Sara
-Es que no entiendo que estás haciendo. No puede ser que hayas olvidado todo de repente- espetó Sebastian pasando repetidamente sus manos sobre su cabello.
Él seguía hablando sin tener conocimiento que Kennet estaba detrás de él escuchando todo. Sabía que Kennet quería intervenir, pero tal vez eso empeoraría las cosas.
-Te vuelvo a decir, no es el momento de hablar de esto, Sebastian. No creo que tenga que darte una explicación sobre lo que me estas exigiendo, pero tal vez podríamos hablar, no en esta situación y desde luego tú estando más calmado.
- ¿Tienes dignidad o quieres pasar por el resto de tu vida con alguien que no te ama y solo te utiliza?
-Te estás pasando- advertí. -No voy a dejar que me pases a llevar y me hables de esa manera.
Camino los pasos restantes para estar al frente mío y puse una mano en su pecho cuando se acercó demasiado ¿en que estaba pensando?
-Hey- gruño Kennet. Puso su mano en el hombro de Sebastian y lo alejo con fuerza de mí- ¿Qué te sucede? ¿Qué mierda pretendes hacer?
-Tú- Sebastian lo señalo acusatoriamente- Eres de lo peor.
-Deja de joder a Sara y no te vuelvas a meter en nuestros asuntos. No te lo voy a volver a decir- amenazó Kennet.
Vi la intención de Sebastian de querer levantarle el puño a Kennet, pero rápidamente tome su brazo y lo aleje.
No iba a permitir una pelea en el cumpleaños de mi hija.
-Ya basta. ¿Qué te pasa, Sebastian? – maldije totalmente sorprendida por su comportamiento. Él jamás se había portado antes de esa forma. – Me estas obligando a algo que realmente no quiero hacer, más viendo tu actitud te voy a pedir amablemente que te retires.
Sebastian me miró sorprendido y vi como abría y cerraba la boca tratando de decirme algo como respuesta.
-Ahora, quiero que te vayas de inmediato.
Él seguía anonadado, pero si creía que seguiría aquí cuando me había faltado el respeto estaba muy equivocado. Algo pareció encajar en su cabeza, y sin decir palabra alguna salió a paso firme pasando por al lado de Kennet quien lo miro con la ceja alzada.
¿Qué mierda había sucedido?
Sebastian se había presentado como una persona totalmente diferente a la que conocía y eso me causaba bastante miedo. ¿Con quién había estado realmente?
Kennet me atrajo a su pecho y beso mi coronilla. Aspiré profundamente su aroma, era algo que siempre lograba relajarme, y solté mis tensos brazos para rodear la cintura de Kennet. Por unos momentos nos quedamos así, sin los dos soltar alguna palabra sobre lo acontecido.
- ¿De que estaban hablando antes de que yo llegará? - preguntó sosteniendo mi rostro en sus manos y mirándome profundamente.
-Soló él estaba hablando, exigiéndome que le diera una razón del por qué yo te había dado una oportunidad. No quise complicar la situación respondiéndole, por lo que en todo momento le dije que no quería hablar con él porque era el cumpleaños de Danielle, no correspondía. Él seguía insistiendo.
- ¿Ya te había hostigado de esa manera antes?
-No, él nunca se había comportado así en mi presencia.
-Si el vuelve a hostigarte desearía que me contarás. Sé que puedes defenderte por ti misma, pero no voy a dejar que él te trate de esa manera. Recuerda que te puedes encontrar con él en la oficina y desearías que no te sintieras incómoda. Puedo despedirlo por precaución…
-No, Kennet, por favor no. Él puede necesitar el trabajo y me sentiría muy mal que lo hicieras. No mezclemos temas que no pertenecen al trabajo – rogué con cierto temor. Sabía que Kennet era capaz de eso y mucho más si es que Sebastian se volvía a acercar a mí con intenciones que me incomodarán.
-Entonces prométeme que me dirás si sucede algo, porque si lo vuelve a hacer haré algo en respuesta- amenazó.
-Lo haré, no tienes que preocuparte, por supuesto que te lo comentaré- arreglé mi blusa y suspiré. –Ya está, sigamos en lo que estábamos y olvidemos esto por ahora.
-Está bien, pero me preocupa un poco.
-Ya olvídalo- dije y me alcé en puntillas para dejar un beso en su barbilla y reí cuando su barba de algunos días me hizo cosquillas.
Nos separamos y procedimos a movilizarnos con la tarea que habíamos dejado inconclusa, al rato llegó mi madre y nos ayudó para entregar los platos más rápido.
(…)
Kennet
Ya estaba anocheciendo y poco a poco la gente se había ido, ahora solo quedaban familiares y unos pocos amigos.
Estaba dichoso que gran parte de mi familia había podido asistido, no obstante, había algo que me había dolido profundamente, y era que Giancarlos no había venido. No sé si él estaba siendo tan influenciado por John que había desistido de venir o porque seguía enojado conmigo luego de la discusión que tuvimos en mi oficina. Me había decepcionado que él no hubiera asistido.
-Danielle está que cae profunda dormida- dijo Sara cuando se sentó a mi lado con Danielle en sus brazos.
-Ella ha agotado todas sus energías hoy- dije riendo al recordarla jugando con sus pequeños primos. La habíamos pasado verdaderamente bien y todo había salido como habíamos planeado.
Sé que hay padres que ni se esmeran en hacerle una celebración a sus hijos cuando cumplen su primer año, con el argumento de que el niño no podrá recordar su celebración al ser tan pequeño, pero mierda, yo no quería eso para Danielle, y no había escatimado en entretención, comida y en elegir el lugar en donde se llevaría a cabo.
Afortunadamente mi hermana se había pasado horas dando vueltas tomando fotos de la celebración, los invitados y, obviamente, en mayor cantidad de Danielle y de sus pequeños. Aunque la profesión que quería ejercer mi hermana era diseñadora de vestuario, tenía una pasión por la fotografía, tanto que si ella no hubiera elegido ser diseñadora de seguro sería fotógrafa.
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Editado: 17.08.2021