Al día siguiente, Miguel Ángel llevó a Giovanni a un cuarto donde en el fondo había un hombre con barba sentado en un escritorio.
—Siéntate empezaremos con tu juicio –exclamó el hombre mientras Miguel Ángel abandonaba la habitación.
Giovanni se sentó en una silla que estaba frente al escritorio.
—¿Sabias que en tu país había mucha gente que necesitaba las cosas que ustedes confiscaban? –continuó el hombre.
—Solo obedecía ordenes.
—¿No podías renunciar?
—Ademas ayudaste a buscar mujeres para realizar engaños masivos –continuó el hombre mientras visualizaba la pantalla de una laptop.
—¡ESO ES LO QUE HAY DESPUÉS DE LA MUERTE! –gritó Giovanni enojado- ¡UN VIEJO ESTÚPIDO QUE HACE PREGUNTAS ESTÚPIDAS!
Giovanni se levanto de la silla y se dirigió al hombre para golpearlo.
—¡QUIETO! –gritó el hombre.
Giovanni quedó paralizado.
—¿QUE ME HICISTE? –empezó a gritar Giovanni mientras permanecía inmóvil- ¡VIEJO MALDITO! ¡VIEJO MALDITO! ¡VIEJO MALDITO!
—Tu condena será el infierno –continuó el hombre.
—¡VIEJO MALDITO! ¡VIEJO MALDITO! ¡VIEJO MALDITO!