En una jaula de oro

Esa primera noche en las celda del castillo, Terryus no pudo dormir, esto le había agarrado de sorpresa, nunca imaginó que su padre llegaría al extremo de encerrarlo después de todo lo pasó, dejarlo en ese aislamiento era macabro.

Cris no regresaba de la misión que le había encomendado, y aúnque habían más personas apoyándole, confiaba en su viejo amigo con su vida.

Terryus tenía tres hermanos más, no había visto a ninguno después que, gracias a Sofía pudo dejar la muy odiada cama.
No podía dejar de pensar en el mayor, el Rey Carlys de reino de Andahila, el tercer sub terreno más importante de Athort, siempre fue un importante apoyo en su vida, se preguntaba que tanto sabía su hermano de su situación, al estar tan lejos realmente no podía saber que tanta información de lo sucedido tenía a mano. 
pero sea cual sea la situación debía llegar donde él.

Su celda tenía muchas comodidades, estaba reservada para altos mandos o algún noble , tenía un librero basto, muy contemporáneo, agua, un medio baño cerrado, una pequeña planta de fresas adornando una esquina y un suave colchón para una persona, por supuesto que no se comparaba con su alcoba, pero tampoco con la de los otros prisioneros.

A la mañana siguiente, entró Luchia con un plato de frutas, un vaso de jugo y un cambio de ropa.
—Buenos días, su majestad, ¿Cómo pasó la noche?.
—Desearía, poder decir bien, pero bajo las circunstancias, ¿tienes noticias de Crisra?.
—Así es, su majestad—dijo mientras le señalaba una nota debajo del plato de frutas.
—debo irme, hay ordenes de no traerle almuerzo, por eso traje toda la fruta que pude, espero sea suficiente hasta la noche.

Terryus fijo su vista en la fruta, que apenas era suficiente para un desayuno adecuado.

—Gracias Luchia, se que hizo todo cuanto estaba a su alcance.

—lamento mucho que esté acá, los que creemos en usted estamos listos con las espadas bajo la almohada, para cuándo usted de la señal.

—mi intención no es derramar sangre, mi estimada Luchia, haremos que paguen su merecido castigo los que están en caminos turbios, y si es posible sin llegar a extremos, dijo sentándose frente a una pequeña mesa y tomando un trago del jugo de manzanas que tanto le gustaba.

— volveré en la noche, su majestad, Patric está vigilando la puerta de entrada junto a Edrid.
—Bien, podemos confiar en Patric.
—Entiendo, dijo Luchia mientras volvía a cerrar la celda y salía con las manos vacías.

la nota;
Terryus,  el lobo se comerá a la oveja mañana en la noche.

Terryus se llevó la mano a la boca, respiró profundamente y trato de pensar como saldría de allí, antes que llegará el "lobo" por él.

sería imposible salir sin ayuda, debía hacer que Patric entrara, pero el no podía llamarle para no levantar sospechas.

— definitivamente, tanto tiempo en cama se robaron mi cordura— dijo mientras mordía una uva por la mitad, sonrió y sin pensarlo dos veces se trago la otra mitad sin masticar.
sabía que los guardias tenían entrenamiento y podían sacarla sin problemas, además se aseguró que no fuese tan grande como para complicarse más de lo necesario, pero no era tan pequeña como para no obstruir su respiración.

Inmediatamente comenzó hacer más ruido del necesario, agarrando su cuello con ambas manos, los guardias sabían que Terryus era un excelente actor, no fueron en su auxilio hasta que comenzó a cambiar de color, estaba de de rodillas en el piso cuándo Patric abrió la celda, Eldric se coloco detrás de él y comenzó a golpear su espalda, Terryus estaba por perder el conocimiento cuándo Patric lo sujetó de su estómago con la intención de sacarlo de allí, lo apretó tan fuerte que la uva salió disparada.

—¿Está bien?, respire—dijo Patric mientras hacía señas a Eldric que podía regresar a la vigilancia, fuera de la puerta.

Terryus seguia tosiendo, no podía parar la tos, igual se aseguró de pasarle la nota que Cris había mandado, de forma discreta.

—Con todo el respeto que se merece joven, para ser tan listo, se le ocurre unas ideas muy tontas, pudo morir.

—¿Dime cómo te hacía entrar sin levantar sospechas?.

Patric lo pensó por unos segundos.

—Deja de pensar, sí esperaron que me pusiese azul para venir en mi ayuda, sabía qué no entrarían a menos que estuviese en peligro real, conozco a mi padre y peor aún, comienzo a conocer hasta donde llegaria mí hermano.

—Necesitamos planear mi fuga, no puedo estar aquí para mañana en la noche.

—Bien, no se preocupe, me reuniré con los demás de emergencia y le traeré noticias lo antes posible—Señaló mientras salía, dejando nuevamente a Terryus solo.

Terryus hizo lo único que podía hacer en ese momento, tratar de dormir para recuperar fuerzas y estar listo para la fuga.

Pero los pensamientos lo invadían, le torturaba la idea de que Sofía necesitaba ayuda.

La presencia de Sofía lo había ayudado a recuperarse casi por completo, de vez en vez tenía pequeños mareos, o le llegaba a subir una ligera fiebres, pero nada comparado como cuando estaba en cama.
sabía que le debía su vida a Sofía, y era una deuda que tenía que saldar.

—Debo admitirlo, me siento culpable,
sé que no e sido yo quien la a traído al palacio, pero a sido por causa mía, y la verdad estaré eternamente agradecido con mi padre por eso, si ella no hubiese venido, yo seguiría en cama bajo esa tortura eterna— pensó en voz alta para si mismo.
— Vamos deja de pensar, duerme- acomodó su almohada y comenzó a mirar el techo, al parecer habían filtraciones, había tomado un tono amarillento en algunas zonas.

—Decir que estoy preocupado es quedarme corto, aunque e estado mejor, este escape será todo un reto, con cris acá sería más fácil—pensó mientras entraba por fin en el mundo de los sueños.

—Buenas tardes hermanito —escuchó Terryus entre sueño.

—que envidia, así que padre te mandó aquí a descansar, y yo que llegué a pensar qué este aislamiento te estaría consumiendo—sonrió apoyándose de los hierros de la celda.