¡El mayor poder de la mente es que nos puede hacer ver abejas y lobos en donde solo hay zumbidos y aullidos, que tal vez ni siquiera escuchamos.
Pueden ser solo otra parte de las creaciones, infinitas y tan reales como tú, o como yo!
Llevaba un largo rato corriendo por entre las paredes del Laberinto, tratando de no pincharse con las espinas de los rosales que las cubrían.
El miedo estaba llegando a dominarlo por completo y no quería dejarlo caminar, pero él fuertemente resistía, tratando de luchar contra el miedo. Logró reunir sus últimos gramos de fuerzas para correr unos cuantos metros, pero al dar una vuelta en otro de los callejones sin salida del laberinto se volvió a ver atrapado. En ese mismo segundo, el miedo lo venció y se arrojó de rodillas al suelo, miró a su alrededor viendo más callejones sin salida y que no llevaban a ningún lado. En ese punto ya estaba paralizado de miedo, se acurruco en uno de los rincones y sollozando como un niño pensó.
_ ¿Qué pasó? ¿Cómo fue que llegué aquí? ¿Por qué?_ pero sólo recordaba que la noche anterior había estado tomando algo en un bar y el resto de los recuerdos estaba nublado.Tomó su teléfono y decidió grabar un video para quien lo encontrara, supiera que había pasado con él en ese lugar. En el fondo de su corazón ya había resignado a que no saldría de allí, o al menos no con vida. Pero lo que parece el final es sólo el principio de nuestra historia.