Nos quedamos en Rejua unos días, los cuales aproveche en aprender a usar un poco de Magia y el látigo, me lastime varias veces usando lo último, incluso mis manos quedaron llenas de ampoas porque me estaba exigiendo demasiado, pero aún así, no quise darme por vencida y ahora, por lo menos, podía mantener una pelea con uno de los hombres de Rejua y no cansarme en ello.
Nos despedimos de la Aldea Rejua, sonriendo por las nuevas experiencias y habilidades que había adquirido, le agradezco de todo corazón a Miere, que fue una excelente Profesora, a pesar de que era menor que yo, ella me enseñó a usar el Cetro de la Mariposa Estelar y me dijo que la forma más fácil de hacer Magia era haciéndome la imagen mental de lo que deseaba, eso sí, para ella fue una sorpresa de que mi segundo hechizo fuera Magia Curativa, me explicó que para curar a los demás, se debía de tener una voluntad y fuertes sentimientos de querer ayudar a otros, incluso si eso significaba arriesgar la vida de uno para cumplir ese cometido.
Hope me ha dicho que nuestro próximo destino será la Capital de este Reino, ya que entre mis tartamudeos y mi forma lenta de hablar, le he dicho mi situación:
1-Que vine de otro mundo por culpa de un hechizo,
2-Que todo esté lugar es nuevo para mí,
3-Su idioma me resulta extraño
4- Y en general, el que creo que todo este mundo es un peligro constante, por lo menos para mí, que no conozco mucho.
Gracias al cielo, mi Amigo ha comprendido todo, por eso nos dirigimos a la Capital, a lo mejor, allí encontremos libros que hablen sobre transportar a personas de otros mundos a aquí, Lucentail, quizás logremos encontrar una forma de devolverme a mi mundo de origen, o por lo menos pistas para encontrar el hechizo que me trajo aquí en primer lugar.
Tengo entendido de que para llegar a la Capital, tendremos que pasar por tres pueblos algo grandes, Hope me ha comentado que si tenemos suerte, podremos ver sus festividades, en parte eso me anima, quiero crear maravillosos recuerdos junto a Hope, ya que se que tarde o temprano, volveré con mi Familia.
-Aimi- me llama Hope mientras estamos caminando.
Han pasado unas horas desde que nos alejamos de Rejua, nuestro andar a sido tranquilo, nos hemos encontrado con criaturas parecidas a unos conejos los cuales no atacan, Hope me ha estado enseñando más sobre la flora de Lucentail, la cual me sorprende de que sea muy parecida a la de la Tierra, pero hay algunos usos los cuales me dejó impactada, por ejemplo una planta parecida a la Menta y otra es exactamente igual a la Aloe Vera sirve para crear lociones para evitar los quemados de gravedad, otra que era un clon de la Ruda sirve para la insolación y la hipotermia, aquí todas, o la gran mayoría de las plantas, tienen un uso médico, como una persona la cual ama las plantas, esto es un gran descubrimiento y me ha entrado unas enormes ganas de aprender más.
-Todo esto te es maravilloso ¿No?- me afirma el muchacho mientras me mira con una sonrisa amistosa.
Asintió en respuesta, mientras le correspondo la sonrisa, agregando un grado de curiosidad despertada.
-Eres extraña Aimi, pero me alegra ese detalle tuyo, es mucho más fácil de interactuar contigo, creo que es por eso que atraes a las personas hacia ti, tu presencia es muy amable- me dice el chico mientras seguimos caminando.
-Hope...Es...Gentil....Tu.... presencia....es.....poderosa... pero...cálida- le digo tardandome en formar mi idea.
En Rejua he dejado de tartamudear, pero aún me cuesta mucho decir oraciones completas sin enredarme en el contesto, pero creo que he avanzado bastante rápido, dado que Hope me dijo que han pasado dos meses desde que llegué aquí, me preguntó ¿Mis padres estarán preocupados por mí? ¿Cuanto tiempo ha pasado en mi tierra de origen? ¿Volveré a mi hogar pronto? Son algunas de las cosas que me rondan en la cabeza, pero no puedo tener las respuestas hasta que tenga una pista de cómo llegue en primer lugar.
-Gracias Aimi- me dice Hope mientras para su caminar.
Estaría bien si descansamos un poco, comer algo liviano y luego seguir el viaje, no sé cuántos días nos tardaremos en llegar a la Capital, pero quiero aprovechar estos momentos, es agradable escuchar el canto de las aves, seguir aprendiendo y simplemente disfrutar de la tranquilidad la cual he aprendido a apreciar.
Hope me señaló unas rocas para sentarme, cosa he hice, el chico saco unos panes con una carne parecida al pollo, mi amigo me dió uno de los sandwich, después de meditar unos minutos, ambos comenzamos a comer, Hope siendo mucho más rápido que yo, soy una tortuga comiendo, me tardo y disfruto de cada bocado que doy, el Secuestro hizo que aprendiera a apreciar cada comida que tengo en mis manos.
Tras terminar de comer, Hope me ofreció su mano para levantarme y seguir nuestro camino, acepte el gesto y una vez que estuve parada, le solté la mano, quiero, de a poco,independizarse de Hope, ya no quiero ser una carga para él, se que él se lástima y se preocupa mucho por mí, por eso me siento culpable, pero ahora que se defenderme un poco más, quizás la próxima batalla grande que se enfrente, me pueda quedar a su lado para ayudarlo.
-Aimi- me llama
-Dime-
-Saca el Cetro de la Mariposa Estelar, puedo escuchar que algo viene- me dice, mortalmente serio.