—Siento que estoy caminando en círculos —Musitó para si Cris, que se había infiltrado en las filas de los guardias del ejercito de Saldor , estos estaban en un campamento a mitad de la nada, tenían a su espalda todo un bosque y de frente el mar.
En ese momento se encontraban peinando un área del bosque, no habían dejado de mandar pequeña expediciones en busca de la elfas, que al parecer se las habían tragado la tierra.
habían encontrado a Sofía y a la adolescente, pero estaban muy bien vigiladas, no había podido acercarse a ellas, a pesar de qué sabía donde estaban y de vez en cuándo podía ver cómo la vigilancia rotaba sin dejar un segundo el perímetro sin vigilancia
— Oye Cristof, ¿no sientes que vas en círculos?— le pregunta Osmarth rascándose la cabeza.
— llámame Cris, y sí lo vengo sintiendo hace rato, además de la sensación de que nos observan.
— Yo igual, creó que cómo somos los mas jóvenes en las filas, no confían tanto en nosotros.
— igual lo creo, me muero por conocer al que llaman el oscuro.
— Que ambicioso eres Cris, yo estoy bien así, dicen qué su presencia es tan imponente qué apenas puedes reaccionar, algunos dicen que es como estar frente a un demonio, que dejó de ser una persona normal hace tiempo.
— ¿y eso no te da curiosidad Osmarth?, dicen que visita a las elfas con regularidad, ¿ no conocerás alguno de los guardias asignados allí?, con un cambio de turno me bastaría, muero por verlo.
— insisto, estas loco Cris, todos huyen del demonio pero tu quieres ir a verle, tienes suerte de que conozco a casi todo el mundo aquí y uno de los guardias ya me a dicho que quiere tomarse una noche para ir al burdel del pueblo.
— En serios? si que tuve suerte de conocerte, yo no suelo mezclarme, por eso apenas conozco personas aquí, gracias por acercarte primero amigo.
— Ustedes dos, debemos regresar, ya está oscureciendo — escucharon la orden lanzada a unos metros, por el mayor qué dirigía al pequeño grupo de seis, que peinaban el área marchando de dos en dos.
Cris poseía ya información de todo lo que habían sucedido, el escape del grupo de elfas , como eran explotadas y lo seguían haciendo aún con mas crueldad bajo condiciones inhumanas, no podía hacer nada aún, debía ser paciente, no podia levantar sospechas, era el solo contra un ejército.
*Esa noche frente a la fogata, tomando y comiendo.
—Oye Cristof, de dónde eres? , tu acento se escucha como los de la capital del reino vecino, pero tu nombre es saldiano —le pregunta una de los guardias de edad avanzada, mientras mete un pedazo de carne de forma ruda en su boca
— Si, ciertamente, es muy observador, señor, nací y crecí en la capital, pero mi madre y yo nos fuimos hasta Athor buscando una mejor vida, no nos fue muy bien, ese rey es un asco, así qué hace un par de años nos vinimos hasta Saldor nuevamente, pero ya había tomado su acento y algunas de sus costumbres
— Si yo fuera un Athiano hace mucho le hubiese cortado la cabeza a ese rey sádico— Agregó otro guardía que se unía a la conversación.
todos los guardias que rodean la fogata rien a carcajadas incluyendo a Cris.
— Créeme que ganas no me faltan, en especial por como se dice que cuida a su hijo en cama— Añadió Cris con la finalidad de saber que tanta información tenían ellos de esa situación.
— Te refieres al principe? ese hace rato que se lo comieron los gusanos — añade otro guardía.
— interesante, ¿cómo lo sabes?— lo mira Cris esperando respuesta, mientras sigue tomando de su vaso , en una forma relajada y sin apresuro.
— Todos aquí saben que ese principe murió en ese "accidente", solo que el rey para evitar una revuelta por falta de un heredero en la central lo a mantenido en secreto.
— Es un interesante concepto— dijo Cris mientras sonreía y asistía como estando de acuerdo.
— Todos lo saben, solos los idiotas de Athort se dejan ver la cara, seguramente nadie lo a visto, solo es la palabra de un mal rey, contra la realidad que no podrá esconder por mucho tiempo.
— Es verdad, no había pensado en esa teoría—añade Cris— sí pudiera lo mataría yo mismo por matar lo único bueno que había en ese reino.
— ¿Buenos?, ¿quienes?, la Reyna y el principe?, por favor, seguramente eran tan codiciosos y ruines cómo el rey, solo qué se necesita algunos chivos expiatorios, qué calmen las aguas por si hay revuelta.
Cris le lanzó una sonrisa, y se concentró en su comida, manteniendo un rostro risueño los miraba de vez en vez pero no volvió a comentar nada más al cambiar de conversación, seguido llegó el Mayor a dar un anuncio.
Por eso es tan importante para nosotros encontrar todos los elfos que podamos, su mágia nos ayudará a ganar está guerra.
— ¿Y que sigue después? conquistamos Estria y ampliamos nuestras riquezas, mujeres y tierra? pregunta Osmarth levantando una ceja.
Todos se echaron a reir, Cris lo miro con una sonrisa de apoyo y levanto el vaso con vino, como si brindará con él, dijo —a los peones no le cuentan esas cosas, nosotros solo estamos aquí para cumplir órdenes sin importar el resultado.
— Salud por Cristof— grita uno de los comandantes— si todos pensarán como tú, no tuviese tantos problemas,¿ no les da vergüenza?, siendo tan joven tiene claro su lugar.
— Sigue así hijo, estos parásitos deberían aprender de tí.
Crisf hace una pequeña reverencia con la cabeza en agradecimiento — tengo un excelente comandante, Señor.
— no te alegres mucho Cristof, el comandante está pasado de copas, siempre escoje a alguien para darle cumplidos o insultar, hoy te tocó a tí, para mañana lo habrá olvidado y serás tan inútil como cualquier otro.
Cris lo sabía pero " los borrachos no mienten", se estaba ganando al admiración del comandante y se aseguraría de seguir haciéndolo.
A la mañana siguiente, encontró una nota escondida debajo de una de sus cobijas, en un pequeño bolsillo secreto.
"Al despertar, ve a la cascada, ponte a pescar, hoy el lobo se enamorará de la oveja."
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Editado: 03.09.2023