CAPITULO 4.
- ¿Qué está ocurriendo aquí?
Sentí que perdía la sangre de mi cuerpo al momento en el cual vi a estas personas sentadas en la sala de mi casa.
-Melany, hija, que bueno que llegaste. Los señores Nail han venido de visita, estaban de paso por el pueblo.
-Oh… que, b-bueno verlos. -Mi voz no sonó para nada firme, estoy demasiado nerviosa.
Odio que estas personas estén en mi casa, odio que estén frente a mí, odio en sí que sigan conversando con mis padres.
Veo a Miley y Lu bajar y darme una mirada que dice “Mantén la calma y no digas nada”, solo trago saliva y me dedico a entrar.
-Oh Melany, cariño. Tanto tiempo sin verte, ¿Qué tal ha estado todo?
La señora Nail se levanta y acerca a mí y me da un abrazo, el cual casi no respondo, estoy en un estado de shock.
-Eh… bien, todo a estado bien señora Nail.
-Ay cariño, dime Carol, nos conocemos hace años con tus padres.
Solo asentí con mi cabeza, no podía encontrar mi voz y eso era malo, muy malo.
<<De acuerdo Melany, actúa con calma y todo saldrá bien>>
Me lo repetía una y otra vez.
- ¿Cómo has estado este tiempo, Carol?
Mi cuerpo se tensa completamente, me siento en la sala junto a mis hermanos y hermanas, Rowan atiende a nuestros invitados, trae te, jugo y galletas.
-Bien, aprendiendo a vivir con ello. Es difícil, pero en algún momento se hizo más llevadero.
El señor Nail permanecía en silencio en todo momento, solo nos observaba. En ningún momento desde que cruce la puerta, lo he visto decir alguna palabra y eso me pone los pelos de punta.
-Carol, han pasado dos años ya. Se que debe dolerte como cada día el cual llegaron a tu casa, pero Dylan no podía hacer nada para salvarse, viste las heridas de su cuerpo…
Comencé a escuchar la voz de mi mamá muy lejana, y mis ojos comenzaron a cristalizarse y arder, lo sentía. Esto no es bueno.
-Cariño, se lo unidos que eran tú y Dylan, pero él no se fue sin pelear. Además, era un buen chico, seguro está en el cielo.
Sin aguantarlo más, salí de ahí corriendo por las escaleras, entre a mi habitación y cerré de un portazo mi puerta.
Las imágenes de esa noche comenzaron a venir a mi mente, muy pequeñas imágenes a una gran velocidad.
“-Vamos Melany, sabes que quieres divertirte tanto como yo, ¿O acaso tus miradas de hace un rato no decían eso?”
“-Aléjate Dylan, no quiero hacerte daño.”
“-Lu, necesito que vengas por mi… c-creo que he hecho algo malo.
- ¿Qué ocurrió, Melany?
-N-no, no sé porque lo hice.
- ¿Melany, ¿Qué hiciste?
-Yo… lo mate…”
“-Guardaremos este secreto, no lo hablaremos nunca más, ¿Entendido?”
-Melany, ¿Estas bien?
-N-no… no puedo respirar, Miley, has algo, por favor.
-Tranquilízate, ¿De acuerdo?, no lograremos nada si no te controlas.
- ¿Está llorando?
Logre divisar a Jesse y a Lu entre las lágrimas que caen por mis mejillas, mi vista esta nublada y siento que me ahogo.
-Ella nunca llora. -Escucho que dice Jesse.
- ¡Pueden guardar silencio, la alteran más!
Muevo mis manos como loca entre mi pelo, brazos y piernas, provocando rasguños en mi piel, siento como el pánico recorre mi sangre, como me está afectando algo que debí olvidar.
- ¡Melany, cálmate, tu no dejas que tus emociones te controlen. ¡Tú las controlas, maldición!
-Ve que ni papá ni mamá vengan Jesse.
- ¡Melany!
Siento el golpe en mi mejilla, escucho el jadeo ahogado de parte de Luisa. Miley me acaba de dar una bofetada en mi mejilla y eso me calmo. Me ayudo a volver en sí, me quedo estática y tirada en el suelo, en donde ha estado ocurriendo todo esto desde no se hace cuanto tiempo.
- ¿Estas mejor? -Cuestionan ambas al mismo tiempo.
-Si, eso creo. -Respondo con algo más de calma, mis ojos siguen fijos en un punto y no me gusta lo que estoy viendo. Mis brazos y manos tienen marcas rojas provocadas por los rasguños que yo misma me he causado.
Esto no lo había hecho desde tres meses después de su muerte, pensé que la había superado y me sigo recordando una y otra vez que fue en defensa propia, mi primer maldito asesinato fue en defensa propia y no fue nada agradable, ni de ver ni de recordar.
-Mili, ¿Necesitas algo?
Niego con mi cabeza, ni siquiera me importo que me llamara Mili, no quiero seguir hablando, solo quiero descansar y olvidar lo que ocurrió.
- ¿Quieres tu espacio?
Asiento con mi cabeza. Enserio no tengo la capacidad en estos momentos de formular palabras sin que empiece nuevamente a volverme como una loca histérica.
-Inventaremos alguna excusa para que papá y mamá les den a nuestros invitados. Todo estará bien.
Ambas me dan un beso en mi frente y salen del lugar.
Me levanto del suelo y dirijo a la puerta, pongo el seguro y me deslizo por ella con mi espalda, al tocar el suelo vuelvo a desplomarme.
Dejo que todo salga, lloro como nunca desde esa noche lo he hecho, pero esta vez siento que es completamente necesario, siento que todo el peso que llevo con este secreto desde hace dos años me acaba de pasar la cuenta.
Abro la ventana de mi habitación e invento la manera de bajar por ella sin que nadie se dé cuenta y sin terminar con un tobillo herido.
Salto y camino silenciosamente al inicio del bosque para dirigirme a la cabaña.
Al llegar, me siento en el pórtico y comienzo a llorar como si no hubiera mañana, golpeo la pared, la puerta y grito.
- ¡Te fuiste!, ¡Me dejaste y cometí un maldito error! ¡¿Qué MIERDA QUIERES DE MI?!, ¡¿NO VES QUE YA NO DOY MAS?!
Tomo una profunda respiración, estoy harta, desde hace dos años y un poco más que mi vida se volvió un infierno, antes de ello era más soportable, pero luego, todo ocurrió tan rápido.
Editado: 01.01.2021