Sara
No pude con la emoción del momento y sentí como corrieron lagrimas por mis mejillas. Mierda, sabía que me pondría sentimental.
-¿Todo va en orden?- pregunte mientras secaba con la manga de mi suéter mis mejillas mientras aun seguía absorta mirando la imagen de mi bebé.
-Todo parece estar bien. Veo que se están desarrollando con normalidad sus extremidades, solo que desde ahora debes ser más cuidadosa para que no tengas complicaciones en el futuro, de igual manera te recetare algunas vitaminas- respondió.
El doctor retiro el dispositivo y yo me quede en mi mundo mientras estaba recostada en la camilla.
Mi sueño de ser madre se haría realidad.
Salí de mi paraíso mental en donde pensaba en un futuro con un bebé. Regresé y me puse nuevamente mi ropa. Él doctor me recetó vitaminas para comenzar y que no me dejara llevar por los antojos, a lo que puse mala cara.
A penas salí de la clínica marque el numero de Maddie que me contesto inmediatamente, se notaba que estaba esperando mi llamada.
-¿Hay que comprar ropa para el bebé?- pregunto ansiosa a penas contesto el teléfono.
-Maddie esta confirmado, estoy embarazada- respondí y observe con un profundo amor la fotografía del ultrasonido de mi bebé que por ahora se veía solo como una pequeña pelota.
-¡No inventes, dios!- exclamó y comenzó a gritar como una verdadera loca -Seré yo su madrina, ¿verdad?
-Maddie no te apresures, calma, recién tengo dos semanas- reí y mire hacía los dos lados de la calle antes de cruzar.
-Es muy pequeño, no me lo creo. Ya será mi consentido en cuanto vea esa fotografía, porque me tienes que dar una ¿vale?- amenazo.
-Claro, claro. Mientras que no metas en planes malvados a mi bebé todo está bien.
-Bien, nena te dejo, Hector pasará a buscarme en cosa de minutos.
-Ay me tendrás que contar lo que esta pasando ahí.
-Claro que te contare, tonta-dijo y corto la llamada.
Pase a comprar un bonito cuadro en donde poner el ultrasonido y me fui a mi casa. Pensé que realmente se me venía un cambio muy grande en mi vida y en mi rutina aunque solo pensaba en lo bueno que traería a mi vida ya luego tendría cabeza para pensar en lo malo pero por el momento me merecía algo de felicidad.
Lo primero que hice al llegar fue poner la foto en la mesa central de mi salón justo al lado de un arreglo floral y también donde había una fotografía en donde salía yo con mi madre. No sé como se tomaría mi madre la noticia de mi embarazo y agregarle el hecho que iba a ser madre soltera al igual que lo fue ella creo que empeoraba la noticia.
Descanse un rato para luego empacar todas mis prendas que necesitaría para mi instancia con mi madre que no sería pocos días, la extrañaba demasiado y creo que era el momento en donde más necesitaba de ella, se que no me rechazaría por ser madre soltera pero presentía que le apenaría la situación. Mientras echaba mi ropa a la maleta sentía como si esta fuera una despedida, tenía la sensación de que jamás volvería aquí, lo que era totalmente estúpido porque ya tendría después que regresar, lo que implicaba volver a ver a Kennet tal vez haciendo su vida con otra mujer y yo estando embarazada de él.
No quería imaginarme en el escenario de estarle enviando flores a sus nuevas novias, eso me rompería el corazón, aunque de todas maneras ya lo había hecho.
Ya estaba lista para dejar el drama por unos momentos.
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Editado: 17.08.2021