Cerca de los bosques, caminando por la ruta se hallaba el legado de la profecía, con su máscara puesta para el dolor emocional que derramo sobre la muerte, camino tranquilo, ya no había nada que lo atara a este mundo, el suicidio no era una opción, su familia estaría decepcionada por esa decisión.
Sin embargo, no estaba rencoroso contra los Otsutsuki, de hecho, nunca tuvo odio hacia ellos, no obstante, debía eliminarlos a todos, era un peligro para su tierra natal y no le quedo de otra que exterminarlo, ¿El precio fue demasiado caro? En efecto, debido a su linaje era un Otsutsuki, sin embargo, con el karma que obtuvo tras matar a Momoshiki con la ayuda de su padre y maestro Sasuke, se convirtió en un Otsutsuki puro, por ende, tenía esa indiferente empatía hacia el resto, legado fuertemente por aquella que dio origen al chackra de la tierra, Otsutsuki Kaguya.
Boruto paseo tranquilo por el bosque, se dirigía a una dirección, donde escuchaba las voces humanas, como un humano o lo que fue alguna vez decidió ser curioso y acercarse a ellos. No tardó demasiado en llegar, tampoco estaba demasiado lejos.
Fue en ese entonces que escucho el gruñido de una bestia enojada. El caos se desato, la ira de un Uzumaki había despertado, nada iba a detenerlo.
En otro lado, sucedía acontecimiento inesperado para los dioses.... Poseidón había reclamado a Percy Jackson, su hijo. Había roto el juramento, y Zeus, aunque hipócrita debía ser un rey ejemplar se puso rojo de la ira, ahora la profecía avanzaba más rápido que nunca.
—Oh, styx. —maldijo una niña. — Esto no es bueno. Yo no quería.... Pensé que sería Zeus...
Percy, el niño reclamado que no estaba al tanto del mundo sobrenatural quería preguntarle, pero escucho ese gruñido canido, pero mucho más cerca que antes. Un grito de dolor a través del bosque.
Los movimientos de los campistas murieron instantáneamente. Quirón grito algo en griego, Percy se daría cuenta, solo más tarde, que había entendido el lenguaje perfectamente:
—¡Listo! ¡Mi arco!
La niña que antes maldijo, sacó su espada.
Cuando todos estaban preparados para entrar en combate. La bestia salió volando por los aires, destruyendo muchos árboles en camino debido al impacto de fuerza sobrecargada en el golpe.
Antes de que el resto pudieran descifrar lo que estaba pasando, apareció Uzumaki Boruto, envuelto por una capa larga negra, observando con esos ojos anormales debajo de la máscara. Empuñando con ambas manos la kusanagi, se impulsó con rapidez y sin darle tiempo de reaccionar a la bestia, realizo un movimiento vertical y horizontal en conjunto, realizando cortes en forma de "X" y para último movimiento atravesar el corazón de la bestia, ejecutando sobre el filo el chackra, matando a la criatura en cuestión de segundos, quien se desvaneció en polvo dorado, no obstante, no dejo ningún trofeo.
El Uzumaki se giró hacia atrás, enfundando su katana y observo al resto de los semidioses, todos parecían ser adolescentes, muy pocos eran niños. La mayoría estaba entrando en la adolescencia.
Aspiro fuertemente el aire por la nariz y luego, lo exhaló por la boca, liberando un poco la tensión de los músculos de su cuerpo todavía debilitado, no estaba preocupado, sanaría en cuestión de días, eso sí, estaba muy fatigado por lo que debía comer para salvaguardar energía y utilizarla automáticamente para la regeneración.
Dejando de lado sus pensamientos sobre su cuerpo debilitado, se centró en las personas del campamento, observando fijamente a un hombre que era mitad caballo y a alguien que tenía aspecto dócil y vagabundo, pero sin duda irradiaba poder pese a que era alguien gordo y descuidado físicamente. El noto que esos seres adultos lo miraban, sin contar a esas mujeres con alas, todos tenían una mirada de seriedad.
Luego, vio al muchacho que tenía un símbolo del tridente en su cabeza, solo para ver que se desvanecía. De la nada, una flecha impulsada por una fuerza mayor a la de un jonin de elite casi atravesó por completo su pulmón derecho, provocando que escupiera sangre.
Nadie pudo decir nada, pues justo aparecieron los cazadores, cosa que conmociono a los semidioses, si bien era normal que cazaran monstruos, el hombre de la armadura no era un monstruo, de ser así, jamás habría salvado a Percy. Bueno, ese pensamiento se hizo añico.
—Oh, ¿Quiénes son ustedes? —pregunto con un gruñido de dolor, sacándose la flecha para ser curado automáticamente, gastando aún más energía. Esos ojos anormales habían hecho presencia, a través de ellos, vio los puntos débiles de aquellas niñas que vestían de forma extraña. Tal como un ninja, se movió rápidamente de una manera sigilosa empuñando el ultimo kunai que le quedo, utilizando el jutsu de sustitución, se intercambió por algunas ramas y cuando hizo acto presencia por detrás, atravesó el hombro derecho de unas de las chicas sin compasión, rompiendo la clavícula en el proceso por el uso de la fuerza usada.
Causando que la chica se desgarradora de dolor de una forma aterradora, no obstante, Boruto no les dio tiempo para reaccionar, con su pierna derecha hizo una patada poderosa hacia la cabeza de la chica, mandándola a volar y chocar contra los árboles, sobreviviendo apenas, siendo curada por algunas ninfas y no fue suficiente para curarla por completa, por lo que seguían curándola.
El caos se desato. Tres cazadoras se abalanzaron contra el Uzumaki, quien esquivo las flechas de otras dos cazadoras y los puñetazos como patadas con calma, utilizando su propia ira como impulso de batalla, y manipulando el juicio furioso de esas chicas.
No obstante, se cansó de jugar, y realizo una técnica kenjutsu del clan Uzumaki que aprendió de un pergamino antiguo que encontró, siendo Uchiha Sasuke que lo ayudo en ese aprendizaje, logrando dominarlo en tres años. Todavía seguía aprendiéndolo y perfeccionándolo. Todas las posiciones estaban en su mente.