Tres años después
Alice
Viajar ... en estos 3 últimos años es lo que más hemos hecho, vamos hacia Londres al aniversario de Sofía y Gael, vivimos en Florencia juntos, al cabo de un año de convivencia, nos cambiamos a una casa más grande y cerca de la escuela, estamos hace 2 años en esta nueva.
Desde hace un tiempo nos llegó desde londres un perrito, Cronos, es una mezcla rara de Dachshud de pelo largo con callejero, para la familia es un criollo de buena pinta; tenemos todo cuadrado, viajar hasta Milán, dejar a Cronos con mis padres y pagarle a Brina para que recoja las gracias de su sobrino perruno, pasar por Julia, Fabricio y las chiquillas y entonces si viajar hasta Londres.
Todo resultó según los previsto, desde hace un año aproximadamente el conglomerado había adquirido un avión privado, ya que se abrió un área nueva, llamada "nuevas mercados" manejada por Franco y también por que la señora Lia se comprometió con el doctor Donato y se fueron a vivir a Cagliari y tienen la custodia de los chicos.
Con el paso del tiempo decidimos que el funcionamiento de la fundación estuviera en manos de Fabricio, en este caso del conglomerado, la administración de esta era llevada por Fabio en conjunto con mi madre; todo tomó su rumbo.
Londres siempre me ha parecido una ciudad totalmente fascinante y muy trajinada, siempre que llego me desconecto de los que viajen conmigo y me quedo embobada con las vistas. Nos fuimos directamente hacia donde se iba hacer el festejo del aniversario, por unos instantes note a Ian un poco nervioso y me dedique a observarlo.
Converso con todos, las cervezas y risas iban de un lado al otro, note que llevaba más de 2 platos de comida, la tercero Sofía lo interceptó y los vi conversar y reír, no se me había acercado, así que cuando ya casi nos íbamos para el hotel, lo tome por el brazo y la jale para un lugar donde estuviéramos solos
- ¿Algo te pasa y no lo niegues? - se sonríe y la ebriedad es evidente-
- No pasa nada ... pelirroja - me cruzo de brazos y la miro a los ojos y noto que están demasiados brillantes -
- Si, te pasa algo ... tú no acostumbras a andar borracho Ian
- Tienes razón ... pero necesito estar así para que no me duela tanto que me rechaces por ... - se tambalea y cuenta con los dedos de la mano - perdí la cuenta
- ¿Rechazarte? - asiente varias veces y se ríe -
- No quieres casarte conmigo ¿Qué ... no soy digno? - suelto la risa y lo tomó por el brazo y lo guió a la salida -
- Nos vamos para el hotel ... eres mi amor bonito Ian, pero te responderé mañana que estés sobrio - bufa y empieza a hablar en ingles cosas que no entendía -
Octavio viene a nuestro encuentro y le explico por encima lo que esta pasando, se ofrece a llevarnos al hotel, tan pronto Ian entra en el auto cae dormido; con la ayuda de su cuñado subimos hasta la habitación y me ayuda de paso a colocarlo en la cama, al rato se va dejando la premisa de "me llamas cualquier cosa".
En estos años de convivencia con Ian se me había pegado algo de él, comer de más; me encantaba probar comidas nuevas y pues había contado con la fortuna de que no subía de peso.
Me acerco hasta la cama y observo lo observo dormir, me quedo ahí por un largo rato, hasta que llegan a mi mente la conversación que tuvimos; es cierto que cada vez que tocamos el tema del matrimonio siempre le digo lo mismo "no es importante para mí" y sí me ha pedido matrimonio y en todas las ocasiones le contesto igual, aunque rechazó su proposición, nunca lo rechazó a él, es mi pareja y funcionamos como tal en todos los sentidos, pero siento que mi negativa está dañando mi relación.
Con ese pensamiento camino hacia los ventanales y me quedo observando la noche londinense, hasta que mi estomago hace acto de presencia y recuerdo que no he comido, llamó hasta la recepción y pido una pizza con refresco, a la media hora llega el pedido y atacó la pizza sin remordimientos.
Después de comerme la mitad de pizza, trato dormir y es imposible, no quiero perder a Ian y mucho menos ver como la relación que hemos construido va deteriorándose por dentro, a esa hora llamo a mi madre, converso y con ella y le explico lo que pasado y lo que pienso.
Después de una hora de conversación y de llorar pegada a ese aparato, llegó a una conclusión, debo dejar esos pensamientos y ceder. Me quedo mirando al vacío de la habitación y me topo con la caja de pizza a medio terminar y se me viene una idea a la mente.
No sé en qué momento me quede dormida, la habitación esta totalmente en penumbras, estiró el brazo y siento que Ian no esta a mi lado y me levanto abruptamente y lo veo que está sentado observándome dormir y con una porción de pizza entre las manos y con una media sonrisa
- Buenos días ... digo tardes - caigo otra vez en la cama y me tapo la cara -
- ¿Qué hora es? - se levanta y camina hasta el ventanal y abre las persianas -
- La 1 de la tarde ... - me acomodo en la cama y ahora soy quien lo observa, vuelve hacia la caja de pizza y toma otra porción -
- Debe estar fría - vuelve su mirada a mi y se sonríe -
- Es la mejor pizza que me he comido en mi vida ... ¿Quién escribió lo que dice al fondo de la caja?
- ¿Qué dice? - me acomodo en la cama -
- "Recuerda no soy yo, a veces soy medio dramática y complicó las cosas... todavía quieres casarte conmigo, porque yo ... sí" - se queda con la mirada pegada la caja y en total silencio -
- ¿Qué dices ... todavía soy digna? - empieza a carcajearse, se voltea hacia mí y se tira en la cama -
- ¡Claro que sí! ... anoche tomé de más, tengo recuerdos vagos de lo que pasó
- Pues ... que te diga Octavio que nos trajo - se tapa cara y se ríe -
- Tenía planeado pedirte matrimonio de forma romántica ... te me adelantaste - me cruzo de brazos y bufó -