Me he acostumbrado a la rutina, siento que mi fuerza física se ha incrementado, mis músculos ya no me duelen y soy capaz de estar en una pelea casi de igual a igual con algunos Guerreros, a pesar de mi falta de experiencia, pero eso son los detalles por lo que puedo mejorar, según la Señora Alba.
Gracias a la ayuda de algunas personas, las cuales han sentido lástima por mi situación de ser una debilucha, he aprendido a usar más armás, como la lanza, arco y flecha, la espada además de las dagas, me cuesta mucho acostumbrarme a los pesos de cada arma pero aún así, tener más cosas a mi disposición para defenderme es bastante bueno, además no quiero solo ser “Sobreviviente" quiero ser una persona normal en este lugar, poder depender de mis propias fuerzas y no la de los demás, porque si dependo de alguien, dejaría atrás mis creencias, de que la vida es maravillosa debido a que es difícil, no importa el desafío, todos los seres vivientes tenemos la capacidad de superar esos retos.
-Sephia- me llama la voz ronca de un hombre, debido a mi miedo, no he podido evitar estremecerme con su sonido.
Estoy entrenando con uno de los hombres que me tiene lástima, él se llama Cyrus y es un espadachín, al principio sus golpes me dejaron muchas cicatrices graves, al punto, de que no sería extraño pensar de que me odiaba, cada uno de sus ataques iba con un enorme dolor y odio, sinceramente no tengo idea de cómo persebere tanto ante cada estoque de su espada, la sangre corrió en más de una vez entre mis brazos y piernas, hubo momentos en que pensé de que me rompería todos los huesos de mi cuerpo, pero una vez que, aún no entiendo cómo lo logré, esquive y lo atacaque, él dejó de darme semejantes palizas, su actitud cambio de tal manera que ahora me enseña a esquivar y contraatacar.
-Lo siento, olvido de que le tienes miedo a los hombres- me dice mientras pasaba una de sus manos por su cabello en señal de disculpa.
Solo muevo mi cabeza en señal de que lo disculpaba, se que a muchos los enojo solo porque me tardo demasiado en hablar, por eso solo he hecho gestos básicos, no todos son como Hope que aprendió a comunicarse conmigo o la Señora Alba que es paciente y espera hasta que termine mis frases rotas.
-Sujeta la espada firmemente y luego usa toda tu fuerza para hacer un golpe que logré ya sea romper o quitar de las manos el arma enemiga- me explica Cyrus mientras me muestra lo mencionado.
En mis manos hay una espada de manera de algo parecido al bambú, esta es fuerte y deja sus buenos moretones cuando uno lucha en forma de práctica, se que este tipo de madera es bastante útil para crear utensilios, con sus fibras se puede crear algunos hunguentos, de sus hojas se puede crear medicinas temporales, es decir, su efecto solo durarán cierta cantidad de tiempo.
Mis manos están un poco moradas, he estado practicando desde temprano, cada vez que sujeto con más fuerza la espada me duele mucho, pero aún así, no he querido darme por vencida tan fácilmente, ya que es necesario aprender este tipo de cosas, se que a la larga, en este mundo, me servirá de manera increíble.
-¡IIIIIAAAA!- Grito mientras práctico el movimiento que Cyrus me enseñó, siento un dolor punzante cuando imite el golpe, pero el hombre no me ha dicho nada, lo hice bien entonces.
-Necesitas estabilizar la espada, pero la fuerza y el movimiento fue perfecto, ahora debes de prácticar y lograr que salga fluido- me dice Cyrus mientras me da una sonrisa que da a entender que me dejara ir por ahora.
-Anda a descansar Sephia, se que luego irás a ayudar a la vieja loca de Alba, así que necesitarás todo el descanso necesario, la última vez que la ayude ¡Esa vieja chiflada me golpeó y me obligó a ser su conejillo de indias porque rompí algo insignificante!- se queja mientras se toca la cabeza como si se la estuviera curando.
La Señora Alba me dijo, que Cyrus rompió una poderosa mezcla de hierbas que ella se tardó meses en realizar por eso, en modo de castigo, lo obligó a ser su sujeto de pruebas, para recordar cómo demonios se hacía la mezcla de hierbas, al parecer esa medicina, sirve para heridas que están infectadas para evitar cortarlas.
-Nos....Vemos....Cyrus- le digo un poco mientras respiro con dificultad, no tengo fiebre pero si estoy agotada.
El hombre de cabello parecido a la mostaza se fue mientras se quejaba consigo mismo sobre la Señora Alba, por mi parte, debo de darme un baño y luego ir con la mujer a aprender más cosas sobre las plantas medicinales, recientemente ella me ha enseñado a usar la Magia en el tratamiento de heridas y en la creación de hunguentos con hierbas que solo se pueden sacar sus potenciales con una cantidad específica de Magia.
Con las lecciones de Magia que me ha dado la Señora Alba, comprendí, de que no existen hechizos de curación totales, como los que he podido hacer, eso es debido a que en Lucentail no se ha investigado en en sí mismo el cuerpo y organismo humano, la creación de células, glóbulos rojos y blancos, lo que son las bacterias y virus, además de la trasmisión de enfermedades, entre otras cosas, hacen que la Magia de curación sea rara y no muy efectiva....Eso explica muchas cosas, las veces que la usaba en Hope y Presidió, ambos me miraban asombrados, creí que era normal pero ahora entiendo que no es así....Cuando uso la Magia para curar heridas, siempre ando pensando en desinfectar la herida, que los tejidos se regeneren más rápido además de que sea lo menos doloroso posible, no estoy segura si podré curar venenos o cosas así, ya que desconozco las cosas peligrosas de este mundo.