-oh bella elfa, por fin has despertado- escuchó una voz ronca susurrarle al oído.
Sofía intentaba recordar que había pasado.
-¿Dónde estoy?, dijo mientras intentaban ver algo, pero era muy difícil, estaba muy oscuro.
sí, podía llegar a distinguir barrotes, estaba en una especie de mazmorra.
- Eres mi invitada, una muy floja por cierto, ya tienes tres días dormida, pensé que no ibas a despertar - dijo su misterioso captor.
-tres días - se repitió para sí Sofía, que no salía de su asombro.
-¿ quién eres?
- Ah eso no es importante, mi amo, ése es al que debes conocer y temer, dijo con una sonrisa diabólica, mientras salía a buscarle.
-¡¡Hoolaaa!! ¡Hola!, estás bien? escucho insistentemente Sofía mientras salía de su estado casi hipnótico.
No lo podía creer, no era la única prisionera, varias voces se entre mezclaban con el eco de la pieza.
-sii, te escucho - dijo Sofía un tanto dudosa - estoy atada de pies y manos, me puedes ayudar?
- No, lo lamento, estamos igual que tú.
- ¿Quién eres?, ¿ quienes son?
- Mi nombre es Ágata, soy una elfa igual que tú, todas lo somos.
-¿Sabes que tienes una fuga?
- Sí, lo sé, pero no sé cómo cerrarla.
- Típico, la verdad no me sorprende, al fin y al cabo eres medio humana, al menos sabes canalizar tu magia hacía otra persona.
- por supuesto, eso se lo enseñan a los niños.
- Bien, canaliza tu poder hacía mí, te ayudaré a neutralizar el escape que tienes.
Un destello azul salió de Ágata , envolvió a Sofía y eso fué suficiente.
- ¿Fácil no?
-Gracias, saben cómo e llegado aquí?
Pues yo llegué ayer y tú ya estabas, no habías despertado hasta hoy.
- yo tengo una semana aquí, te trajeron hace tres días, y sí mi magia no sirviera para anular la tuya, ya hubieses muerto- dijo Ángela luciendo muy maltratada, sucia y ensangrentada.
- ¿ Sabés que quieren de nosotros?
- lo que quieren todos los humanos, nuestra magia, o en su defecto, sacarle provecho a nuestros poderes.
- No generalicen, todos los humanos no son así.
- A no?, y tu amado principe¿qué?, me vas a negar que por el tuviste la fuga?. no te pasó por la cabeza que tal vez todo esto haya sido una treta para exprimir tu magia cómo un limón.
- no lo conoces, Terry no es así.
- Escuchaste Ágata?, " Terry" , es tan íntima del principe que ya lo tutea, y bueno, no se porqué me sorprendo.
- no tienes derecho de hablar así, él es diferente.
- muy bien, ¿me vas a negar qué no se acostó contigo para obtener tu poder?
- no tengo porqué seguir hablando contigo, eres muy grosera, dijo Sofía, subiendo a una especie de cama colgante de madera, para nada cómoda.
-Tranquila, sabemos que tú "amigo" seguro te buscará y se amarán por siempre - sonrió fuerte y de forma burlona Angela, que a pesar de lo maltratada que estaba, estaba llena de energía.
- No le hagas caso- dijo Ágata, con voz dulce- cómo te has dado cuenta sabemos que eres Sofía, la elfa mestiza que cuidaba al principe Terryus.
-Esperamos que te dieras cuenta que estabas en la mira, antes que fuese tarde, ya todos saben de la mejoría del principe, tanto como para desear que el reclame su trono, todo el reino espera qué él tome su legítimo lugar.
Esa noche un encapuchado les llevo a todas una ración de pan duro con un poco de agua, sin intercambiar palabra alguna, revisó las ataduras, apagó la luz que había encendido al entrar, y volvió de dónde había llegado.
-¿ No han intentado escapar?, preguntó Sofía, sintiéndose mucho mejor.
- pues sí, vez esa cabeza allí cortada, esa era Nenfis, lo intentó , falló y allí la empalaron, para que no lo olvidemos, dijo Ágata, con mirada de tristeza.
- Somos muchas, tal vez podamos hacer algo, ¿no?.
- Mira niña, tu eres mitad elfa y tal vez por eso no lo notes, pero si te fijas, verás runas en los umbrales de las puertas, en los marcos de las supuestas ventanas-señalando Ángela un agujero que dejaba entrar un poco de luz- tal ves sí hubieses puesto más atención en clases supieras que clases de runas son.
- perdóname, no pude hacerlo, la Reina prácticamente nos exilio a mí y a mi padre.
Después de ser asesinado, simplemente me envió a la aldea de Nirat hacer de médico.
- A cierto, solo sabes quejarte, segura qué eres parte elfa?
- Si, muy segura- dijo recordando la última noche con Terry.
- Ágata - que pasá si a un humano le inyectan sangre elfa?.
- umm, interesante pregunta, ¿ lo has hecho?, o ¿ pensaste hacerlo?.
- pues como dice Ángela, no recibí toda la información necesaria, y quiero saber.
- según las leyendas hay tres opciones;
* la primera qué el paciente rechace la sangre y muera en el acto.
* la segunda, que absorba el poder del elfo por pocos minutos y luego se desvanezca, pudiendo seguir su vida acostumbrada cómo un humano aburrido.
* la tercera, y es más rara aún que la segunda qué él humano rechacé la sangre y lo ponga al borde de la muerte, entre y le de un vistazo a "Valinor" por unos segundos, viviría toda su vida ligado al elfo, al morir el humano, la escencia volvería al elfo poseedor de la magia.
- Valinor? ,dónde vamos cuándo dejamos este plano?, Es eso posible?, pero el humano tendría que morir.
- no, según las leyendas, sería un estado próximo a la muerte, ya qué los humanos tienen su propio cielo.
- ¿y el humano tendría el poder del elfo?, siguió preguntando Sofía mientras seguía atando cabos en su mente.
-no, un humano común no puede contener el poder de un elfo, por eso es más normal que muera en el acto.
- cuenta la leyenda, qué si un humano y un elfo pueden unir lazos, serían cómo una sola carne, una sola mente y un solo ser.
- Si, es hermoso ese cuento de hadas,- dice Ángela, tratando de acomodarse para dormír un poco.
-No le hagas caso, ella a sufrido mucho, aunque no lo creas, ella es alguien fiel en quien puedes confiar.
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Editado: 03.09.2023