capitulo 8: el verdadero negocio de la organización

Aún me encontraba en la veterinaria no sabía lo que pasaba en ese momento pero mis dudas cada vez crecían más al pasar las horas trataba de no preguntar sin embargo era algo inevitable para mi Kathleen se acerco y me preguntó —¿estas bien? —noto que estaba algo nervioso al saber la noticia

—si, solo que me cuesta asimilar lo que sucede —respondí. —los nervios me dominaban en ese momento, tenía miedo de que sí la operación salia mal, terminaría muerto y que en la agencia termine encerrado en un sótano con la carne fresca

—trata de tranquilizar te se que sufres de asma y haré todo lo posible para que no entres en pánico —indico. —Kathleen hacía lo posible para que no entrara en un supuesto ataque de asma

—sabes creo que ya entre en pánico —mencione con una sonrisa retorcida en mi rostro. —había perdido el control de mi mismo

—bien, además me das miedo con esa mirada Diego —menciono Kathleen. —solo trataba de no perder mi cordura, parecía un desquiciado.

Yo nomás sonreí como sí esto fuera normal, aunque la verdad odie hacer esto sentía mala espina porque ni siquiera sé a que se dedica la organización de Rafael llamada "la veterinaria" pero no es nada bueno, está Arletth se acerco y me pregunto —¿que ocurre? Estás todo pálido —realmente mi aspecto era muy malo y eso podía delatarme

—nada, solo que nadie me dice que sucede —conteste. —supongo que está vez si me dará un ataque de nervios

—descuida Diego, es mejor que no sepas que ocurre porque ellos no quieren que formes parte de esto —menciono. —yo me quedé pensando en lo que había dicho Lu, porque era extraño que me quisieran que estuviera presente en este lugar sin decirme alguna palabra.

Antes de que pudiera responder a esta Arletth, está Kathleen se acercó a nosotros y nos preguntó —¿de que tanto hablan? Es muy extraño que ustedes dos se lleven bien —había olvidado por completo que no tenemos tanto tiempo de conocernos en este lugar que seguí con nuestra amistad así como si el trabajo no existiera

—de nada importante, además supongo que es bueno tener buenas amistades en vez en cuando y se preocupo por mi aspecto terrible—respondí. —siento que cada vez me hundo más a fondo de este abismo

—bueno, hay que ir a la bodega y espero que ya te encuentres mejor Diego porque no quiero que te vayas pronto a casa —indico Kathleen. —soy yo o lo sentí como amenaza a muerte.

Después de que me sintiera mejor, fuimos a la bodega que se encontraba a unos pasos de la veterinaria, ahí estaban los ayudantes de Rafael y la mercancía era más de una tonelada de cocaína —aunque estaba sorprendido de que Kathleen tuviera que ver con esto —en lo personal. — pero solo es un trabajo Rafael me comento —ahora que ya sabes a lo que nos dedicamos, mi querido Diego... No permitiré que vayas a la policía y sí llegaras hacer eso tendría que asesinarte antes de que llegues a la comisaría y créeme no quiero tener que matarte con mis propias manos —creo que encontré la respuesta de porque nadie quería decirme nada, ya que con tan solo ver la operación era más que suficiente para ser su cómplice

—esta bien, no diré nada —conteste. —esta vez lo mire cara a cara sin ninguna expresión de preocupación

—bien, ya que tienes todo en claro te diré lo que hacemos —indico. —finalmente tendré las respuestas a mis preguntas pero con un alto costo

—correcto, entonces dímelo —dije. —tal vez se oyó muy temerario de mi parte, pero en mi mente solo buscaba escapar de ese lugar lo más antes posible

—bueno, esta droga llega desde Bogotá Colombia para que la enviamos a un socio llamado Esteban Sanchéz Escobar, en estados unidos tenemos a Steve Peterson, sin embargo, hemos ganado muchos enemigos muy poderosos como la mafia rusa, el FBI, la DEA, ejército mexicano y entre otros. Pero hay un pequeño problema hay un espía ruso que nos esta investigando completamente, además hay más infiltrados en nuestra organización por parte del gobierno americano así que no confíes en nadie —me contó Rafael. —en ese momento supe que ya sabían que alguien de la agencia estaba infiltrado, la verdad esto es muy malo para mí porque no podré pasar con mucha discreción como tanto deseaba.

Yo no respondí pero tenia que actuar como si la noticia no me afectara de cualquier forma, entonces Rafael nos dijo —bien hay que enviar el paquete —lo bueno de todo que ya habían terminado su trabajo.

Todos empezaron a meter la mercancía en las cajas, yo estaba algo nervioso hasta que Kathleen me preguntó —¿cómo estas? Aún sigues algo terrible y pálido, solo espero que no te de un ataque de asma en el lugar —realmente no me había mirado en un espejo, pero para que lo notarán todos debo estar muy mal

—algo sorprendido al saber que tú y Rafael se dedican al narcotráfico y eso no me agrada mucho —conteste con toda honestidad. —creo que está opinión es más de Oliver que de Diego

—bueno, yo no tengo que ver con ellos sólo hago un favor a mi hermano pero no entiendo porque estas aquí —me aseguro. —al parecer solo quería justificarse conmigo para no verse como una mala persona

—ni yo sé porque estoy aquí, además no creo que no deseen involucrarme porque si fuera así yo no estaría aquí —recalqué. —solo fingía que no sabía acerca del negocio y buscaba hacer que regresará al camino correcto.

Pasaron las horas, hasta que regrese a casa por suerte ya me sentía más seguro al estar aquí, además pude controlar mi nerviosismo antes de colapsar y al igual que noté que tenía un horrible aspecto así que tome unas pastillas para calmarme —al parecer mi viejo problema cardíaco había vuelto —pienso que no fue buena idea ocultarlo de todos mis amigos, creo que solo la agencia lo sabe. Luego hice una vídeo llamada con Ted y me saludó —hola Oliver ¿como te encuentras? —pensé en decirle la verdad de mi salud a Ted, pero no quería que se preocupará y este pida mi regreso

—bien, además el trabajo tiene un avance muy interesante —comenté. —necesitaba cambiar el tema en mi mente para olvidar un poco lo sucedido