Ian
Caos y más caos, así se veía desde Florencia la situación que se está viviendo en Milán; me preocupa la situación de Fabricio ya que fue herido por su padre, este último también esta grave.
Decido ir a Milán como Harvey Beckett; por seguridad ya que faltaba una sola persona por atrapar y es el abogado Longo, él se encargaba de cuentas en el exterior y de legalizar ese dinero.
Ya han pasado algunos días y la situación tiende a calmarse, los Damiani son la noticia del momento, me comunico con Octavio para darle las últimas noticias y de que todo termino; Milán me recibe con un clima sombrío lluvioso, no muy de mi gusto, me voy directamente hacia el hospital, por Fiorella me enteré que está hospitalizada y me preocupo.
Llegando al hospital observó en las pantallas que el señor Paolo Damiani acaba de fallecer, no me alegra, pero los cobardes actúan como él lo hizo, debía pagar en un centro carcelario como lo había hecho Julia siendo inocente.
Me dan luz verde para entrar a ver a Julia, cuando llegó a la habitación me recibe un destello rojizo, al fin la había visto de cerca y de frente, para mí era una ensoñación, hermosa desde la perspectiva que sea.
Notó que Julia tiene una leve sonrisa, yo estoy enfocado en sus pecas que hacen juego con sus ojos y cabello rojizo, me presento de forma torpe, recibe una llamada se disculpa y nos deja solos
- ¿Por qué presentaste como Harvey? ¿Qué pasa? – me dice Julia y me saca de la burbuja, agarró una silla y la acercó hacia ella –
- La investigación sigue Julia, todos fueron capturados menos el abogado que le hacía todo a el viejo Paolo
- Entiendo, ¿hablas de Longo?
- Si, este se escabulle muy bien – me arreglo el cabello -
- Cuando me capturaron él fue mi abogado, yo sabía que él tenía mucho que ver – asiento –
- Bastante, hacía parecer el dinero robado como lícito y era el encargado de consignar el dinero en las cuentas en el exterior
- ¿O sea él tiene acceso a todo lo que se robaban?
- Si, las cuentas están congeladas no puede hacer nada, pero al mínimo movimiento lo pescan
- Has hecho un excelente trabajo, lastima el nombre tan maluco que te pusiste – sonrío - ¿Qué hay con Alice? Tu expresión fue como si la conocieras
- Nada Julia ... la vi saliendo del conglomerado, tenía horas de haber llegada a acá a Milán; ese día me pareció linda, pero ahora ... - me quedo en silencio y omito la segunda vez que la vi -
- ¿ahora qué? – me levanta de la silla me toma el cabello y caminó por la habitación –
- No pensé ... que era tan linda que la primera vez que la vi; ¿tiene novio? – Julia me mira raro y vuelvo a la silla –
- No tiene y tampoco quiere por estos momentos Ian, ¿en serio te gusta Alice? – frunzo el ceño y seguro le contestó –
- Sí .... Desde la primera vez que la vi, pero me acabo de dar cuenta que la embarré, debí decirle mi nombre real
- Ya ni modo, después le explicas – sin más entran un montón de personas –
- Me retiro Julia en otra ocasión seguimos conversando –me centro en ella y me despido – un gusto conocerla, hasta luego
Salgo de la habitación con el corazón a mil, nunca había sentido algo así; en ese momento tenía que claro 2 cosas; 1: que tenía que conquistarla y 2: la tenía compleja. Ya eran dos personas que me habían dicho que Alice no esta para relaciones y esas dos personas son de confiar; mi hermana Kailam y Julia.
En los pasillos me encuentro con Franco y Adriano, este último me hace señas que me llamara más tarde. Había algo en Franco que no me cuadraba, no sabría describirlo, tenía la sensación de que no era buena persona, con una sonrisa de comercial de pasta de dientes.
Camine por Milán toda la tarde, aproveche para visitar ciertos lugares de interés ya entrada la noche me llega un mensaje
Adriano
Hey Ian o Harvey te estoy esperando acá en la bodega
7: 10 pm
Ian
Listo en 20 minutos llego
7:11 pm
Me aventure a tomar transporte público, esta ciudad me gusta más que Londres, siento que tendré más oportunidades. Pasados los 20 minutos llegue a la bodega, era el único lugar seguro en este momento para conversar con tranquilidad.
Sentado escribiendo en el celular me encuentro a Adriano
- ¿Quién es la afortunada? - frunce el ceño –
- Que va ... es un cliente de la joyería, aja cuéntame cómo va todo – me siento al frente de él –
- Todo salió según la previsto, las pruebas estaban ahí a la vista de todos en un fichero viejo en el salón de modelado
- Unos descarados – asiento –
- Cuéntame cómo esta Fabricio
- Mejor ... el impacto que recibió no hizo muchos daños, pero el hecho que fue el padre, deja a cualquiera destrozado y además golpeó a la señora Lia
- Era una persona mala en todos los sentidos y ¿el otro hijo? – se sonríe y niega –
- Franco ... es diferente a Fabricio, él es el típico mujeriego, tóxico; según ha cambiado ... yo no me lo creo, pero la gente puede cambiar
- Hay algo en él que no llega a convencer del todo
- Franco Damiani es lo más cercano a Paolo Damiani, en aptitudes; aunque la señora Lia lo tiene contra las cuerdas – nos reímos -
- ¡En serio! – se pone serio de pronto –
- Hablando de otro tema, te necesito en Florencia, el viejo Damiani tiene dos hijos allá, Fabricio quiere que investigues y estés cerca de ellos por si algo pasa; son dos chicos que no llegan a los 10 años
- Cuenta con eso Adriano, mañana a primera hora salgo para Florencia
Nos quedamos conversando otro rato y me enteré que Fabricio y Julia serán padres y que se casaron a escondidas, estos dos son un caso. De Alice no puede sacar información de ahora en adelante me toca a mi conquistarla, pero eso será después que regrese de Florencia.