La fuga

Luchia volvió esa noche con una bandeja de frutas, una porción de dulce de leche para dar energías al príncipe, y una nota con el plan de escape debajo del plato, no cruzó palabra alguna, ya qué los guardias de la puerta no le habían quitado los ojos de encima.

Terryus con cara de desagrado ( para mantener la actuación y no levantar sospechas) se acercó a la bandeja, mientras se llevaba a la boca una fresa un tanto agria, se aseguró quedar de espaldas a la puerta, para que el guardía no pudiera notar cuándo abriera la nota.

A medianoche , antes de sonar la última de las 12 campanadas,  deberá dirigirse al final del pasillo, en dirección sur-este , su celda estará abierta.

confíe, lo sacaremos de  aquí.

¡¡¡Que viva el futuro rey de Athort!!!

* Terryus.

—No tenía más opción que solo confiar, querian que caminara a la parte trasera? solo había un muro, ¿que pensaban hacer?, será que piensan tomar todo a la fuerza y me quieren lejos de la acción?, o tirarán el muro?.

no pude evitar sentir un escalofrío recorre su espina dorsal y la angustia en la boca del estómago por no saber que ocurrirían ni si funcionaría.

Al terminar la cena, me aseguré de haber molido la nota dentro del dulce de leche cortada, para tragar y no dejar ningúna evidencia.
si, tal vez estoy siendo exagerado, pero mejor prevenir, a qué un espía o alguien peor sospeche algo por ser descuidado.

Al terminar aún seguía hambriento, pero no podía hacer nada más, solo podía esperar, al dirigirme a la pequeña cama, mis piernas fallaron haciendo que las rodillas golpearan con fuerza el piso, traté de sostenerme pero sentí como la cabeza comenzó a dar vueltas y solo me deje caer.

— Demonios, hace tiempo que no sentía un mareo así, no desde qué Sofía , desde que Sofía, me, sanó— musitó dudando.

Con mucho esfuerzo, llegué arrastrándose a la cama, donde no supe más de mí, hasta muy tarde ya.

— ¡¡Principe, principe, despierte!!, ya es media noche— escuchó a lo lejos, con un tono un tanto desesperado.

— Patrick, no se qué pasó, te estás metiendo en problemas al venir hasta aquí.

— Lo sé, pero iré con usted, no tengo más opción, seguro ya se sospechará de mí.

— Lo lamento, arruiné el plan de escape.

— Claro que no, no en mi turno.
— ¿y el otro guardia?.
— Su hermano lo mandó a llamar, creó que sospechan algo, es necesario que actuemos enseguida.

Terryus sonrió, agradecido de la fidelidad de Patrick, mientras pasaba su brazo sobre los hombros de fornido guardía, quien le servía de muleta para llegar al final del pasillo.

Cuando estaban a un par de pasos de la pared, Patrick espero justo las 12 campanadas del monasterio del reino, al sonar la última campanada sujetó a Terryus fuertemente de la cintura con una mano y su brazo con la otra, para dar un paso a la pared.

— Patrick ¿ que haces?— musitó Terryus tratando de entender porqué caminaban hacía la pared sin salida.

sin mencionar palabra alguna dió un segundo paso quedado su nariz tan cerca de la pared que su respiración levantaba el polvo de la misma, estaba caminando a velocidad normal pero Terryus lo estaba viviendo en cámara lenta.

— Patrick ¿te volviste loco?— dijo mientras trató de escapar del agarré, pero estaba débil aún.

un tercer paso lo hizo cerrar los ojos, al abrirlo estaban del otro lado de la pared.

—p, p, ¿pero cómo?— tartamudeo Terryus .

— Pronto lo sabrá, debemos movernos, antes que descubran que no está.

Unos metros más adelante, llegaron a una pequeña cabaña que las jóvenes del servicio usaban para guardar los trapeadores, tinajas y alguna que otra ropa pendiente por lavar de algún miembro de la familia real.

Allí los esperaban con un banquete , pues sabían que el principe no estaba siendo bien alimentado, y le esperaban días difíciles.

Luchia, le pasó a Patrick una bolsa con frutas secas, otra con trozos de carne ahumada, unas papas crudas, varias hierbas para sazonar, y las indicaciones de dónde estaban las armas que usarían para escapar, que por supuesto, no la tenían en un lugar donde podría ser hallado fácilmente .

Mientras Terryus comía algo, Luchia llevó fuera a Patrick.
— Está muy pálido,¿ pasó algo dentro?.
— Sí, casi no lo logramos, a la tercera campanada aún el seguía tendido, lo encontré con el torso en la cama y las piernas enrolladas en el piso, pensé que se había quedado dormido, pero esa posición en la que estaba no me queda duda que lo saqué de un desmayo, además no se podía mantener solo en pie.

— Ésto me huele mal.

— me da miedo pensar que no está del tocó desintoxicado y aún tiene veneno en su sistema.

— esperemos que no, pero es lo que parece, cuídalo con tu vida Patrick,— ordenó mientras pasaba la última nota con las indicaciones del plan trazado—, me alegra qué te hayas decidido a ir con él.

Con un semblante más relajado Patrick entra nuevamente al cuarto y le pasa la nota cerrada al príncipe.

En el jardín secreto, debajo de las flores favoritas de la reina, están las armas y el horario de los guardias, la diosa este con usted.

¡¡Que viva el principe de Athort y sus cinco reynos!!

— Debemos irnos.
— Como ordene— dijo Patrick haciendo una reverencia.
— ¿vas a estar así todo el tiempo?, deja de tratarme con tanta superioridad, ¿ no te resulta agotador?.
— pues es el protocolo— señaló un tanto confundido Patrick, sin saber ahora como actuar.
— Bien desde ahora soy Terry para tí, quiero que me trates como a un amigo, ¿crees poder hacerlo?.
— Me siento honrado joven Terry.

Terryus lanzó una carcajada al ver la cara roja de Patrick en su esfuerzo de tutearlo, pero sabía que no era su culpa, su Padre se había encargado de hacerlos parecer dioses y exigía ser tratados como tales.

***

El"jardín secreto", nombrado así por su madre, que escapaba allí para estar sola de vez en vez, muchas veces con Terry de acompañante.