El Lazo de la Unión

Rescate

Mis manos están rojas debido a la sangre, no sé cuánto tiempo he estado aquí con estas mujeres y niños, todas están desesperadas, viéndome como una tonta o un martir sin fin, ya que todos los días, desde que despierto, hasta cuando el dolor de mis manos ya es demasiado fuerte, no dejo de golpear con todas mis fuerzas el maldito cristal que forma está celda, que nos mantiene cautivas.

Ese tipo de ojos morados, después de cada tortura que nos hace la magia, viene a vernos sufrir o mejor dicho, ese hombre viene a verme a mí, esperando el día en que caiga en desesperación para poder abusarme....No voy a perder la esperanza, quiero creer de que Hope vendrá a rescatarme, que alguien vendra a salvarnos a todas, que saldremos de aquí.

He logrado aprender un poco más del idioma de Lucentail, gracias a las mujeres que han accedido a enseñarme, ya que se dieron que no me puedo comunicar mucho debido a la diferencias de nuestras lenguas natales, gracias a la Señora Nayru, la amable anciana que me tomo bajo su ala,ya puedo hablar oraciones fáciles, decir que no hablo el idioma, presentarme, que estoy bien y preguntar algunas cosas.

-¡HYAAA!- Otro grito se escuchó en la celda de cristal.

Ahora mismo estoy golpeando el cristal, mis manos me duelen mucho, pero me niego a quejarme o incluso llorar debido al dolor, la sangre de a poco comienza a manchar la celda, revelando que he estado golpeando con todas mis fuerzas, está prisión, durante mínimo unas cinco horas seguidas, las heridas que me he causado debido a esto, están abiertas y no se curarán a menos de que pare de lastimarme debido a mi empeño de romper el cristal para salir de aquí.

-¡Sephia! ¡Por favor! ¡Detente!- escuchó decir a la Señora Nayru.

Como he convivido con estas mujeres y niños durante un tiempo, todos los días este grupo habla entre sí, ya sea calmando a los niños o ayudándose entre sí para coordinar el hechizo que usarán para que la tortura mágica sea soportable, debido a eso, ya he podido entender lo que hablan, pero aún no puedo hablar el idioma, ya que entenderlo es muy distinto a poder hablar....Gracias a que he podido entender lo que me dicen, cuando hablan, ya no suenan a esos “Was ol year" o lo que sea, que escuchaba al principio.

-No- digo, mientras vuelvo a apretar mis puños para volver a golpear ese estúpido vidrio.

No me rendire, no he hecho suficiente todavía, el dolor que siento aún es soportable, así que aún puedo continuar con los golpes, a pesar de que tengo las manos ensangrentadas debido todas estas horas golpeando el cristal, ¡Puedo seguir luchando! ¡No pienso rendirme! ¡Incluso si eso significa que me rompa los huesos de mis manos! ¡Si no las puedo utilizar! ¡Voy a seguir golpeando el cristal con mis piernas! ¡Lo pateare hasta romperlo!

-Sephia- me llama otra de las mujeres de la celda.

Varias me ayudan cuando mi dolor es demasiado fuerte, juntan sus poderes para sanar mis manos, teniendo la esperanza de que me detendré de golpear el cristal, ya que me he hecho heridas muy feas debido a mis intentos de romper la celda, pero aún asi, una vez que el dolor se alivia, sigo en mi andanza para liberarnos....Algunas, ya han asumido, que si me curan las manos, voy a seguir golpeando la celda con la esperanza de romperla.

Siento un frío terrible, la hora de la tortura mágica llegó, todas nos juntamos para darnos calor humano, protegiendo con nuestros cuerpos a los niños y a las ancianas, de a poco se genera un poco de calidez, las mujeres están usando su magia para mantenernos calientes, la vestisca se desató en la celda, el granizo golpeandonos, creando heridas y haciendo que mis heridas ya abiertas, sientan aun más dolor del que ya de por sí, estoy soportando.

De forma involuntaria, de mis labios, salió un gemido debido al dolor, los pedazos de hielo que tocan en particular mis manos, caen al suelo siendo rojos, ya que las heridas siguen sangrando, en general la nieve de mi alrededor es roja a causa de la sangre que aún estoy emanando, ni hablar ahora, estoy segura de que tengo nuevas heridas debido al granizo.

No sé cuánto tiempo pasó, pero la tortura por fin se acabó, ese tipo vendrá a vernos las caras, ver nuestros sufrimiento y en el caso de las demás, la desesperación, él está, particularmente esperando,a que yo me quiebre, si es que llegase a perder la esperanza, se que mi destino será el de ser violada por él, lo entendí esa primera vez que nuestros ojos se chocaron, la lujuria que ví y el hecho de que disfrutará de vernos sufrir, comprendí de que él era un psicópata.

-Siguen siendo tan hermosas llenas de heridas y su desesperación es un arte puro- ese tipo llegó.

Los niños y niñas lloraban, las mujeres estaban asustadas, la Señora Nayru miraba con resignación a ese hombre, que se deleitaba viendo los cuerpos algo desnutridos y con heridas, de las personas que estamos en la celda.

Sus ojos morados me miran, la lujuria que ví en el primer día desde que me secuestraron, sigue allí, me mira como su presa favorita, esperando el momento adecuado para atacar y devorar, él observa mis heridas, mi vestido está un poco roto debido a las torturas mágicas, pero aún está lo suficientemente completo para tapar mi cuerpo, se ve un poco mi ombligo y cintura, pero eso ya no importa ya que mi único pensar es el porder salir de aquí, ya no importa si estoy revelando mucho o no.




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