí. —la verdad no quería mostrar mis habilidades con esos chicos y me alegra mucho que haya intervenido
—de nada mi nombre es Rafael Morales Flores, no te preocupes ya se tu nombre y espero que seamos buenos amigos —contesto Rafa. —finalmente encontre a mi objetivo, ahora solo debía ganarme su confianza
—esta bien —respondí. —esta vez no fingía ser Diego, sino como Alex para que se viera más creible.
Era un completo manojo de nervios porque todos habían creído todas mis mentiras, pero solo era trabajo no buscaba ser muy social en la universidad, sin embargo, no lo logre pasar desapercibido. Después de las clases regrese al departamento todavía seguía la misma señora y le pedí una disculpa —lo siento, por lo de hace rato solo que no conocía nada por aquí —me sentía un poco mal por ignorarla